1. ¡El café Moonlight Dragon abre sus puertas!

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La gran ciudad capital del país de Biggrand, Great City, mostraba sus bondades ante cualquiera habitante de increíble lugar, lleno de paisajes de inmensidad y arquitectura preciosa. Sin embargo, nuestra historia no se quedará en los lares más importantes e imponentes de tal ciudad, sino que, los suburbios será lo que nos espera.

Dicho lugar tiene a un cuarteto de personas observando por todos lados, como si buscaran algo. Iban caminando en grupo para tratar de encontrar un pequeño local en venta o alquiler, pues tenían una propuesta fresca para aquella zona que, a pesar de ser de menor imponencia, aun así, seguía demostrando que se encontraban en el gran país de Biggrand.

–Vaya problema, este lugar era perfecto y tranquilo como para instalarnos –El único hombre del grupo iniciaba con su característico pesar cuando las cosas no salían bien, pero no pudo continuar con su actitud pesimista cuando recibió un golpe en el brazo de una de las mujeres que iba con él –¡Ya basta Karlton! Apenas hemos revisado dos manzanas, treinta calles, cinco suburbios ¡Es muy temprano para rendirnos! –tras su expresión, mostró el pulgar arriba en señal de buena aptitud ante lo sucedido, mientras que Karlton se sobaba el brazo y suspiraba por tan detallada situación.

–Señorita Jance, considero incorrecto el uso innecesario de fuerza para esta situación, sin embargo, comprendo al caballero Karlton, ya llevamos dos días de búsqueda, es normal que un individuo común pueda desanimarse con tales adversidades –Continuaba la conversación una segunda mujer, hablando lo más formal y educado como le fuera posible, aunque en un principio Karlton afirmaba a lo dicho por ella, cuando escuchó haber sido llamado "común" le hizo molestarse –¡Un momento Lilliam! ¿A quién le llamas común? –.

–Calma, calma, luego de una taza de café seguro podremos dar con el lugar indicado, no se desanimen ¡Sean como Jance! Con el ímpetu a tope –Respondía la última mujer que iba en el cuarteto, y ante tales palabras, Jance daba la razón con una sonrisa, Lilliam simplemente se inclinaba de cabeza y Karlton, pues él –Está bien, entendido jefa, no necesita ponerse en mi contra de ese modo –sí, tuvo una opinión al respecto mientras cerraba su ojo izquierdo y llevaba su diestra detrás de su cabeza, pero al parecer aquello no interrumpiría la búsqueda.

No es necesario mencionar que no se habían rendido a la búsqueda, a pesar de llevar ya un par de horas cuando tal situación se dio, no fue hasta ya llegada cerca de las 6:30 de la tarde que lograron encontrar aquello que buscaban, un local de dos pisos, perfecto para lo que querían hacer, además de contar con un segundo nivel donde podrían, sin lugar a duda, habitar. El local, además, estaba para alquiler, por lo que, lo único que tuvieron que hacer fue comunicarse con el encargado.

Un par de días pasaron tras aquel hallazgo, y con gran velocidad y negociación, el cuarteto se encontraba ya trabajando en lo que harían, pero. ¿Cuál era su objetivo? Crearían una cafetería, donde no solo venderían café variado, sino que, a su vez, deliciosos postres y bocadillos para el deleite del paladar de quien desease pasar un rato ahí. Aquello sin duda sería perfecto.

Sin embargo, era necesario hablar un poco del cuarteto, de lo contrario, sería complicado comprender quienes eran. –¡Jefa! ¿Dónde estará la cocina? –gritaba Karlton Magbum, quién era un pelirrojo de 1.86 metros de altura y tenía 22 años de edad, la verdad era que tenía mucho cabello sobre su cabeza, pero lo distribuía de forma extraña, por un lado, al centro dejaba que caigan mechones gruesos sobre su frente, tres para ser exacto, pero a los lados dejaba su cabello parado y de punta hacia afuera, las patillas eran gruesas y un poco largas, además, siempre se acompañaba de una barba en el mentón solamente, la cual era un poco alargada y curveada, como formando una especie de rayo. Su oreja izquierda llevaba un arete con forma de espátula.

–Todos los preparativos en la zona de las mesas están obteniendo resultados óptimos –Lilliam Hearthburn, de 1.71 metros de altura y 25 años de edad era, sin lugar a dudas, una profesional del orden y el manejo de recursos, cosa que los lentes cuadrados y pequeños que tenía le ayudaban mucho en su apariencia ante tal labor, además, llevaba el cabello corto, a excepción de algunos mechones que llegaban un poco debajo de su mentón, estos eran negros. La expresión de su rostro siempre era extremadamente seria, parecía que no conocía algún tipo de emoción, pues su voz también solía siempre ser muy formal y seria, además de extremadamente educada.

–¡Háganse a un lado que llevo carga! –la fortachona del grupo, con su 1.83 metros de altura y sus 26 años, Jance Greef era un ente lleno de positivismo, esfuerzo y lo suficientemente tosca como para contrastar con Lilliam. De cabellera corta a su derecha, y peinada de lado hacia la izquierda, siendo esta parte un poco larga llegando casi a la altura de su mentón, de color marrón. Sin duda no sólo su personalidad sobresalía, sino también su fuerza física, siendo una mujer capaz de cargar muchas cosas, pero no sólo eso, sino que, en cuanto a preparar café, era una profesional en su trabajo.

–Mantengamos ese ritmo, pronto estaremos abriendo nuestras puertas ¿Entienden? –finalmente, la jefa de aquel proyecto, Tiamat, con 1.75 metros de altura y 25 años de edad, quién posee un cabello similar al de Jance, con la diferencia que el peinado de Tiamat cae más por delante, y que es rubio. Información sobre ella es... mínima, más allá de ser la dueña de la idea y proyección de la cafetería, pero por alguna razón todos los que trabajan con ella le siguen con ciega lealtad.

Tras las presentaciones, y una semana de trabajo intenso, por fin Jance junto con Karlton colocaban aquel letrero en la entrada, el cual dictaba: "Café Moonlight Dragon". –¡Excelente trabajo! A partir de hoy, Moonlight Dragon abre sus puertas. Esto hay que celebrarlo ¡Café para todos! –inauguró y se expresó la rubia con suma energía tras ver ya el local con la disposición para abrir, y junto a ella todos lanzaron un grito de euforia... bueno, Lilliam dijo un bajísimo "yey" simplemente para expresar que le agradaba todo aquello, pero bajo el grito de los demás sin duda quedó apagado.

Y de este modo se hizo la apertura, claro, el primer día de trabajo no fue sino hasta la mañana siguiente, cuando los primeros clientes iniciaron a llegar. Por supuesto, si cualquiera creería que este local sería una simple cafetería, sería mejor que olviden tales cosas, pues esta era, simplemente, el inicio de un sinfín de situaciones interesantes.

Moonlight Dragon CaféWhere stories live. Discover now