Quiero ser el héroe que necesitas (TimKon/KonTim)

1- Buenas intenciones

Han pasado meses desde que Kon-el despertó en su tubo de suspensión para encontrarse con los rostros aterrados de los Jóvenes Titanes (ahora sabía que ese era su nombre). A la confusión de ver a otras personas de su edad vestidas de forma tan particular se le sumó la, muy dolorosa para sus oídos, escena de estos discutiendo entre sí sobre liberarlo o no. Aparentemente encontrarlo no había sido parte del plan. Aún así y por insistencia del que ellos llamaban "Robin" y que aparentaba ser su líder lo habían sacado de N.O.W.H.E.R.E y lo habían llevado ante la Liga de la Justicia. ¿Y él se había resistido? La verdad era que no. Luego de ser robado de Cadmus y acabar en la Colonia no había estado realmente cómodo con su vida. Los nuevos científicos en su mayoría no lo trataban exactamente bien y le daban misiones que si bien las cumplía lo hacían sentir incómodo sin saber porque.

Pero su vida había mejorado bastante luego de que los titanes lo rescataran. Había conocido a Superman que en cierta forma se sentía como su padre, los Kent le habían dado un hogar y hasta tenía un adorable hermano menor que estaba por cumplir los nueve años. Eso lo había hecho sentir conforme por algún tiempo pero pronto comenzó a sentir la necesidad de hacer algo con todo el poder que tenía. En compañía de su nueva familia había empezado a entender algunas cosas. La primera fue que había sido creado como un arma y lo habían utilizado como tal. Entonces entendió que había hecho daño a otras personas sin saberlo, y que el sentimiento de incomodidad que eso le había provocado era culpa. Y la culpa aumentó al entender sus acciones. La culpa y el odio hacía sus creadores y hacia la colonia.

Superman lo ayudó como pudo a disminuir esos sentimientos (aunque Connor sabía que Kal-el compartía parte de estos y eso lo hacía sentir mal también) y a controlar sus superpoderes mejor que como lo habían hecho hasta ahora. Entonces fue que nació esa idea en su mente y creció llenándolo de convicción. Por lo que un día que Superman fue a visitarlo él estaba decidido a decírselo. Kal-el estaba parado en la cocina vestido con ropa de civil hablando con ma' kent cuando Connor entró.

–Quiero ser un superhéroe.

El mayor no pudo mantener la boca cerrada de la sorpresa.– ¿Có... cómo?

–Dije que quiero ser un superhéroe, igual que tú.– En cierta forma eso lo enterneció y lo llenó de orgullo, pero aún así Clark estaba preocupado por la idea.

–¿No crees que es mejor si tan solo intentas tener una vida normal? Pensé que te gustaba Smallville.

–Sí, me gusta, es un lindo lugar, y Ma' y Pa' son grandiosos. Pero tengo todo este poder y quiero usarlo para ayudar a las personas que no tienen ese privilegio. Además, ahora entiendo que lastimé a mucha gente antes y... me gustaría sentir que estoy haciendo algo para... reparar el daño. Sé que no puedo arreglar lo que hice, pero ¿No sería mejor si al menos a partir de ahora colaboro para evitar que vuelva a pasar?

Superman sabía que tendría que luchar mucho para convencer a la Liga de dejar que su "hijo" entrene como héroe. Eso no iba a ser fácil. Pero por otro lado el chico se parecía tanto a él cuando tenía su edad. Podía entender ese deseo de ayudar a las personas, la idea de estar desperdiciando todo ese poder al no hacer nada. Además el chico mostraba una profundidad en su arrepentimiento, lo había visto castigarse por meses por sus acciones pasadas. No podía decirle que no sin intentar. Suspiró rendido.

– Hablare con la liga para que lo consideren, pero no prometo que digan que sí.

La sonrisa en el rostro de Kon-el podría haber puesto celoso al mismo sol. El chico se lanzó a abrazar al hombre frente a él con tanta intensidad que incluso con su super fuerza este casi se cae al suelo.– ¡Gracias, gracias, gracias, gracias!