Mi Total Adicción || Parte 2 De Mi Mala Adicción

Parte 2 || Capítulo 49: De lo más normal

• P O C H É •

- Así que aquí estás - me adentré a aquel baño de aquella pequeña pero bella casa

- Como escuchaste, nunca dije en qué baño mi amor - me miró coqueta dentro de una tina llena de espuma, a un lado se encontraba un mesa de cristal, sobre ella había copas de vino tinto

- ¿A qué viene todo ésto Daniela? - una sonrisa se dibujó en mí mientras que me acercaba a ella recargandome en la tina sobre mis manos poniéndome en cuclillas

- Solo necesito que te relajes, que disfrutes. Sobre todo eso último - pasó sus manos sobre mis brazos llegando al cuello escurriendo de agua

- Esas notas, ese audio, ésto ¿Sólo para relajarme? - solté una carcajada y depositando un beso corto en sus labios 

- ¿Vas a seguir cuestionando? - me miró levantando una de sus cejas, mientras que se alejaba de mí tomando una copa y bebiendo de ésta 

- Así que no me dirás ¿Ah? -

- Ya te lo dije Poché - levantó su hombro ladeando su cabeza cortamente, terminando su copa al instante

- Despacio - reí con asombro al mirarla terminar su copa

- ¿Por qué ir despacio? - se volvió acercar, ésta vez yo sentándome sobre la orilla de la tina, debo admitir que esa tina era bastante grande

- ¿Qué haces? - susurré en el momento en el que ella comenzaba a besar mi cuello, yo sintiendo las gotas de agua tibia caer desde mi cuello, hasta mi pecho

- ¿Tú qué crees? - sonrió mirándome mientras solo se acercaba  a tomar mi labio inferior y llevárselo entre sus dientes delicadamente

- ¿Vas a seguir respondiéndome con preguntas? - levanté una ceja

- ¿Tú lo seguirás haciendo? - me miró retadora pero a la vez seductora

- Sabes qué, ven aquí ya - tomé su rostro con una de mis manos, con la otra sujeté su cuello por detrás acercándola a mi rostro - deja de retarme Daniela - relamiéndo mis labios mirándola exclamé

- Como amo que hagas ésto - sonrió y me tomó de la cintura haciéndome caer al agua con ella haciendo que gotas enormes de agua cayeran fuera de la tina mientras que mi ropa quedaba empapada pero... ¿Eso qué importa?

- Ahora ya mojaste mi ropa amoooor - reí

- Solo deshazte de ella, no te preocupes, que yo te ayudo - susurró y comenzó a hacer lo que dijo, se deshizo de mi ropa e interiores, yo la tomé de la cintura y la acerqué a mí atrayendo sus labios a los míos con un beso, beso lleno de tantas emociones, el agua se escuchaba en movimiento, toda la casa en silencio y los únicos ruidos presentes eran los del agua de la tina moverse con suavidad y nuestros labios besarse una y otra vez. Las caricias se hicieron presentes. De un momento a otro ella me estaba haciendo suya, los jadeos y suspiros estaban a todo lo que daban, sus manos se perdían en mí, mis ojos se cerraban con fuerza al sentirla dentro de mí una y otra vez, nuestros cuerpos pegados, empapados, sus labios en los míos silenciando todos y cada uno de mis jadeos

- ¡Dios Calle! - apenas y pude articular, se levantó y me tomó de la mano haciéndome salir de aquella tina, tomó una toalla para ella y una para mí dirigiéndome a la habitación, la cual era igual de linda que toda la casa, al llegar, me recostó ella poniéndose de rodillas besando mis piernas subiendo de a poco, dejando pequeñas mordidas mientras que mis manos se perdían entre las sábanas tomando éstas con un poco de fuerza