❝ ᴘʀᴏʜɪʙɪᴅᴏ - ᴄ.ʀ.ᴏ ❞

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✦; Amparo.

Llegó la noche y los chicos seguían, con Iara ya estábamos bastante aburridas, sentadas en el sillón del living mirando una película de terror.

— Mira, ahí lo matan — dijo mi cuñada.

— Iara, ¿ves porqué nunca quiero mirar películas con vos? — la miré mal y ella solo rodó sus ojos.

— ¿Nunca dejan de pelear ustedes dos? — escuché la voz de neo acercándose a nosotras y me di vuelta para verlo, venía con Mauro — ¿hacemos algo? —

— Cómo quieran — me encogí de hombros y mi amiga imitó mi acción.

— Vamos a un boliche, llamemos a un par de amigos más — propuso mi hermano y neo asintió.

— Vamos a cambiarnos mientras — dijo Iara tomando mi mano sin dejarme responder.

Subimos rápido las escaleras y nos metimos en su habitación, la rubia comenzó a buscar ropa en el enorme armario, tirando todo al piso, yo la miraba y reía bajito.
A Iara le encantaba salir, y más si era conmigo, yo no tenía muchas ganas, pero por ella lo hacía.

— ¿Y si me pongo este? — preguntó mostrándome un vestido blanco pegado al cuerpo.

— Obvio, altas gomas te hace — las dos reímos mientras ella comenzaba a desvestirse para ponérselo.

— Elegí lo que quieras, amiga — me dijo señalando su ropa y yo le tiré un beso.

Estuve algunos minutos dudando entre varias prendas, la ropa que tenía Iara era hermosa, finalmente me decidí por un strapless blanco, una pollera tableada a cuadros roja y azul y unas zapatillas blancas medio botitas.
Me planche un poco el pelo, me puse labial, rimel y ya estaba.

— Ay pero que hermosa — gritó la rubia al verme y yo solté una carcajada.

— Vos también, trola — le tiré un beso y ella me lo devolvió.

Tomé mi cartera y bajé nuevamente al living seguida por mi amiga, neo me miraba mordiendo su labio y mi hermano le pegó levemente en la nuca.

— No te olvides de que es mi hermanita, gil — soltó Mauro mirándolo mal.

— Ninguna santa tu hermanita eh — bromeó mi novio y yo solté una carcajada, mau le volvió a pegar y mi novio rodó sus ojos.

Me acerqué a él para depositar un beso en sus labios y luego uno en la mejilla de Mauro.

— ¿Ya estamos? — preguntó tomi entrando al living ya cambiado con ropa de mi hermano, al igual que Alejo y neo.

— Nosotras si — mi cuñada se encogió de hombros y yo asentí con la cabeza.

— Ah bue — soltó Alejo al verme, haciéndome dar una vuelta mientras yo solo reía — se nos creció la nena loco — dijo fingiendo llorar y mi hermano soltó una carcajada.

— Que tarados — reí haciendo montoncito — vamos que ya es re tarde — mi novio asintió con la cabeza y tomó mi mano para luego salir de la casa.