nct stuff ✧ nct

[022]; Mark.

Y de nuevo aquí, en el sueño ajeno de la persona que era mi supuesto hilo rojo. Ya lo había estado durante casi tres meses, y podía decir que ella me conoce tan exactamente, que pensaba que ya no era un sueño.

—¿Cuándo podremos conocernos en persona, Mark? —preguntó la linda chica de ojos claros.

—No lo sé, pero realmente ya quiero conocerte. —le dije tomando sus manos mientras ella me observaba. —Espero que sea pronto, no espero el día en poder vernos.

—Yo quiero verte ya. Me siento realmente triste cuando despierto y no puedo siquiera recordad tu rostro, Mark. ¿Cómo lo olvido siempre?

—Quisiera también recordar tu rostro, o tu nombre, pero esto es tan complicado.

Los dos nos quedamos en silencio y nos observamos mutuamente. No era el típico silencio incómodo, este era ese silencio con el que me sentía tranquilo junto a alguien.

—Prometo buscarte, te lo prometo. —le dije y ella sólo sonrió y acarició mi rostro, hasta que dejé de verla.

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Desgraciadamente pasaron cerca de 3 años y no tuve respuesta alguna después de ese último sueño en el que prometí buscarla, pero luego, no hubo más sueños, más encuentros, nada, fue como si la tierra de los sueños se la haya tragado.

—¡Hey Mark! —apareció mi mejor amigo, Taeyong. —¿Cómo estás hermano?

—Hola Taeyong. —dije saludándole con la cabeza. —Ya sabes, lo de siempre.

—¡Ah~! Vamos, no estés así.

—¿Crees que no me desespero? Sigo sin entender. Ella simplemente desapareció, fue como si la tierra se la tragara. Han pasado ya tres años, Taeyong. ¡Tres años! ¿Dime, cómo hiciste cuando supiste que era ella?

—Tampoco te me alteres. Supongo que las conocerás en el momento indicado —dijo y pasó una mano por mis hombros —. Ahora que lo pienso, su voz fue clave para reconocerla y claramente porque el dolor de cabeza se aumentó más de lo normal.

—¿Así cómo el de mis sueños?

—Así mismo. —explicó mi mayor. —Pasemos a lo importante. —dijo el cambiando de tema. —Hoy en a noche, vas a venir conmigo y con los chicos a una fiesta que habrá en casa de Johnny. Él nos presentará a su hermana melliza que vino de a estudiar de Illinois. ¿Sí?

—No lo sé, tengo cosas que hacer.

—Cancélalas. Ya acepté por ti. —dijo quitando las manos de mis hombros.

—¿Qué hiciste qué?

—Allá nos vemos.

Nuevamente retomé mi camino hacia la librería. Necesitaba un libro para mi clase de historia, y obviamente, otro libros para leer.

—Hola, estoy buscando un libro de historia.

La señora de anteojos me mostró el camino hacia mi felicidad. Justo delante de donde de encontraban otras personas. Busqué mi libro y lo encontré. Justo cuando estaba por irme me encontré una escena realmente graciosa.

—Disculpa, ¿Te ayudo?

La chica no llegaba al libro, así que me acerqué y le ayude a pasarlo, ya que yo era un tamaño promedio, pero alcanzaba.

—Gracias. —dijo en un tono suave y cin la cabeza gacha, apenas escuché ni pude observarla.

—No hay de qué. —le dije y fuí a retirar el libro.

En ese momento sentí un dolor en mi pecho, pero no era nada grave.

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Esta ya frente a la mansión de Johnny, esperando a Taeyong, al llegar él, entramos con los chicos y buscamos primeramente a Johnny.

—¡Hey chicos! —gritó Johnny.

—Johnny, amigo. Buena fiesta hermano. —dijo Taeyong.

—Gracias, aunque es más de mi hermana que mía. Es un recibimiento para ella.

—Cierto, ¿Pero, dónde está ella?

—Está haciendo amigos, si se le puede decir así. Voy a llamarla, realmente quiere conocerlos.

Johnny le gritó a una chica de cabello largo, ojos claros y linda sonrisa, que ví cuando se acercó a nosotros.

—Chicos ella es ___, mi hermana melliza. ___ ellos son mis amigos, Taeyong, Yuta y Mark. —Johnny nos señaló a cada uno.

—Hola —habló ella y la observé, era la chica de la tienda con una voz muy familiar —, soy ___. Encantada de al fin conocerlos.

—Mucho gusto, el placer es nuestro.

—¿Quieren algo de tomar?

—Así estoy bien, gracias Johnny —dije amablemente. —Estaré por allá.

Lentamente caminé entre las personas y me dirigí hasta la terraza que estaba ahí, me senté a contemplar la noche que estaba hermosa, y sentí nuevamente el dolor en el pecho.

—Disculpa —dijo la chica que estaba entrando. —, siento mucho interrumpir lo que sea estuvieras haciendo, ¿Nos conocemos? Siento que te he visto antes.

El dolor se hizo más fuerte, y yo cerré mis ojos, haciéndome recordar los sueños pasados.

—¿Estás bien? —dijo la chica sacándome de transe. —Siento molestarte, es que...

—___... Soy yo, Mark. Nuestros sueños.

—Mark —dijo con sus ojos brillosos. —Al fin te encuentro. —dijo y me abrazó, a lo que yo concordé sin pensarlo dos veces.

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—Es enserio, Mark. —dijo Johnny quejándose por tercera vez. —Sigo sin creerlo y sabes que es lo peor. ¡Qué no lo encuentro!

—Ya lo vas a encontrar, así como yo encontré a la mía. —dije y le sonreí a la chica a mi lado.

La misma de la librería, la de mis sueños y la que sería la madre de mis hijos.