capítulo cuarenta y tres.

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La escuela consumía el tiempo de Joel, ya casi no teníamos nuestros momentos, o era Dylan o estaba apresurado por un proyecto que debía entregar.

—Te extrañe.— beso mi nariz.

—también él está muy contento de verte.— dije en tono burlón.

—moría por verlos.— cargó a Dylan.

Nuestro bebé ya tenía un mes y medio de nacido. Estaba más grande y comenzaba a ser mucho más inquieto con Joel.

—No me imagino cuando te vayas al trabajo.— dije dejando un beso cálido en su frente, verlo darle de comer a Dylan era adorable.

—No estarás sola.

—Parece que si, Dylan no hace nada cuando está conmigo, solo cuando estás tú.— me senté sobre el sofá.

—Le gusta estar con su Papi.— rió.

—Entonces Papi cambiará el pañal de alguien.— avise.

—¿No lo has hecho?—me miró asqueado.

—iba. Pero quise esperar a que comiera para hacerlo, ya sabe que tu hijo hace de las suyas.

—Ese es trabajo de mami.— me dejo el pequeño en mis brazos.

—Te toca hacerlo.— fruncí el ceño.

—¿Y me darás algo si lo hago?— levanto una ceja.

—Nada de eso.—reí nerviosa.

—Tiene tiempo que no lo hacemos, amor.

—Ayer.— camine a la recámara.

—Ni siquiera terminamos.

—Es imposible hacerlo, si él está.— deje al bebé sobre la cama y comencé a limpiarlo.

—Tal vez si se duerme...

—Me duele la cabeza, joel.— lo miré.

—Dicen que una buena dosis de sexo alivia cualquiera malestar— me tumbo a la cama, a un lado de Dylan, quién solo movía sus piernas y brazos, emitiendo algunos ruidos.

—¿Quién dice, tú?— reí

—Esta comprobado, pero si quieres...

—Deja que duerma.— mire al bebé.

—Bien.— me dió un beso

[...]

—¿Te parece si compramos una casa más grande?— me atrajo a su torso.

—Me agrada esta casa amor.— bese su hombro desnudo.

—Sería una opción, tal vez en unos años Dylan necesite espacio.

—Mientras seguiremos aquí.— me dió un beso rápido y salió de la cama. Busco su ropa interior y entro al baño.

Tome un suéter y lo puse sobre mi cuerpo, revisé a Dylan, no había despertado después del baño que le di. Había servido para que Joel y yo tuviéramos un momento juntos.

—No desperdicies agua, Joel.— hablé al verlo desnudo en la puerta.

—Entonces... Aprovechemos linda.— me llevo con el.

Nos dimos una ducha juntos para después dormir, Joel no tenía escuela mañana, así que aprovecharía para estar con nosotros.

padres primerizos -Joel PimentelWhere stories live. Discover now