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En el colegio.

Marinette iba llegando y al ver a Adrien sonrió de manera nerviosa.

Hora de aguantar chistes muy malos y lo peor es que siempre le sigue el juego.

-Buenos días, Marinette.
Es algo raro verte llegar temprano.

Habló el chico mientras se acercaba a ella y la azabache levantó una ceja, confundida.

Adrien parecía... normal.

-Está bien, ¿qué tramas?- preguntó con desconfianza.

El rubio la miró con sorpresa y pronto sonrió.

-Adrien y Chat noir son diferentes, a los dos les gusta proteger a Marinette pero uno prometió no hacerle más bromas. - aclaró.

Marinette recordó ése vergonzoso momento cuando Adrien fingió ser una estatua de cera... en verdad fue vergonzoso, hasta cuando se lo contó a sus amigas, ellas se sintieron avergonzadas con sólo oírla.

-Bueno, para mi los dos son los mismos así que deberías dejar de bromear conmigo.

Ésa era una oportunidad única para ella de decirle adiós a las bromas como Marinette.

Adrien sonrió, se puso a un costado de ella y le rodeó el hombro con su brazo.

-Tienes razón, soy ambos pero como el mejor héroe del mundo te hago bromas, significa que te mentí, rompí mi promesa y éso significa que Adrien también te puede hacer una que otra broma.

-¡¿Qué clase de lógica retorcida es ésa?!- preguntó la ojiazul mientras Adrien reía levemente.

Cada vez iba conociendo más a Marinette desde que ya no tiene secretos con ella y...

-¿Vamos a clases, princesa?

Al oír éso, Marinette lo miró con cierto asombro pero sonrió.

Comenzaba a gustarle los apodos.

-De acuerdo... mi prínci...pe.

Con oír éso, Adrien se estremeció y la miró con una gran sonrisa.

-Sí... no hagas éso, es lo mío.

Los sobrenombres era lo suyo así que nadie le podía imitar.

Lo de Marinette era ser torpemente tierna, solidaria y una damisela en apuros que debía salvar siempre como el héroe que es y siempre se quedaría así.
.

.
En la noche.

Chat noir abrió sus ojos y se sonrojo levemente al ver que estaba en los brazos de una sonriente Ladybug.

-¿Te encuentras bien, Kitty?
Ya le di una lección a ése villano así que puedes relajarte.

El chico al oír éso, se sonrojo más y junto ambas manos en su pecho de manera tierna.

-Por favor, sé la madre de mis hijos.

Ladybug sí que era todo un... toda una cabellera que la protegía.

Se sentía una prin... un príncipe frágil con ella.

-Lo siento mucho minino, la fabrica de bebés aún no está disponible.

Bromeó la chica mientras lo soltaba y se iba, dejando a su compañero sentado mientras se hacía viento con una mano.

-¡Ahhh! Ella es todo una mujer.

Y recuerden, Marinette es su princesa frágil que debe cuidar y Ladybug su caballero que lo debe cuidar.

Continuará...

Nuestro secretoWhere stories live. Discover now