Un Extraño Profesor

Capítulo 5

Las estrellas: aquellos cumulos de gas flotando a miles de años luz en la nada, cuyo fulgor casi incansable alcanza hasta los lugares más inhóspitos del universo, incluso tras la muerte, su legado se mantiene por muchos años más. Siempre las había amado, cuando era pequeño solía observarlas por horas a través del telescopio que le dio su madre. También recuerda sus interminables charlas sobre constelaciones, órbitas planetarias, exoplanetas y un sin fin de otros fenómenos astronómicos, ella le decía que sería un gran astrónomo mas él, fiel a su sueño, sólo lo consideró un apasionante pasatiempo.

Ahora el firmamento se le muestra en todo el esplendor que le había negado antiguamente, en un espectáculo inigualable, ni siquiera cuando su progenitora lo llevó a ver esa lluvia de meteoros había contemplado tan nitidamente aquellos astros, sin siquiera usar un telescopio, una vista única sólo para él. Levanta lentamente su mano, como si con un toque fuese a desvanecerse, aún cuando es completamente imposible, pero es detenido a la mitad de su cometido por un violento ataque de tos que lo sacude de pies a cabeza, o lo poco que aún puede sentir bajo las rodillas. Un escalofrío trepa despacio desde sus piernas hasta su nuca, como un animal que engulle a su presa.

A medida que las flores rojas crecen a su alrededor su vista se empaña, los astros se alinean brillando con mayor intensidad, el frío sesa junto con cualquier otra sensación presente en su prontamente inerte ataúd de carne. Pero no le importa, sólo desea ver aquel deslumbrante panorama.

Su respiración se corta mientras sus gemas opacas terminan por perderse en la infinidad de aquel vacío que llamamos universo.

Despertó sobresaltado, con el pijama pegado al cuerpo mientras por su frente bajaban gotas de sudor frío, se llevó las manos a la cara sobandosela reiteradamente en un intento por calmarse, "de nuevo el mismo sueño" pensó mientras tomaba con una mano el pequeño despertador a un lado de su cama, eran las 5:42 am. Estaba exausto, ya era la tercera vez que se despertaba esa noche, quería volver a dormir pero sabía que si lo hacía pasaría lo mismo, ese sueño, ese maldito sueño se repetía una y otra y otra vez cada que cerraba los ojos, como una grabadora rota, desde el atentado a la agencia de su padre por aquel villano desconocido.

      No puede ver nada, la oscuridad innunda la escena hasta que, de repente, aparece frente a él un recuerdo con su madre, de niño, viendo una vieja caricatura llamada "All might y sus amigos" mientras ríen. Intenta alcanzar ese bello momento pero al estar a sólo unos metros la escena es subitamente reemplazada por una donde su padre golpea cruelmente a su madre, la pobre mujer cae al piso intentando escapar, sin embargo, él la agarra de sus cabellos, alzandola, y la azota contra el suelo. Ella patalea, grita, araña pero nada sirvió para detener a aquel monstruo.

Mientras esa horrida escena trascurria aparecieron otros dos recuerdos, uno a cada lado; a la derecha apareció aquel amargo día en que su madre le dejo su cicatriz, pudo ver a la mujer hablando con alguien en el celular, visiblemente asustada, hasta que aparece un pequeño niño. Voltea a ver el recuerdo de la izquierda, no podía soportar ver la aterrada mirada de su madre, no otra vez. A la izquierda de la "escena principal" apareció uno de los infernales entrenamientos con su padre, ese en particular fue el peor, fue una semana después de internar a su progenitora en un hospital psiquiátrico y él estaba visiblemente más enojado de lo normal, si es posible, ese día le rompió un brazo junto a un par de costillas.

Todo transcurría en simultáneo, el dolor, la desesperación, los gritos, el llanto, todo calava directamente en su alma a la par que se encogía en el piso tratando de callar su pasado.

No respira, su graganta se cierra a media que crece el nudo, la culpa y el calvario se sienten como la primera vez, los recuerdos lo rodean girando a su alrededor, acortando la distancia mientras él se hace cada vez más pequeño.