Único

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- ¡Abuelita! -gritó un hermoso chico de cabellos rubios, ojos verdes y soñadores, mientras corría directamente a los brazos de la anteriormente mencionada- Te extrañe tanto

Rota, esa era exactamente la descripción para esa voz, la cual el minino apostaba con todo a que sonaba más bonita cuando el dueño de esta se encontraba feliz

Y si ese gato, llamado Yoongi, pudiera hablar y decir exactamente donde empezo todo, diria que empezo allí mismo... Justo en el momento en el que bonito rubio le sonrió, se agachó a acariciarlo y susurrarle:

''Hola pequeña bolita, me llamo Jimin, espero que podamos llevarnos bien''

Desde aquel día, Yoongi, un gato como cualquier otro, dejó de serlo. Porque inconscientemente y siendo arrastrado por algo que va más alla de lo físico, empezó a tener sentimientos por quien menos debería.

El gato negro al inicio sintió algo raro en su pecho, además de sentirse amenazado por la presencia del rubio, sin embargo tampoco podía verlo como una persona mala, pero se sentía amenazado por todo lo que causaba el estar cerca del humano.

Los primeros días que el rubio se alojó en la casa de sus dueños, fue un completo desastre. Yoongi lo rasguñaba cada vez que se le trataba de acercar, y cuando lo veía pasar por algún lado de la casa, lo evitaba a toda costa, como si este fuera a hacerle daño en algún momento.

Sin embargo todo cambió en la ocacion que Jimin llegó a casa, totalmente estresado y agotado. Yoongi no pudo evitar sentir curiosidad, asi que con mucha cautela estuvo rodeando al humano, durante algunos minutos, viendo como este se desmoronaba poco a poco. Sin embargo el gatito no pudo soportar, después de ver como un par de lágrimas rodaban sobre las abultadas mejillas del chico.

Aquel día, Jimin descubrió que Yoongi era un excelente acompañante, además de ser gato manso y tierno.

Y así, e inevitablemente, desde aquel momento, Yoongi empezó a caer poco a poco más por el pequeño humano.

Cuando menos se dio cuenta, Yoongi ya  no podia evitar admirar cada parte y rincon del rubio, y no solo hablando de lo fisico. Aunque bueno... tambien admiraba eso. Después de todo Yoongi no era tonto ni ingenuo, el sabía perfectamente cómo apreciar lo que tenía en frente suyo.

Nadie podía saberlo, ni siquiera el pequeño rubio, pero Yoongo empezó a agarrar cierta manía a encerrarse en el cuarto donde se hospedaba Jimin, para así cuando este llegara totalmente agotado del trabajo solamente dispuesto a cambiarse de atuendo el gato escurridizo pudiera dar un pequeño vistazo a lo que muy pronto (segun el) se comeria.

Algo que a Yoongi le fascinaba de Jimin era que a pesar de estar agotado, sabría que el se encontraría debajo de la cama, espiándolo, y aun así, lo tomaría entre sus brazos, le susurraría algo como ''Pequeño gato precoz, preocupaste a la abuela'' y lo subiria consigo a la cama, para proceder a darle algunas caricias hasta que o bien el se quedara dormido o su rubio lo hiciera.

Yoongi no era muy soñador, era un gato con los pies (en este caso patas) en el suelo, sin embargo desde la llegada del rubio, le gusta pensar que algún día vendría tal vez una de esas hadas madrinas de los cuantos de hadas y lo convertiría mágicamente en humano, para poder así al menos tener chance de enamorar a a Jimin.

Sin embargo sabía que eso nunca pasaría, sueños como esos nunca se harían realidad, nunca se podrían hacer realidad

Y Yoongi dejo de soñar con una inexistente hada madrina cuando, después de una de sus muy ajetreadas agendas laborales, Jimin volvió, le sonrió tristemente a Yoongi y como siempre lo subió a su cama para empezar a darle mimos, le susurro algunas palabras cariñosas, contándole su día y cerró sus lindos ojitos.

Nunca más los volvió a abrir...

Yoongi aquella noche pudo ver como Jimin tomaba discretamente un frasco pequeño y vertía su contenido en un vaso de agua... Sin embargo jamás pensó que el contenido tan misterioso de aquel frasco mataría lentamente a su amando durante toda aquella noche, en la que el corazón del rubio dejó de latir.

Y el de Yoongi también.

Porque Yoongi sabía que a pesar de ser un simple gato y que nunca se cumpliría su sueño, había caído perdidamente enamorado por el nieto de sus dueños, estaba enamorado hasta la médula de Jimin y no lo podía ocultar.

Así Park Jimin con 20 años de edad se suicido en la cama su habitación, con el gato de sus abuelos como testigo, bebió una botella de veneno y su cuerpo dejó escapar su último suspiro a las 2 am.

Yoongi, un gatito al cual la vida le dio un giro completo en cuanto conoció a Park Jimin, también murió a la semana, no pudo aguantar la depresión que le dio la partida de su rubio y finalmente, en la misma cama donde partió el humano, el gatito negro, también falleció.

Se dice que las almas de Yoongi y Jimin  nunca pudieron encontrarse en la otra vida, por eso y viendo que el amor de Yoongi hacia Jimin era tan grande y puro, Dios les permitió otra oportunidad de vivir a ambos. Así ambos reencarnaron. Solo que en esta vida...

Yoongi si podría enamorar a su amado Jimin, siendo ambos humanos.

——
Díganle no a la zoofilia ahq JAJAJ

Perdón si hay errores ortográficos o lo que sea, es mi primer one shot, sin embargo, espero mejorar <3♡

Little Cat -YoonminWhere stories live. Discover now