Baekkie ; chanhun

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Baekkie hipaba triste, tiene el labio hinchado y la mejilla sonrojada.

Aprieta con fuerza las correas de su mochila cuando al fin escucha su nombre ser pronunciado del otro lado.

Baekkie suspira fuerte, entrando a la oficina del director Park sin mirarlo.

Él nunca había estado en la dirección, siempre había sido un niño bueno.

Pero Baekkie también tenía su límite. 

A él no le gustaba que molestaran a su Kyunggie.

Y cuando Taeyeon le jalo sus cabellitos con fuerza hasta hacerlo llorar, Baekkie enfureció y le jalo el pelo también.

—Estoy esperando una explicación, joven Oh —habló por segunda vez el señor Park, arqueando la ceja.

Baekkie apretó sus manitas, sollozando.

—¡Ella comenzó todo, Hyung!

—¡Eso no es cierto chismoso! —gritó furiosa Taeyeon.

—Señorita Kim, retírese, sus padres llegaran aquí en un momento.

Baekkie se quedó callado, su mirada aún enganchada en el piso. Taeyeon golpea el suelo con su zapato y azota la puerta antes de salir, dejándolos solos.

—Cuénteme ahora qué sucedió joven Oh —volvió a hablar el señor Park con tranquilidad —Y sea sincero.

Baekhyun asintió, sin mirarlo.

—Ella le jalo el pelo a mi amiguito —musitó Baekkie sollozando —Lo hizo llorar. No me gusta que Kyunggie llore. Yo soy su príncipe, y como su príncipe tengo que cuidarlo —apretó sus manitas —incluso si se trata de las niñas feas que lo molestan, hyung.

—Pero joven Oh, no puedes jalarle el cabello a una niña.

—¿Incluso si ella empezó? —interrumpió Baek.

—No sé trata de eso, pequeño —contestó —No debes hacerle eso a nadie; sea niño o niña. Tenemos reglas en esta escuela, y lo que que la señorita Kim y usted hizo esta mal, ¿lo sabe?

Baekkie asiente con los ojitos hinchados. Chanyeol hace una mueca mirando la marca rojiza de una pequeña mano en su cachete.

—¿Ella te hizo eso? —Baekkie asiente sin mirarlo. Park suspiró, pidiendo una bolsa de hielo a su asistente.

Baekkie lo mira de reojo, abriendo sus ojitos como plato. 

Frente a él hay un hombre muy joven y bonito. Tiene el cabello negro como la noche y su corbata mal atada. ¿Será este el ser amado de su papi?

—Enseguida traen algo para el dolor —El señor Park le sonríe.

Definitivamente sí. Es digno para su papi.