─JeonGguk, ¿podrías avisar a tu hermano que la cena ya está lista?─ Mencionó una hermosa mujer de rasgos asiáticos mientras se ocupaba de la mesa, se centraba en colocar los cubiertos y a su vez en terminar de preparar la cena. La voz masculina proveniente de la radio acompañaba la desolada cocina, el olor a uno de los platillos típicos de su nación olía exquisito y la televisión de fondo transmitiendo las noticias era una escena típica de alguna película inglesa.
El menor, con engorro bajó de la silla y acatando la petición de su madre fue en dirección a la habitación de su hermano para informarle de la hora de comer. Segundos fueron suficientes para llegar a la entrada de la habitación que compartía con JungKook que con confianza entró sin avisar.
─ Jungkook, mamá dice que ya está lista la... cena... ─ Murmuró el joven niño de 8 años mientras a la vez bajaba la tonalidad de su voz; miraba con impresión el escritorio que tenía su hermano, la mesa repleta de roedores víctimas de un desastroso experimento donde bajo la lógica estaban muertos, JeonGguk quería vomitar ante el olor repulsivo del lugar y la escena grotesca que no podía asimilar.
─JeonGguk, ¿que haces aquí...? ─ La voz gruesa de su hermano lo congeló.
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─ ¿Qué tal te han ido los estudios, hijo? ─ Cuestionó un señor de rasgos faciales asiáticos, mientras tomaba otro bocado de comida a su boca, degustando cada vez más la cena.
Silencio fue lo que hubo en la cocina.
Jungkook no podría estar tranquilo a sabiendas que tenía a su hermano retenido en su armario, y más al saber que su madre es la única que sabe a que dirección fue el menor de la familia Jeon. Conocía muy bien a esa mujer, armaría un escándalo iniciando con su escritorio y luego si encuentra a Gguk llamaría a las autoridades llegando al punto de acusarlo como un enfermo mental.
─ JeonGguk... hace mucho que no ha bajado... ─ Mencionó con angustia en tanto dejaba su plato para salir de la cocina, siendo seguida por JungKook.
─ Posiblemente estaba cansado, quería dormir o a lo mejor está en el baño. ─Respondió con rapidez ante el comentario que soltó─ No es necesario que coma ahora, regresemos a la cocina, Madre. ─Con un movimiento brusco detuvo los andares de la mujer tomándola de la muñeca; con un aspecto hosco y fuerza inmedida dañó a su progenitora causando la atención de su "padre".
─ Suelta a tu madre, JungKook, no queremos volver a llamar a las autoridades, y tu no quieres volver a estar con un rastreador o en una correccional ─ Soltó sin pudor indirectamente la amenaza con tal de soltar a su mujer de aquella situación.
─ ... ─
Mala elección de palabras.
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─112, ¿Cuál es su emergencia? ─ Una voz femenina respondió ante el llamado de emergencia que solicitó el menor de los Jeon.
─¡Ayuda, mi hermano esta loco!─ Vociferó JeonGguk con miedo y ansiedad, su tono de voz demostraba que pasaba una mala situación, junto a los gritos que de fondo se escuchaban, presentaban un mal sabor de boca.
─¿A quése refiere joven?─ Contestó con neutralidad ante la confesión que le realizaron, mientras a su vez buscaba la ubicación del teléfono y datos personales del que es propietario.
─No quiero salir de mi cuarto, mi hermano me encerró aquí... dejó su teléfono en su cama, escucho gritos... tengo miedo... ─Su voz temblaba, no sabía como tomar la situación, no podía moverse.
─Bien, ¿me puede contarmás de lo sucedido?─ Respondió mientras informaba de lo sucedido a sus compañeros de trabajo sin dejar el teléfono.
─Desde que Mamá volvió a tener pareja hace 3 años él cambió mucho, me grita mucho, me odia...─
─ Las autoridades van en camino, manténganse al teléfono por favor, sigame contando.
