Sinceramente, él

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La pared ya estaba llena de fotografías de diversos árboles y paisajes. El bonsái estaba muy bien cuidado. Evan decidió seguir con su nueva rutina sin importar con quien se encontrara. Unos días antes vio a la señora Murphy, quien comenzó a hacer preguntas sobre él y su hijo y lo único que dijo fueron mentiras.

–Nos juntábamos en su casa cuando...no había nadie. Pero mayormente en la mía. A-aunque no le gustaba mucho juntarse así que nos enviábamos e-mails...

Evan comenzó a hablar y ya no pudo detenerse. No querían que pare.

–¿De qué hablaban? ¿Qué decía Connor? Hace mucho que no lo veo reír

–Él decía que... le gustaría dejar de fumar drogas. Le aconsejé que respirara profundo y saliera a caminar. Dijo que estaba mejorando... Lo lamento

–Si eso es cierto entonces, ¿qué lo motivo a hacer tal cosa?

–T-tal vez se sentía invisible, olvidado, perdido. Como si nadie pudiera encontrarlo. Sentía como si hubiera desaparecido

Aquel día la señora Murphy invitó a Evan a cenar con su familia. No sabiendo como negarse, terminó aceptando. Fue una cena incómoda y acabó hablando de más. Contó la historia que había hecho para Connor y se sentía cada vez mas apartado de la realidad. Estaba viviendo dentro de su cabeza la vida que le gustaría tener.

Tomaste mi lugar

Se volteó al escuchar a Connor. Su figura se veía pálida bajo la luz del hospital, su recuerdo se estaba perdiendo.

–No, no es así. Yo solo les dije lo que querían oír

¿Mentiras?

Bajó la mirada apenado. Entonces notó algo debajo de la camilla. Se agachó para tomar un bolso negro que pertenecía a Connor. Miró al chico inconsciente y luego el bolso. Lo abrió. Encontró cuadernos con notas y una bolsa de contenido sospechoso. Tomó uno de los cuadernos y lo revisó, no pudo estar más sorprendido.

"Querido Connor, este será un día de mierda y aquí está el porque:
Hoy planeo duplicar la dosis a ver si consigo salir un tiempo de esta basura de mundo. Si funciona entonces quisiera despedirme, nadie toque mi ukelele.
PD:Conocí a un chico en la escuela, si el plan no funciona tal vez tome valor para hacerme amigo de él y así tener amigos de verdad o algo así.
Sinceramente, yo (obvio)"

Evan apartó la carta antes de mojarla con sus lágrimas. Era corta y directa, no daba vueltas a lo que sentía, decía solo la verdad. La dobló cuidadosamente y se la guardó en el bolsillo, no tenía el derecho pero le gustaría tener algo que muestre lo que realmente pensaba Connor.

Revisó el resto de los cuadernos y encontró más cartas similares. ¿Alguien sabía de eso? ¿Acaso nadie revisó sus cosas buscando una razón de porque hizo lo que hizo? Eso le hizo darse cuenta de cuanto ignoraban a Connor, realmente estaba olvidado. Abrazó el bolso contra su pecho y sintió el peso de la tristeza. Se le ocurrió protestar. Una protesta silenciosa, por Connor.

–Disculpame por esto, prometo que todo saldrá bien

Sacó la cinta que llevaba en su bolsillo y comenzó a pegar las cartas por toda la habitación. Cubrió dos paredes hasta donde podía llegar. Dejó el bolso donde lo había encontrado y posó su mano sobre el brazo del chico.

–Serás encontrado

Por último, dejó una carta que él mismo había escrito debajo de la almohada de Connor y se fue. Al llegar a su casa sacó la carta que se había guardado, el último escrito de Connor Murphy, y lo guardó en su mesa de luz. Esa noche no apareció la ilusión de Connor y Evan no tuvo pesadillas, pero si un mal presentimiento.

Cuando entró a la escuela notó una ola de murmullos mas fuerte de lo usual. Jared lo encontró y detuvo su andar.

–¿Supiste lo de las cartas?

–¿Cartas? ¿Qué cartas?

–Alguien encontró cartas depresivas como la mierda de Connor Murphy y las pegó por toda su habitación del hospital

–¿P-por qué alguien haría eso?

–¿Para lastimar a su familia? No tengo idea. Pero eso te da mas chances con Zoe

–¿De que hablas?

–Si está mal entonces necesita a alguien para reconfortarla. Usa tu cabeza, Evan. Te rompiste el brazo, no el cerebro

Jared se alejó pero Evan tenía la necesidad de liberarse así que solo lo soltó, sin filtro ni culpa.

–Yo puse las cartas

Jared se sonrió y volteó a ver a Evan, un cachorro asustado que solo lo tenía a él para apoyarse.

–Entonces no eres un cobarde

–Pero lo hice por Connor, para que sepan como sufría y...

–Para quedarte con su familia

–¿Qué?

–Sé que fuiste a cenar con los Murphy. Debieron comer algo mucho mejor que los tacos y pizzas que siempre comes solo en tu casa

–E-eso no importa. Yo quería ayudar a Connor. Tal vez lo hice del modo incorrecto pero...

–Pero funcionó. Dijiste lo que debías decir, usaste a quien debías usar y si alguien está en tu camino aplástalo y dejalo atrás. ¿No es así?

–No, yo... s-solo quería ayudar. Quería que tuvieran buenos recuerdos de su hijo. Nunca quise nada de Connor o los Murphy. N-Nisiquiera estoy seguro de querer estar con Zoe realmente

Jared solo sonreía con insuficiencia, Evan no entendía el porque.

–Entonces dejala de lado y solo disfruta tu nueva famila. Adelante, no me importa. Bien por ti

Evan retorcía su remera entre sus manos, no sabía que decir. ¿Qué intentaba decirle Jared? Estaba sudando y con la garganta seca

–O solo aléjate de esa familia y de Connor, así ya no tendrás problemas. Después de todo tu amigo seguro no despertará

Algo no convencía a Evan. ¿Por qué siquiera lo escuchaba? ¿Quién era él para decir esas cosas?... Solo el único amigo que tenía.

–Eso no es cierto

–Pero yo puedo ayudar

–¿De verdad? Eso sería...

–Haré broches de Connor. Todos están hablando de su situación ahora y es el momento perfecto para convertir esa empatía en dinero

–Oh... Pero esa no es la forma de ayudarlo

–Claro que sí, créeme, soy un experto

Esta vez Evan no detuvo a Jared de irse. Al final él tampoco lo ayudaría. Solo estaba él por su cuenta.

Empezando de nuevo (Treebros)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora