Capítulo 12

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Juancarlos

—¿¡Estás loca Julieta?! ¡sé que eres impulsiva, pero esto es para tanto! —exclamo sin poder ocultar mi decepción y tristeza. Sinceramente pensé que ella ya lo estaba olvidando, que lo suyo ya estaba en el pasado, pero estaba muy equivocado. Cuando recién comencé a pasar mis noches con Julieta, ella no dejaba de hablar del idiota de Ariel, todos los días era la misma cosa. Pero cuando yo y ella comenzamos a pasar más tiempo juntos y formar una verdadera amistad (aunque siempre he querido que fuera algo más) poco a poco dejó de mencionarlo, y al final ya ni hablaba de él. Y lo que me hizo ilusionarme de que podía conquistarla, fue un día cuando me dijo que ya quería dejar todo su pasado en el pasado y comenzar con un nuevo futuro. No sé dónde todo cambió, la situacion se ha vuelto patas arriba.

—Solo escúchame ¿sí?, déjame explicártelo todo —hay un silencio incómodo entre nosotros por la llamada telefónica. Después de unos segundos comenzó hablar de nuevo.

—Dele, te escucho —afirmo con resignación.

—Yo sé que te dije que quería dejar mi pasado en el pasado, pero realmente no puedo— la escucho suspirar con tristeza— para todos han pasado tres años, pero para mí no ha pasado nada. Yo sigo amando a Ariel, y sé que sueno como una estúpida y que todo esto es una locura, pero no quiero empezar de nuevo sin saber si todavía hay algo allí —sus palabras me duelen mucho —no sé qué voy buscando o lo que va ha pasar, pero quiero tan siquiera empezar de nuevo sabiendo que lo intenté —nos volvemos a quedar en silencio por unos segundos —sé que todo esto es una estupidez, pero no puedo hacer esto sin ti, eres mi mejor amigo, mi lugar seguro, y no me veo haciendo este viaje con alguien más que no seas tú —mientras el silencio vuelve a reinar entre nosotros, mis pensamientos están por todas partes. Yo amo a Julieta de una manera que nunca he amado a alguien, y me duele mucho saber que ella solo me ve como un amigo y que ella ama a otro de la manera que yo la amo a ella. Pero sé que si ella se va a Colombia sola y se da cuenta que todos les hemos estado mintiendo todo este tiempo; yo, su madre y especialmente el pendejo de Ariel, que le ha fallado de la peor manera, vamos a pagar las consecuencia, y va ser devastador. Tengo que poner mis sentimientos a un lado y estar allí para ella, porque la amo y me siento culpable por haber estado mintiéndole para poder protegerla.

—Está bien, voy a ir contigo, solo dame la fecha para arreglar mi agenda alrededor de viaje y nos vamos— Julieta comienza a gritar en felicidad a través del teléfono.

—Muchas, pero muchas gracias mi acosador favorito, no tienes que preocuparte por nada, yo lo pago todo, es mi regalo para ti —sí, que increíble regalo, la chica que amo me está invitando a un viaje todo pagado a Colombia a buscar al maje de su ex novio que la abandonó hace tres años, es el mejor regalo del mundo. Pienso a mí mismo mientras silenciosamente gruño en frustración —ahora solo nos falta contarle a mi madre— confiesa Julieta tranquilamente. Enserio, está chica será el fin.

—¡¿Qué?! ¡¿Cómo que no le has contado a tu madre todavía?!

—Es que necesitaba convencerte a ti primero para que puedas ayudarme a convencer a mi madre para que tan siquiera este de acuerdo con  lo que quiero hacer, porque si ella quiera o no, siempre me iré a Colombia, y no me podrá detener —no puedo evitar reírme, está chica está loca, la señora Brooks me va matar.

—Me estás dando canas verdes mujer, ¿Qué voy hacer contigo? —exclamo con un suspiro cansado.

—Nada, solo quererme más, más de lo que yo te quiero a ti —ella siempre me hace derretir.

—Yo te quiero más que las palabras los pueden explicar.

—Eres tan cursi —ella se ríe tímidamente — ¿puedes llegar hoy a mi casa a cenar, y así me ayudas a contarle a mi madre de nuestro viaje? — me pregunta.

La Promesa✅Where stories live. Discover now