Capítulo 34

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Spock despertó y se encontró envuelto en los brazos de Jim, quien parecía estar leyendo algo en su pad.

Con una sonrisa, el rubio le saludó.

-¿Cuánto dormí?-preguntó el pelinegro.
-Unas cinco horas ¿Cómo te sientes?
-Descansado ¿Y tú?
-Bien; recuperé mi memoria y tengo a mi vulcano favorito conmigo ¿Qué más podría pedir?

El primer oficial curvo sus labios levemente, pasando sus brazos alrededor de la cintura del capitán, acercandole.

-¿Has pensado en hablar con el doctor? Estaba molesto cuando se enteró que era el único que no estaba al tanto de nuestra relación.-A Spock le preocupaba la relación entre Jim y Huesos, ya que sabía que este último era parte fundamental de su vida.
-Por supuesto.-Jim estuvo pensativo unos segundos-No se lo he dicho a nadie, pero no quería decirle porque estaba afligido por sus sentimientos hacia Citrine. Sentía que no era el momento.
-Me alegra que me lo cuentes.
-Se que puedo confiar en ti, como espero tú sepas que puedes confiar en mi.
-He aprendido a confiar en tu ilógica, pero abnegada forma de ser y pensar. Es lo que te hace tan único.

Jim río ante el halago y repartió pequeños besos por todo el rostro de Spock.

-Eres tan adorable ¿Recuerdas cuando te recibí sin polera? Juro que tu cara se puso de varios colores.
-Exactamente. Verte a torso desnudo me produjo una sensación incómoda en el vientre.

Jim le miró y alzó ambas cejas, moviendolas de modo sugerentes.

-Jim, te recuerdo que el queja tenido dos incidentes has sido tú.-Spock le dijo, refiriéndose a la veces en que su amiguito había estado más activo de lo normal.
-¡SPOCK!-el rubio se tapó la cara con ambas manos, avergonzado.
-¿Qué?
-Te odio.-Dijo a modo de broma.
-¡Jim!-jadeo el pelinegro.
-Es broma, Spock. Te amo mucho.-Jim sonrió y le abrazó.
-Yo igual, Jim. Mucho.-Spock envolvió a su capitán entre sus brazos de igual forma.

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Citrine mantenía su postura recta en la silla, sin embargo, sus ojos se cerraban ante el cansancio. Últimamente había dormido muy mal a causa de todos lo ocurrido.

-Hola.-Escuchó una voz suave decir y abrió los ojos, encontrándose con orbes azules mirándole desde el otro extremo de la habitación.
-Leonard.-inmediatamente se puso de pie, y a paso apresurado se dirigió hacia brazos abiertos que le esperaban para envolverle.
-Me dijeron que me estabas esperando.-Huesos acariciaba el cabello del pelinegro delicadamente al tiempo que depositaba un beso en su mejilla.
-Quería verte, porque no se cuanto más pueda hacerlo.-confesó.
-Lo se, y he pensado en eso. Quiero hablar contigo respecto al tema ¿Tomamos asiento?
-Por supuesto.

Ambos se sentaron. El ambiente se sentía pesado.

-He pensado que, quizás... podríamos seguir nuestra relación a distancia, y si funciona, podría visitarte de vez en cuando, aprovechando que tu planeta se unirá a la Federación. No se ¿Qué piensas?-las manos le sudaban y se mordia el interior de su mejilla.

Ante la idea de Leonard, Citrine comenzó a llorar.

-¿Por qué lloras?-el castaño preguntó preocupado.

Citrine intentaba hablar, pero las emociones le afirmaban demasiado en ese momento. Intento tranquilizarse lo mejor que pudo, y habló.

-No pensé que querrías seguir con la relación.
-¿Por qué dices eso?
-Porque, no lo sé, no pensé que fuese tan importante para ti, como lo es para mi.
-Lo es, Keith.-Leonard tomó su mano-Claro que lo es.

Citrine sonrió y se limpió las lágrimas que le quedaban en el rostro. Abrazó al castaño y se quedaron así durante un tiempo, y el ambiente se volvió más que agradable.

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Jim y Spock se reunieron con la ministra Onix y ambos emperadores del planeta. También se encontraba el consejo supremo integrado por representantes de todo el planeta.

Citrine y Azurite estaban junto a la pelinegra, ambos habían sido citados por ella.

-Hoy les pedí venir para anunciar ciertas noticias.-comenzó la ministra-Primero, el imputado del caso de la amnesia del capitán, ha confesado sus crímenes y se procederá a senterciarle; Segundo, junto al gabinete de ministros, hemos decidido crear una comisión que será la encargada de establecer y trabajar el vínculo con la Federación, entre cuyos miembros se encuentran mis acompañantes, Aris Azurite y Keith Citrine, por mostrar una dedicación importante a su área de trabajo. Además, entre los otros miembros se encuentra...

Citrine miró boquiabierto a Azurite, quien ya estaba sonriendo a su lado. Durante toda la reunión el de ojos dorados no pudo concentrarse, sólo pensaba en las posibilidades de este nuevo cargo.

-Por lo tanto, quedan listo los temas más importantes, los cuales han sido tratados de forma democrática entre el imperio y la Federación ¿Alguna pregunta?

El silencio se hizo presente. La presentación de la ministra había sido  impecable.

-Entonces, pueden retirarse todos. Excepto el capitán y su primer oficial.

El rubio estaba feliz con el desenlace de las cosas. Cuando se acercaron a Onix, notó que ambos emperadores se habían puesto de pie y precipitado hacia ellos.

-Queridos, los emperadores le ofrecen su más sinceras disculpas por lo ocurrido.-Dijo Onix, y ambos emperadores hicieron una reverencia-Por lo que quieren que acepten ropa hecha a la medida y ornamentación típica de nuestro planeta como una ofrenda de disculpa y respeto.
-No es necesario realmente, estamos bien.-Intentó disuadir Jim con una sonrisa amable.
-Ya no se puede deshacer el ofrecimiento, ya que lo utilizarán en un nuevo banquete que se hará para celebrar la unión, donde podrá venir parte de su tripulación. Será mañana en la noche. Espero no estén tan cansados.
-Si ese es el caso, entonces nos parece perfecto.-Jim sonrió y asintió.
-Muchas gracias, pueden retirarse. Ah, casi lo olvido. Necesito que me envíe quienes asistirán para poder elaborar sus ropas con los sastres del palacio.
-Entendido.

Y con eso, ambos oficiales se retiraron a la nave. Había sido un día largo, necesitaban comer y dormir, y probablemente pasar mucho tiempo juntos.

Correspondido (Spock/Kirk)Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin