⌗ EL CABALLERO DE LA FREGONA ♡̷̷%՞˖

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─ Mmmh, mmmh, me encanta el olor de mierdas de cabras por las mañanas.

Seungyoun, que iba caminando en cuclillas, estando su cabeza a la altura del culo de dichos animales, salió de aquel cercado de la misma forma, comenzando un nuevo y maravilloso día con energía.

Paseó por la arteria principal de su pueblo, llamado Cabezanabo, una simple calle venida a menos con cuatro casas cutres en medio del campo, en el reino de Nubswood.

Su mundo, básicamente estaba compuesto por cuatro grandes reinos y unos cuantos pueblos de mierda alrededor, que su mera existencia se basaba en el ganado, el cultivo y en pagar impuestos, pero no estaba mal.

Su vida se basaba en gastar energía no haciendo nada y eso le gustaba. Simplemente daba vueltas por ahí, de vez en cuando hacía alguna estupidez, como construir una catapulta con sus poderes psíquicos frikis, aunque la mayoría de las veces el único lesionado era él mismo.

También le gustaba jugar con los perros que veía por la calle y estresar a las gallinas de su vecino, Hangyul, por qué no.
Ya que el propio dueño se estresaba igualmente y le daba mucha risa. Qué cosas, ¿no?

Su madre le solía decir que perdía el tiempo y que debería hacer algo con su vida, en vez del gilipollas, básicamente.

¿Pero qué podía hacer?

Hasta que un día se le ocurrió la idea del siglo.

─ ¡Voy a construir otra catapulta! jajaja q kreisi.

Y de nuevo, fracasó.

Mas, si vamos de fracaso en fracaso, pasemos a la historia de Wooseok, un joven con aires de grandeza y quizá un poco de retraso que vivía en la otra punta del mundo, en el reino de Trodain.
Él, iba por las calles de los pueblos cercanos con un gorro puntiagudo como un duende, un escudo robado de soldado a la espalda, unos pantalones cortos, ya que siempre tiene calores acumulados, nada arriba owo y... Su arma más letal.

Una fregona.