❝C A P I T U L U M U N❞

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—Oye, ¿Haz visto a TaeHyung?.

—No mi señor, no lo he visto.

—¿Sabes de alguien que sepa dónde pueda estar?.

—Pueda que el Joven TaeHyung este en sus aposentos.

—Imposible, ya busque ahí.

—¿Tal vez este con sus padres?.

—Tampoco, ya lo busque ahí también.

—¿Y con alguno de sus hermanos?.

—No lo creo, Chanyeol está jugando en el patio con sus hijos, y mi papá JiMin está en el inframundo con mi otro padre.

Mgh, ¿En la torre? A veces está ahí.

—No, ya lo busque ahí también.

—¿En el jardín con Yeontan?.

—Yeontan está en la sala durmiendo.

—¿En su habitación privada armando algún juguete?.

—Lo busque ahí, y no está.

—¿En la cocina robándose algún postre?.

—Tambien pregunté en la cocina, pero no ha estado ahí.

—¿En la entrada del castillo? A veces está sentado viendo a la nada en ese lugar.

—Fue el primer lugar donde lo busque.

—¿Y ya busco en los calabozos del castillo? Lo he visto algunas veces ahí, viendo los huesos de algunos antiguos prisioneros.

—De ahí vengo, no lo encontré.

—¿En el comedor? Tal vez confundió la hora del almuerzo como siempre.

—Ya es de noche, no está ahí.

—Bueno mi señor, me rindo, no sé dónde pueda estar su esposo. —expreso fatigado el pobre demonio de nombre Mark. Al ser el guardián del joven JungKook estaba acostumbrado a ese tipo de charlas donde siempre era el mismo tema, ¿Donde estaba TaeHyung?.

—Bueno no importa, ya sé dónde esta. —respondio sin ninguna expresión en el rostro, Mark observó cómo el joven JungKook se alejaba sin decir nada más, como siempre. Parecía perdido en su propia mente, sus ojos no reflejaban nada, ni siquiera parpadeaba normalmente, lo hacía cada minuto y eso sí que era perturbador. El demonio prefirió seguir su camino y dejar que el castaño buscará por el mismo a su pareja.

JungKook, ese chico, el cual para muchos era un gran misterio desde el día que lo conocieron, algunos simplemente no entendían su comportamiento, su falta de emociones o la dualidad que tenía para hacer comentarios sugestivos que te dejaban con un mal sabor de boca, pocas veces se le ha visto sonreír, y todas ha sido estando al lado de Kim TaeHyung, algunos aseguran que se debía a que el afecto y la conexión que tenían era única. Pero, pocos sabían que Min JungKook, en realidad no poseía del todo la habilidad de las emociones digamos, empáticas. Las fingía, y muy bien. Pero, con Kim TaeHyung era la excepción, al igual que con sus padres y hermanos, y su demás familia, solo unos pocos podían gozar de su amoroso amor, pero para los demás, sencillamente no.

Tenía solo nueve meses de gestación cuando murió, tenía solo treinta años de muerto cuando lo regresaron a la vida, tenía solo quince años cuando regreso a su hogar, a su verdadero hogar, tenía solo cinco años cuando se obligó a olvidar para poder avanzar, tenía solo dieciocho años cuando cambio y por fin acepto lo que era, y que amaba a cierto sujeto, ultra mega raro. Pero bueno, eso ustedes ya lo sabían.

El chiquillo de cabellos castaños oscuros camino discreto por el camino de grana, algunos sirvientes le dieron una leve reverencia la cual, no regreso, él solo miraba al frente, sin parpadear, sin cambiar la manera rígida pero amplia de su caminar, movía su cabeza de un lado a otro, mientras movía sus labios, simulando hablar, aunque no lo hacía, solo era el gesto, movía sus manos, la cuales estaban a la altura de su cintura, las movía como si estuviera tocando las teclas de algún piano, sus pasos se hicieron casi más rápidos. Se detuvo, justo cuando llego a su destino, la gran arboleda que estaba en una esquina del castillo, alejada de los ojos curiosos, miro su entorno, buscando con esos bellos ojos azules con grandes iris negros que parecían brillar con destellos amarillos. Empezó a morder sus labios cuando no encontraba lo que quería, se estaba impaciantando, aún así no perdió la cordura como casi todo el tiempo sucedía. Suspiro, y volvió a suspirar, hasta que lo vio. Su esposo, el tonto como le decía estaba sentado en el pasto viendo quién sabe que con tanta concentración.— Kim TaeHyung. —le llamo, pero el mencionado no se movió, parecía una estatua, incluso parecía que no estaba respirando.

Jocker And A Daemonium © |TaeKook| #4Where stories live. Discover now