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Pov. Hendery

Me deshice del molesto abrigo tan pronto ingrese a mi clase, hice contacto visual con Renjun que ya se encontraba en su lugar, sonriendo como el gato loco que es. Quizás ya había dejado la nota y el chocolate donde Xiaojun. 

—¿Lo has hecho?— interrogue tomando asiento a su lado, mi corazón latía violentamente en mi caja torácica mientras esperaba su respuesta. Él medito, llevándose un dedo a la barbilla me hizo esperar más de lo necesario, poniendo cierta incertidumbre. 

—Si— dijo simplemente, una sonrisa divertida burbujeando en su cara. —Escuche que hoy unirán nuestras clases en el auditorio, debes estar emocionado— agregó quitando la inexistente suciedad bajo sus uñas. Sonreí, es tan tonto. 

—También gimnasia— tararee alegremente, sintiendo el incesante aleteo de las mariposas en mi estomago. Hoy sería un buen día desde que podría ver a Xiaojun durante casi todo la mañana. Masaje mis mejillas, aún se encontraban adoloridas a causa de la sonrisa boba que había estado teniendo durante todo el fin de semana. 

—Woah, alguien está de buen humor el día de hoy— bromeó señalandome, fingiendo una expresión de sorpresa y sobre actuando al respecto, mirándome con los ojos bien abiertos. 

Dejé escapar un suspiró, notando las miradas curiosas y extrañas de nuestros compañeros, quizás sorprendidos sobre la actitud entusiasta que tenía el día de hoy. 

Me pase las siguiente hora pensando y trazando un plan para acercarme a Xiaojun de la mejor manera, sin asustarlo y mostrarle un poco sobre mí. Decirle mi nombre, podría volverme su amigo. Eso sería suficiente y me haría feliz, sólo quiero que sepa sobre mí. 

Se hizo hora de irnos al auditorio, y yo fui ahí con una sola cosa en mente, sentarme al lado de Xiaojun de ser posible o quizás, si fuera un poco más valiente, conversar con él. 

Lamentablemente para el momento en que ingresamos en el auditorio, el lugar estaba demasiado lleno y nos tocó sentarnos al fondo. Me dedique a ver la curva del cuello de Xiaojun, suspire, siempre me había gustado específicamente esta zona de su cuerpo. 

La sesión trato hasta donde fui capaz de captar sin prestar atención, fue que habría un viaje escolar para los alumnos de último curso la próxima semana y las habitaciones serían sorteadas, volviendo una mezcla homogénea a la generación. Después de que el director diera su tan tradicional discurso sobre el compañerismo y lealtad, nos dieron permiso de retirarnos. 

Renjun me cogió del brazo, llevándome con él hacia los vestidores. —Vamos a dejar otra nota en su casilla antes de que el resto vaya hacia los camerines— dijo mostrandome una pequeña libreta de post-it en forma de corazón. Gemí, no podía creer que me fuera hacer utilizar esa tonta figura. 

Nos escabullimos sin que nadie fuera capaz de vernos, caminando sigilosamente hasta nuestro objetivo. Renjun extrajo un clip de su bolsillo y me tendió las notas junto a una pluma. 

—Escribe mientras me encargo del resto— fruncí el ceño al verlo comenzar a trabajar en el casillero de Xiaojun. Abrí la boca con incredulidad, no podía creer que fuera a abrir la casilla para poner la nota ahí. 

—¿Qué haces?— agarré su muñeca, deteniendo sus acciones, ganándome un gruñido por su parte. Mi amigo tenía esa mirada que dice “suéltame o te mato” en sus ojos, así que deslice mi agarre rápidamente y lo deje libre. 

—He conseguido ese peluche que una vez dijiste querías darle, y lo vamos a meter ahí junto con la nota ¿ok?— su tono no admitía negativas, así que hice una señal de estar de acuerdo con la mano y él sonrió satisfecho con mi respuesta. 

Comencé a anotar alguno de mis tontos pensamientos sobre Xiaojun para escribir, sin embargo, nada venia a mi cabeza hasta que recordé los bombones que suelen gustarme. 

—¿Tendrás algún bombón contigo?— Renjun frunció el ceño negando, revolví mi cabello pensando si habría manera de conseguir uno en los siguientes dos minutos antes de que se llenara el vestidor con el resto de alumnos. 

Repentinamente recordé que guardo una caja llena de estos en mi casillero y fui hasta él, extrayendo uno rápidamente. Escribí la nota torpemente, y le arrebate el peluche a Renjun para meterlo en la casilla de Xiaojun junto al bombón y la nota. 

Hicimos como si acabáramos de llegar junto al resto cuando el lugar comenzó a abarrotar con los estudiantes de ambas clases. Empuje a Renjun cuando este rió descaradamente al notar que Xiaojun se dirigía distraídamente hacia su casillero. 

Le observé detenidamente, siendo testigo de su expresión de sorpresa al ver lo que se encontraba dentro junto a sus cosas. Mordí mis labios, conteniendo una sonrisa para no levantar sospecha. Él había tomado el conejo de peluche con una de sus manos mientras con la otra sostenía el bombón junto a la nota. 

Sus mejillas se colorearon de un pálido tono de rosa, deleitándome con su sonrisa avergonzada mientras releía la nota una y otra vez. Busco acaloradamente alrededor con la mirada, como si pudiera descifrar o descubrir quien había dejado eso ahí para él. 

Satisfecho me dedique a cambiarme, la clase estaba por comenzar en cualquier momento. 

Treat You Better || XIAODERY Where stories live. Discover now