✩little nose.

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Estas jodido.

No es casualidad que hoy también esté llegando atrasado a la parada de buses para ir a la escuela, de hecho, todos los días llegó tarde. Lo único que cambia hoy de los demás días es que olvidé mi bufanda.

Sí, estás muy jodido.

Mi nariz es muy sensible al frío, está siempre toma un color rojizo la cual hace que tenga un aspecto enfermizo, además que comienza a doler horriblemente.

Mientras esperaba el autobús, tape mi pequeña nariz con la manga de mi suéter del uniforme, hasta que..

—¡Achoo!

Ay, no ahora por favor.

Me sonroje involuntariamente. toda la gente que también esperaba el autobús giro a verme y me sentí cohibido. Yo no quería estornudar, pero...

—¡Achoo!

¡Basta, Yoongi!

Quería que me tragara la tierra. mis estornudos son una de las cosas que más me avergüenzan, suenan demasiado agudos y se asemejan a los de una niña pequeña.


Esto te pasa por olvidar tu bufanda, idiota.

Gracias consciencia.

Esto ya es suficiente. La picazón se estaba haciendo insoportable. Lo único que quiero ahora es estar acostado en mi cómoda cama, tapado hasta el cuello sin tener que soportar este frío y dolor de nariz.

—Hey... —una voz desconocida se dirigió hacia mi.

Mire a la dirección de quién me hablaba y... wow.

Era un chico con uniforme, un poco más alto que yo, con cabello castaño, ojos saltones y labios finos.

Por segunda vez en esta maldita mañana, me sonroje.

—Uhm... ¿sí? —respondí dudoso.

El chico me sonrió y me sentí desfallecer ahí mismo. Este chico se cargaba la sonrisa más tierna del planeta adornada por unos lindos hoyuelos.

—Veo que estás enfermándote con este frío, toma —me extendió su bufanda.

¿Qué?

—¿Eh? no, no, no ¡No te preocupes! —comencé a negar con mi cabeza—. ¡Estoy bien!

Él solo se río y siguió extendiéndome su bufanda.

—No te preocupes, puedes devolvérmela mañana. Te veo todas las mañanas aquí, creo que no lo haz notado...

Y en efecto, no recordaba haberlo visto antes, y es que la verdad no me importaba quien esperaba el autobús, y tampoco no estoy de mucho ánimos en la mañana

—Yo... —detrás de él pude divisar mi autobús, mi mente entró en un colapso e hice lo primero que alcance a ejecutar.

—Ah... ¡Gracias! —tome la bufanda mientras accidentalmente (no tan accidentalmente) rozaba su mano—. ¡Prometo devolverla mañana! Adiós. —le dije mientras corría a alcanzar mi bus.

Cuando ya estaba arriba del transporte me dirigí a una de las ventanas del lado del paradero para ver si el chico seguía ahí, y para mi sorpresa él estaba buscándome con la mirada.

Cuando me vio me sonrió por última vez despidiéndose con la mano y por alguna razón hice lo mismo, mientras intentaba no mirarlo directamente a los ojos a través del vidrio.

Dios, ¿Qué estás haciendo?

El autobús arrancó. Yo me puse la bufanda de aquel extraño y por alguna razón el aroma no me desagrado, al contrario, tenía el toque de una colonia muy varonil que me gustó bastante.

En todo el camino no pude dejar de pensar en él.


⊰uwu⊱


Al siguiente día no era de esperar que llegué tarde otra vez al paradero de autobuses, aunque ahora sí con mi bufanda y mi nariz sin picazón.

La bufanda del chico la traía en mi mochila respectivamente lavada.

¡Qué va!, quizás no lo veas otra vez en tu vida.

Gracias consciencia, otra vez.

Por alguna razón pensar en eso me producía un pequeño dolor en el pecho.

Lo busque con la mirada y estaba en el mismo lugar cuando lo vi a través de la ventana del bus.

Me acerque tímidamente, le sonreí, él me devolvió la sonrisa, luego antes de hablar comencé a buscar entre mi mochila la bufanda y se la extendí como él hizo el día anterior.

—Toma, ahí está, muchas gra-

—Puedes quedartela —respondió con un tono bastante raro de como recordaba su voz.

Uhm... ¿qué?

—Pero es tuya...

—Escúchame —tomó aire y me miró a los ojos, yo me congele porque no estaba acostumbrado a el contacto visual, no aún con él—. Me llamo Hoseok, todas las mañanas yo te observo. No había tenido el valor de hablarte, pero ahora que ya lo hice no quiero dejar de hacerlo. Por favor, consérvala, al menos para tener algún tema de conversación.

Un ángel, definitivamente es un ángel.

No sabía qué decir, estaba yo ahí sonrojado como por milésima vez, parado al frente de él, el chico quien inesperadamente me presto su bufanda el día que yo la olvide en mi casa, el chico quien es tan lindo como para preocuparse por mi, el chico el cual acaba de confesarme que le llamó la atención, el chico con el cual soñé anoche, porque prácticamente no puedo dejar de pensar ningún momento en él.

—Me llamó Yoongi. —es lo único que atiné a decir.

Él volvió a sonreírme.

—Un gusto Yoongi... me gusta tu pequeña nariz.

—Gracias, a mi también me gusta tu nariz...


Cold nose. ㊒ Hopega.Where stories live. Discover now