𝗔𝗧𝗧𝗘𝗡𝗧𝗜𝗢𝗡 | capitulo dos

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—¡Freddy, ya basta! ¡Quédate aquí, no puedes venir conmigo, ya te dije el porqué!—Chip le dijo al de ojos azules, sentando a este en la cama para que no se levantara

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—¡Freddy, ya basta! ¡Quédate aquí, no puedes venir conmigo, ya te dije el porqué!—Chip le dijo al de ojos azules, sentando a este en la cama para que no se levantara.

El menor estaba muy cansado después de todo el trabajo que tuvo ese día, pero quería dormir con Chip, no quería hacerlo solo en aquella gigantesca cama que tenía, se sentía solo si Chip no estaba con él.—Freddy, por favor... Ya es tarde y tengo que irme, quédate, ¿Si? Por favor, bebito, no tardo, solo una hora.

—Eso dijiste hace unos días y llegaste hasta las cuatro de la mañana, me quedé esperando por ti como un imbécil, y nunca llegaste.—Le dijo molesto, cruzando sus brazos. No le gustaba cuando Chip le mentía.—¿Por qué llegas tan tarde? ¿Con quién estás? ¿Qué haces ahí?—Le preguntó, aún molesto.

Chip suspiró, no había nada más que hacer en ese momento, que solo irse de una vez, aunque Freddy se moleste, tal vez iba a quedarse en casa de Hayley esa noche para no molestarlo más. Caminó fuera de la habitación, haciendo que Freddy se molestara aún más, se sentía horrible la manera en la que Chip ni siquiera le respondió ninguna de sus preguntas. El castaño de ojos azules lo siguió y lo agarró del brazo de forma fuerte.

—Freddy, suéltame, ahora. ¡Suéltame, cabron!—Quitó su brazo del agarre del contrario, tenía una marca ahí, por lo cual solo miró de forma sería al de ojos azules.—¡¿Qué te está pasando, cabron?! ¡No puedo salir de este maldito lugar sin que estés mamando con lo mismo! ¡Todos los chingados días es igual, cabron, no puedo con esta chingadera todos los días de mi vida!

—Yo... Yo quiero... Que te quedes... Conmigo...—Susurró, con pena y lastima.

—¡¿Para qué?! ¡¿Para qué me quieres tanto?! Ugh, no eres un niñito, Freddy, ya estás grandecito para seguir con estas mamadas y berrinches tuyos.—Le dijo de la misma manera para después agarrar sus cosas, no iba a volver ese día a la casa.—Ni siquiera te atrevas a llamarme esta noche, no te responderé.

Chip se fue de ahí, dejando a Freddy solo en el departamento, el de pecas solo sintió su corazón destrozarse por lo que le habían dicho, se sentía mal, ¿Acaso ya no era suficiente? Freddy se fue a la habitación, sin darse cuenta había comenzando a llorar, sus ojos se llenaban de lágrimas mientras sentía su cuerpo temblar por el miedo que tenía de qué Chip no vuelva esa noche. Se sentó en la cama llorando aún más, se sentía mal.

—¿Por qué no me ama? ¿Es mi cuerpo? ¿Ya se cansó de mi? Debe de ser mi cuerpo, tal vez subí de peso y ya no le gusto...—Se dijo así mismo, levantándose para ir al baño, alzó su camisa viendo su cuerpo, estaba muy, muy delgado, sus costillas podían verse un poco, pero... Él no se veía así, él se veía mal, se veía gordo, se veía tan mal, se odiaba demasiado.

No lo pensó ni dos veces pero, comenzó a vomitar absolutamente todo, a provocarse este, no le gustaba hacerlo, pero tenía que, tal vez de esa manera perdería peso y sería más fácil. Al cabo de unos segundos, terminó, se limpió y cepilló los dientes para quitar esa horrible sabor de boca que tenía. Se sentía feliz de haberlo hecho, tiró de la cadena para dejar que todo se vaya. Sonrió, sin saber que lentamente se estaba matando también, pero le gustaba eso. Matarse de hambre era algo que disfrutaba para poder verse bien según él.

En otra parte, estaba Chip, había terminado de cantar algunas canciones, y se dirigía a casa, una hora como le había dicho a Freddy, se había calmado un poco y pensado en lo que había hecho y dicho, se sentía muy mal, ¿Qué estaría haciendo su amado en ese momento? Pensó que tal vez debe de estar durmiendo, nunca pensó que Freddy se estaría haciendo daño en ese momento. Hayley lo llevó a casa, pero en el camino, la de cabellos verdes sacó tema de conversión.

—¿Qué pasó con Freddy? ¿Está bien?—Le preguntó por su amado, Chip solo suspiró, dando a entender que todo había salido mal ese día.—¿Ahora que pasó?

—Ugh, le grité. Estaba cansado de que no me deje en paz, que no me deje salir ni a trabajar, ayer fue igual, solo me quiere para que me quede en casa todo el día, y le de cariñitos todos los días, pero no puedo, si, se lo puedo dar, sabes que siempre le he dado cariños a mi bebito, porque lo amo y me gusta verlo feliz, pero... Se está pasando de verga, no puedo estar con él todos los días.

—Chip, es Freddy del que estamos hablando, sabes que él nunca recibió tanto cariño cuando niño, siempre era estudiar y estudiar sin parar todos los días, nunca tuvo a alguien quién lo abrazara y lo tuviera en brazos todos los días, llamándolo con esos nombres tan tiernos, es obvio que te necesita, te ama mucho, eso es obvio, y te necesita para poder sobrellevar ese problema.

—Sí, aún así, me está chingando la vida.

—¿Y esa marca en tu brazo?

—Él me lo hizo.

—... ¿Qué? ¿Él? ¿Tú bebito como le dices te hizo eso?—Preguntó, sorprendida de qué la marca no se había ido, de echo parecía que iba a ser un moretón en unos días, uno bastante grande.—Ten cuidado con él, si te puede hacer eso en segundos, no sabes qué más.

—Lo sé, pero no me quedaré de brazos cruzados para que me maltrate... Ese wey, espero no crea que soy como sus ex-novios. Quiero decir... Si, amo a mi bebito, es mi niño lindo, pero ya, estoy hasta la verga de que no me deje salir a divertirme.

—Ten cuidado también con lo que dices, Freddy puede ser muy... Explosivo, debes de ver por él en cuanto llegues, tiene recaídas en su anorexia y depresión, puede hacerce mucho daño. Ten cuidado con tus palabras.

—Puta madre.

Al cabo de unos minutos, Chip abrió la puerta, escuchando ruidos en el baño, rápidamente corrió hacia ahí, abriendo la puerta, viendo a Freddy vomitando.

—No, no, no, no, bebito, no, no hagas eso.—Lo agarró en sus brazos separando al menor de ahí, limpiando las labios del contrario, era obvio que se iba a desmayar en cualquier momento. Hayley estaba ahí también para asegurar que todo esté bien.—¡Hayley!

Hayley corrió hacia el baño, entendiendo lo que tenía que hacer. Inmediatamente llamó a una ambulancia, tenían que llevarlo de inmediato al hospital, su estómago estaba matando al Fazbear poco a poco por la falta de comida, además de que a ese punto, Freddy estaba vomitando sangre.

—Tranquilo, cariño, todo está bien, todo está bien, bebito, ya no te dejaré solo, Freddy, lo siento mucho por dejarte.—Le dijo, abrazandalo, sintiendo que la respiración del contrario se hacia cada vez menos.—No, no, Freddy, no me hagas esto, cariño, bebé osito...—Le miró, viendo que este no lo miraba de igual manera, solo miraba a un punto fijo.

No paso ni un minuto y la ambulancia ya estaba ahí. No necesitaban el nombre, ya sabían el nombre del Fazbear al instante. Chip quería ir con él, pero Hayley lo agarró, no quería que se fuera, podía hacerle muy mal aquello. A los minutos, la noticia ya era trending en Twitter, en todas las redes sociales estaban esperando las noticias buenas de qué Freddy estuviera bien. La madre Fazbear fue directo al hospital, rápidamente y casi llorando por la vida de su hijo.

—Si, si, mi hijo, Freddy Fazbear, necesito verlo—La mujer dijo, desesperada por saber cómo estaba su pequeño hijo menor, estaba casi llorando por verlo. Pero Freddy ya estaba siendo atendido.

𝐀𝐓𝐓𝐄𝐍𝐓𝐈𝐎𝐍 | frechipWhere stories live. Discover now