Octava Parte

120 3 1
                                    

Las situaciones tensas eran el comienzo de una verdadera tortura psicológica.

Luego del encuentro entre esas dos madres, siempre nos encontrábamos "bajo amenaza". Claro estába que nadie creía en la teoría de mi mamá, pero era inevitable que la duda sacudiera a todas las personas ligadas a nosotras.

Mi mamá tomo una medida bastante complicada de manejar y fue poner al tanto a todo el mundo de sus sospechas, maestros, amigos, familia. A donde quiera que llegaba me comentaban cosas como "pero tu estas segura que son solo amigas" o "es que a ti no te pueden gustar las mujeres" quizás también una historia de alguien a quien conocían (supuestamente) que había tomado esa "decisión de vida" (como si uno realmente decidiera por quien se te mueve el suelo)

me contaban de lo trágica y espeluznante que se había hecho la vida de esas personas. No lo niego, me llenaban de terror, pero me pregunte a mi misma mil veces "como algo tan maravilloso que sientes como es el amor podría llegar a ser una total desgracia para mi vida".

Todas las personas homosexuales en algún momento se sienten avergonzados de su imparable atracción y deseo por el mismo sexo, pero en verdad podrías sentir que eso tendría una repercusión en el desarrollo "exitoso" que todos deseamos?

En mi caso fue un proceso sumamente confuso, yo sentía estar enamorada de ella pero no me sentía atraída por ninguna otra mujer. Claro, no en ese momento.

Sin embargo todo entre nosotras iba cada vez mejor, hasta creo que nos olvidábamos de lo que nos rodeaba o nos asechaba (para decirlo mejor)

La situación con mi mamá hacia crisis sin yo darme cuenta, mi paseo por las nubes no me permitía prestarle atención a nada más que no fuera mi novia y yo.

Ella de la nada se convirtió en algo muy similar a un detective, comenzó a visitar el colegio donde estudiaba ella, quedándose a las afueras del recinto esperando que saliera, quizás con las ganas de descubrir algo que dijera quien era ella en realidad. Hablo con profesores e incluso con la directora del colegio, rebuscando pasados, historias que le sirvieran como argumentos (al menos ante mi papá) para defender su radical opinión sobre nuestra relación, no encontró absolutamente nada. (años después descubrí esta parte) Todo parecía jugar a nuestro favor, al punto de que nos olvidamos por completo de que ella nos buscaba separar.

Se acercaban mis 15 años, celebración que en mi país como en toda Latinoamérica es un acontecimiento apoteósico para cada familia que tiene hijas. Para ese entonces comenzaron a sonar bastante lo que llamaban "Cruceros de Quinceañeras", honestamente a mi me fascinaba esa idea desde antes de pensar que estaba por cumplir 15 años. Me llenaba de emoción el hecho de viajar, conocer otros lugares, pero llegado el momento de "planificar" que se iba hacer para celebrar tan esperada fecha, mis padres comenzaban a preguntarme ¿Qué quieres hacer para tus quince años?, por mucho tiempo manifesté mis ganas del crucero, pero ellos insistían en que "un viaje, lo puedes hacer en cualquier momento, pero ese día de fiesta en salón, con un vestido hermoso y todos tus seres queridos presentes viéndote bailar con todos los invitados, no se comparaba con nada". De verdad podía sonar muy bonito todo el cuento pero jamás me atrapó, lo que yo quería hacer era viajar, nunca había salido del país así que me parecía la escusa perfecta para escaparme un poco de la realidad.

Como cualquier relación las cosas eran conversadas, nosotras a pesar de tanta inmadurez teníamos muy buena comunicación, yo le comento a mi novia que mi familia insistía en que se acercaba la fecha y tenía que decidir que iba hacer para ese "bendito evento social", ella en varias oportunidades me decía que ellos tenían razón, que la fiesta era algo que me iba a disfrutar, pero jamás había mencionado el punto que luego me convenciera por completo: "Es que si te vas no podré pasar tu día contigo"

historia de mis amigasWhere stories live. Discover now