Cap 8

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Ese día no era uno de los mejores para Sasuke, había peleado con uno de sus compañeros sólo por no querer pasarle una maldita tarea, y por eso, se encontraba en el salón en forma de castigo por haberle roto la nariz al idiota, pero que quede claro, fue su compañero quien lanzó el primero golpe al estómago del Uchiha, de igual manera quedarse sin receso no era la gran cosa.

— ¡Ja Ja ttebayo!

Sasuke dejó el libro que momentos antes leía en la mesa mientras miraba al rubio con rareza, tenía dos fideos como bigote y su mano estaba sosteniéndolos, en sus hombros llevaba una sábana roja y miraba a Sasuke con una sonrisa.

— ¿A quién le robaste esa sábana, Naruto? — pregunta mirando a su alrededor buscando al dueño de la sábana.

— ¿Naruto? ¿Quién es Naruto? — mira a los lados en busca de alguien — No veo a ningún Naruto por aquí.

— Aquí vamos otra vez... — murmura resignado.

— ¡Yo soy Mushu dattebayo! — le dijo enfatizando las palabras — ¡Y he venido aquí para decirte algo!

— ¿Ah si? — le pregunta con desinterés — ¿Qué me quieres decir?

— ¡Oh ttebayo! — se acercó a él — ¡Se amable con todos!

— ¿Ajá?

— ¡Pero si alguien quiere pelear, tendrás que golpear a ese alguien! — finalizó con una sonrisa cálida.

Y todo tomo sentido con eso, ese tonto después de todo si sabía ser discreto, claro, a su manera.

— Eres un tonto... — le susurró con una leve sonrisa.

— ¿Si? — pregunto tratando de abrazar a Sasuke.

— Si — afirmó dispuesto a corresponder al abrazo que se aproximaba.

Entonces Shikamaru entró por la puerta del salón donde estaban haciendo que Sasuke apartara a Naruto.

— ¡Naruto esa sábana es del taller de teatro idiota!

— ¡No soy Naruto!

— ¡¿Ah no?! ¡Entonces! ¡¿Quién mierda eres?!

— ¡Mushu ttebayo!

— ¡Mushu tu abuela Naruto!

— ¡Hey! ¡No metas a mi abuela en esto!

— ¡Sólo devuelve la maldita sábana animal!

— ¡Deshonor! — se quejó al ser jalado por Shikamaru — ¡Deshonor sobre tu familia! Noma nota ttebayo — le pidió a Sasuke — ¡Deshonorada tú! — apuntó a Shikamaru — ¡Deshonorada tu vaca!

— ¡Ya cállate! — le dijo Shikamaru jalándolo.

— ¡Adiós amor! — grito Naruto un segundo antes de salir del lugar.

Lo único bueno de aquella extraña situación fue que esos dos se fueron lo suficientemente rápido como para ver el sonrojo de Sasuke.

— En serio... Jamás vi a alguien tan loco — y en ese momento Sasuke recordó que no estaba solo en el salón.

Sasuke sólo golpeó constantemente su cabeza en el pupitre.

— ¿Por qué a mí?... — susurra con melancolía.

Naruto era muy raro, Sasuke estaba consiente de eso pero ¿Qué se le iba a hacer? Si raro se nace, raro se vive.

¡Se igual a mí ttebayo! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora