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s e g. t e m p.

— ¿Ahora si me dirás que ocurre? — Noah cerró detrás de si, la puerta de su casa

Millie caminaba de una lado al otro del salón dudando si decirle o no y cuando se detuvo lo miró y abrió la boca

— No...— se calló para contemplar el semblante de su novio, totalmente preocupado por ella, simplemente no pudo, no podía hacerle tal cosa, tal daño — No puedo — Millie rompió en llanto y el chico instantáneamente la abrazó, sabía que eso la tranquilizaría, siempre lo hacía, pero esta vez no fue así.

Mientras por el otro lado del parque, en la costosa mansión de los Sink, Finn se encontraba desorientado

— ¿Que fue todo eso? — dijo molesto — Tú hace dos meses hubieras hecho cualquier cosa por estar a solas con Millie o por conversar con ella ¿y ahora le atacas así como así? ¿Cuál es tu problema?

— Te calmas, no es para tanto — dijo Sadie molesta también, pero consigo misma

— No me voy a calmar, que no se te olvide que no solo a ti te gusta — dijo Finn levantándose del costoso sofá y dirigiéndose a la puerta, y antes de salir se detuvo para decir algo más — Puede que todo de ti me haya enamorado, pero de esta faceta tuya no. — y así sin más el chico de cabello perfectamente rizado se largó dejando a una Sadie exhausta

La chica pelirroja quedó sentada en su gran sofá y sin preocuparse de la compostura que siempre suele llevar hizo una llamada bastante atrevida, la llamada que podría haber cambiado todo.

— Si?

— Hum, Millie Hola... yo te llamaba para ya sabes, disculparme y saber si nos podíamos ver, para charlar..

— Sadie ahora no es un buen momento. — Y sin más la castaña cortó la llamada, y dirigió su vista a Noah, que estaba perdido, sentado en pequeño sofá, desconcertado

— ¿Era ella? — Noah preguntó mirándola al fin. Ya que desde que Millie le había contado lo que pasaba por su corazón últimamente había quedado sin aliento, mudo, ciego, sordo, sin vida. El aspecto de Noah, el rompimiento de su voz, las lágrimas que tenía acumuladas en sus lindos verdes ojos hizo que el corazón de Millie se apretujará y se preguntó si es que había sido buena idea contarle

— Si... — musitó Millie — Quiere que nos juntemos para charlar — Millie hizo una diminuta sonrisa que duró tan poco, fue tan escasa, pero aun así Noah la había notado, el chico se pasó la mano por la boca y suspiró

— Realmente la quieres ¿verdad? — dijo el castaño sin poder retener más sus lágrimas, las cuales ya habían escapado por sus ojos con tan solo pensar en la pregunta. Millie asintió con pena, de verdad la quería, no supo cómo, cuando ni donde, solo pasó.

Noah ante aquel gesto bajó la cabeza, por todo lo que habían pasado, por todas las peleas que habían tenido, por todos los momentos de locura, de juegos, de bromas, de amor, de pasión. El ya tenía planificada su vida junto a su castaña, su vida era su castaña.

Simplemente reventó. Sus lagrimas y sollozos aparecieron, se llevó sus manos hasta sus ojos para cubrirlos, y Millie comenzó a llorar también, lo que ella había dicho estaba mal, se supone que ella no debía herir a Noah, querer a Sadie estaba mal.

— Lo siento tanto — Millie corrió hasta los brazos del chico. — Puedo entender porque me odias... — Noah sacó las manos de su cara para mirar a Millie con sorpresa

— Claro que no te odio — Noah le correspondió el abrazo con mas fuerza, aferrándose a su cuerpo, deseando que esto fuera un maldito sueño, una pesadilla. — Solo que no estaba listo para oír que ya no me amas

— ¿De que hablas? — dijo Millie aun en sus brazos, ya que el castaño no le permitió separarse — Te amaré toda mi vida... solo que estoy confundida ahora, empecé a ver a Sadie con otros ojos y de verdad creo que es algo fuerte

— No digas más — Noah le pidió que callara. — Eres la mujer mas fantástica que he conocido, y te amo, te amo tanto que si quieres ser feliz con Sadie, puedes serlo, yo te apoyaré, en cada paso que des ¿lo recuerdas? — dijo Noah separándose del abrazo y tomándole el rostro, ambos con lágrimas cayendo de sus ojos — te amo tanto, que no te detendré, te amo tanto que si eso es lo que quieres yo mismo te ayudaré, solo... — se detuvo por un segundo para tragar el nudo en su garganta — Solo no te olvides de mi, ve por ella campeona — Noah besó la frente de Millie, despidiéndose, demostrándole que ella podía perseguir a la pelirroja si eso era lo que deseaba, dejándola amar, dejándola ser libre

dejándola ir.

Limerence.Where stories live. Discover now