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Ya se les había hecho costumbre quedarse un rato más para bailar como una forma de relajarse y dejar el estrés de lado. Sunhee comenzó a trabajar e iba a bailar todos los miércoles y viernes, días en los que Jimin se aseguraba de poder tener lo más libre posible. Eran evidentes esas miradas, todos en el grupo lo notaban, todos menos Jimin y Sunhee.

Hace poco que Sunhee terminó cediendo a las insistencias de Youngme y Jinyoung de grabar un video de una coreografía pequeña suya para poder por fin tenerla en las redes sociales del equipo. Se encargó esa segunda semana desde que regresó a decidir la canción con algo de ayuda de Hoseok, quien para ese entonces, ya se había alocado lo suficiente con su llegada, casi la ahoga al igual que Seokjin al saludarla después de tantos años de no poder verla en persona.

La canción que terminó escogiendo fue Machika de J. Balvin. Era un ritmo latino que ella no hacía comúnmente, y qué mejor forma que usarlo para su primera grabación y subirlo a las redes sociales. Jinyoung y Youngme bailaron con ella, pasaron dos semanas (cuatro días, en realidad, ya que Sunhee no iba todos los días) seguidas ensayando para que quede perfecto. Los del grupo incluso estaban curiosos por ver el resultado final, sobre todo Jimin, quien ahora pasaba mucho más tiempo con Sunhee.

Solo una vez salieron para comer juntos, Jimin de alguna manera logró invitarla sin desmayarse en el intento, siendo exagerados. Sentía que a cada día que pasaba quería estar más y más tiempo con ella, simplemente era de lo mejor. Bromeaban juntos, hablaban, incluso se quejaban de lo que sea, todo mientras se sentaban en el sofá de la sala de ensayo para un descanso. Siempre descubría algo nuevo, como su terrible habilidad para dibujar y lo mucho que le emociona escuchar a The Vamps; incluso el insaciable odio que le tenía al sonido que la gente hace mientras mastica. Además, descubrió que ella también había practicado danza contemporánea de niña, pero lo dejó porque prefirió el ballet. Hasta el momento, Jimin no tuvo ninguna razón para retirar lo que pensó de ella en un principio, que era prácticamente perfecta.

Ese día, el último ensayo de las chicas antes de grabar su canción que subirían esa semana, Jimin la invitó a dar un paseo en ferry por el río Hangang. Su segunda cita, si es que así lo estaban considerando.

—Sabes que no tienes que dejarme en la puerta de mi apartamento, ¿verdad? —comentó ella apenas salieron del ascensor del edificio, buscando sus llaves en el pequeño bolso que llevaba puesto.

—Pero así se terminaría antes nuestra salida, y yo no quiero que se termine —Jimin hizo un puchero apoyado en la pared y cruzado de brazos.

Sunhee se acercó y, con una mano, apretó sus cachetes haciendo que los labios de Jimin se apretujaran, asemejándose a un pececillo. Se veía tierno cuando hacía un puchero, era desesperante para Sunhee el que esa simple expresión le cause tantas emociones, que no se le ocurría nada más que molestarlo así.

—Pues nos vemos mañana, Romeo —bromeó la chica, abriendo ya la puerta del apartamento, lista para saludar a su familia.

Antes que ella pudiera pasar, Jimin la tomó de la muñeca delicadamente, haciendo que ella haga contacto visual.

—Hey, vamos a algún sitio después que grabes con las chicas —dijo aún apoyado en la pared, con la cabeza inclinada y una sonrisa en el rostro a la que Sunhee no se podría negar.

La chica asintió sin dudarlo, no sabía a dónde irían ahora y ni siquiera le importaba, desde que lo conoció ese chico estaba lleno de sorpresas. Ella se despidió de Jimin, entrando a su casa con una clara expresión de niña emocionada. Apenas cerró la puerta, se apoyó en esta y suspiró mirando al techo con una sonrisa en su rostro que no planeaba irse por un buen tiempo. Se habían vuelto muy buenos amigos en poquísimo tiempo.

Dance Crew [Short Story; Park Jimin]Where stories live. Discover now