Capítulo 10.

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Era sábado por la mañana y Jack seguía durmiendo. Joe lo intentaba,pero no podía dejar de darle vueltas a la cabeza. Sus pensamientos estaban tan confusos que no podía ver nada claro.

Empezó a caminar por el apartamento, sin saber qué hacer,colocando los cojines y moviendo las plantas. Cuando apartó por tercera vez una inexistente mota de polvo de la mesa, se dio cuenta de que tenía que hacer algo. ¿Era su destino equivocarse en todas sus relaciones?, se preguntaba. Había confiado en Richie, que era una mala persona y, sin embargo, había desconfiado de Ben, que era todo lo contrario. Desesperado, se tiró sobre el sofá y se puso un almohadón en la cara.Había conseguido enamorarse y ahuyentar al hombre que amaba en menos de un mes. Era realmente asombroso.

Aquellos pensamientos no le estaban sirviendo para nada, se decía a sí mismo,intentando dejar la mente en blanco.Pero era imposible. Cada vez que intentaba no pensar en Ben, la fotografía de él y su hijo aparecía en su mente. ¿Cómo no se había dado cuenta antes?, se preguntaba. ¿Cómo había sido capaz de apartar de su vida a un hombre que realmente quería a su hijo?

Afortunadamente, la voz de Jack llamándolo desde la cama distrajo a Joe de aquellos dolorosos pensamientos. Cuando entró en la habitación, sacó al niño de la cama y lo apretó entre sus brazos.

-¡No me aprietes,papi! -se quejó Jack, intentando soltarse. Cuando lo dejó en el suelo, el niño salió corriendo hacia el salón-. ¿Dónde vas tan deprisa?

-A pintar -contestó Jack, tomando los rotuladores que había estado usando la noche anterior.

-¿Quieres terminar el dibujo de anoche? -preguntó Joe, sorprendido.Nunca lo había hecho antes.

-Sí.

-¿Para quién es ese dibujo,Jack? ¿Para mí?

-No.

-¿No? -preguntó, extrañado. Sus dibujos siempre eran para él, excepto los que había conseguido que pintara para los abuelos.

-Para Ben-dijo el niño-¿Ves?-preguntó, mostrándole algo lleno de colorines, pero imposible de descifrar.

Cuando terminó, llevó el papel al armario y lo guardó en el bolsillo de su chaqueta.

-¿Qué estás haciendo?

Jack no contestó. En lugar de eso, se tocó la barriguita y anunció que tenía hambre.

Unos minutos más tarde, Joe había olvidado el incidente del dibujo. Hizo un desayuno de fin de semana, con tostadas y chocolate y después llamó a Linda para planear el día.



























-Hola, hermano. ¿Qué tal? -preguntó Geraldine, cuando vio a Ben entrar en su despacho-¿Hoy has tenido poco trabajo?

-No podía concentrarme-contestó Ben, sentándose frente a su hermana-Pensé que quizá querrías cenar conmigo.

-¿Qué te pasa? -sonrió su hermana, traviesa-. Yo creo que necesitas
vitaminas.

-Geraldine, creo que me estoy volviendo loco-dijo Ben, pasándose la mano por el pelo.

-¿Problemas? ¿Quieres contarme?

-Eres mi hermana,no mi psicoanalista.

-Como quieras-se encogió de hombros su hermana-Espera, tengo algo que te devolverá la alegría. Uno de los niños ha hecho una cosa para ti-añadió,sacando del cajón el dibujo que Jack había llevado para Ben.

Ben lo miró con una expresión indefinible.

-¿Jack está en la guardería?

-Sí. Lucy lo ha llevado al cuarto de baño. Se había llenado de pintura y hay que dejarlo presentable antes de que vuelva su padre a buscarlo.

Cuenta Conmigo [Hardzello]Where stories live. Discover now