cap 41

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Solté una carcajada y me senté a su lado. Él rápidamente pasó su brazo sobre mis hombros, acoplé mi anatomía a la suya y acomodé mi cabeza sobre su hombro. Giró e inclinó su cabeza para poder verme, le sonreí y besé fugazmente sus labios. Regresó su mirada hacia el televisor y presionó un botón del control.

Los cortos incluidos en el DVD comenzaron, seguía sin saber cuál era la película que había elegido hasta que apareció el menú principal.

—¿The Notebook? —pregunté soltando una risita.

—¿Qué tiene? Es la primera que encontré —dijo sin entender— ¿La cambio? —me preguntó a punto de levantarse.

—¿Nunca la has visto? —le pregunté impresionada haciéndolo regresar y que no se pusiera de pie.

—Noup —contestó acomodándose de nuevo.

—¡ross! ¡cómo es posible eso! ¡Todo mundo conoce esa película! —volví a reír.

—¿Tan buena es?

—Solo ponla —le dije besando su mejilla.

La película inició. Al comienzo ross parecía aburrido. Y con obvia razón; tenía al chico más inquieto que conozco sentado mirando una película de romance y drama.

La película iba a mediación, el recipiente de las palomitas ya estaba vacío y ross se entretenía jugando con mi cabello.

—¡ross! —alargué abrazándolo.

—¿Qué? —dijo en el mismo tono que yo.

—Ponle atención —lo golpeé levemente en su estómago.

—Estoy poniendo atención, pero tú tienes la culpa de que me distraiga —dio un beso en mi cuello haciéndome estremecer. Finalmente logré que le pusiera atención pero aún así seguía jugando con mi cabello.

—Ahh —bufamos cuando se escuchó el sonido del teléfono.

—Yo contesto —le dije poniéndome de pie, ya que seguramente eran mis padres. Y así fue era mi padre, me preguntó que por qué no había respondido el teléfono, yo solo le dije que estábamos afuera en el jardín y no escuché el teléfono. Después de todo era cierto. Hablé con mi madre y hasta con la pequeña Ana quien decía que no me extrañaba en lo absoluto, pero una pequeña risita por parte de ella me indicó que era mentira.

Caminé de nuevo a la sala cuando terminó la llamada, reí al encontrarme con ross perdido en el televisor, volteó a verme con la boca abierta. La película había terminado.

—O sea que ellos...ella...él... —balbuceó enternecido, caminé hacia el sofá y me senté abrazándome a su torso.

—¿Te gustó? —le pregunté riendo.

—Mm...no tanto como me gustas tú —tomó mi barbilla para suavemente subir mi rostro y así unir nuestros labios.

—¿Quién era? —me preguntó separándose de mis labios.

—Mis padres.

—¿Todo bien?

—Todo bien.


El tiempo pasaba, digamos, muy rápido. Estando con ross era más que especial. Su forma divertida y a la vez tierna de ser me volvía loca. Estábamos todo el tiempo juntos; él me llevaba al colegio y pasaba por mí. Por más que le decía que no era necesario él insistía en hacerlo. 

—¡Hoy cumplo dos meses con ross! —le dije con una sonrisa de oreja a oreja a Carla.

—Ya lo sabía —dijo riendo— Tienes dos semanas hablando de eso.

—¡Hey! —alargué riendo.

—¿Y qué van a hacer? —me preguntó.

—Pues no lo sé, me dijo que me tenía una sorpresa, pero no dijo nada más —en realidad no tenía ni la mínima idea de cuál era su ‘sorpresa’ ya que incluso me pidió que si podía irme al colegio en mi auto, ya que tenía que hacer un par de ‘cosas´.

El receso terminó y yo aún seguía preguntándome qué es lo que prepararía ross, las clases demoraban una eternidad, incluso me llevé algunos retos por parte de los maestros quienes me pedían que me concentrara y dejara ‘mi mundo’. 

Finalmente tocó el timbre de salida, tomé mis libros y los metí en mi bolso, esperé a Carla y juntas salimos.

Caminábamos de lo más tranquilas, cuando sentí que alguien por detrás me abrazaba por la cintura y me levantaba para luego girar rápidamente.

—¡Chris! —grité mientras este seguía girando conmigo, él sabía que detestaba enormemente que hiciera eso. Cosa que lo motivaba aún más a realizarlo— ¡Bájame! —le dije entre risas.

—Ahora entiendo por qué tus novias terminaban tan rápido contigo —le dijo Carla levantando una ceja. 

—¡Carla está celosa! —canté haciéndola soltar una carcajada.

—Tú sabes que te amo —le dijo Chris a su novia abrazándola— Pero lau es como mi hermana —dijo abrazándome a mí también.

Antes de que Chris se cambiara de casa, cuando salía con una chica, a la semana dejaban de salir, ya que no soportaban la forma en la que nosotros nos llevábamos. Pero Carla sabía muy bien que no pasaba de una amistad y sentimiento de hermandad.

—¿Y eso de que hoy no viene por ti? —preguntó mirando al frente.

—Dijo que tenía que hacer unas ‘cosas’ —hice comillas en la última palabra.

—No entiendo por qué sales con él —dijo haciendo cara de repulsión.

Después de casi tres meses no había logrado que ross y Chris se llevaran bien. Simplemente al verse a algunos metros de distancia ambos se ‘obsequiaban’ miradas asesinas.

El Niñero Raura <3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora