MI DULCE CHICO RUBIO DORADO (EDITANDO)

Cap 3

Kim Myung Soo

No podía dejar de sonreír, mi destinado había resultado ser un adolescente, el adolescente más dulce y hermoso que he llegado a conocer, aún no podía con esta emoción que estaba en mí.

Mi lobo aullaba de felicidad como yo, al fin ambos habíamos encontrado lo que con tanto afán habíamos buscado, en mis 117 años que llevo de vida, debo decir que yo cumplo un año más de vida, cada una década, así que pronto ya cumpliría 118 años, un cumpleaños en el que podré disfrutarlo con mi destinado,  pero aún así no me arrepiento de que pasara así, lo he esperado y buscado por tanto tiempo.

Mi lobo no podía dejar de estar inquieto, al igual que yo, quería darle su espacio, no quería asustarlo, pero tanto mi lobo y yo, no queríamos hacer caso a nuestra mente, tanto yo como él, no podíamos dejar este lugar, aún seguíamos mirando la dirección y el lugar en donde él se metió.

No podíamos más, así que L decidió correr, y yo no me oponía a que el tuviera el control total, llegamos a aquel lugar, L se detuvo y yo sólo quería saber cuál sería su siguiente movimiento, estaba ansioso, no lo podía negar.

ㅡ¿Qué hace un lobo como tú, merodeando este lugar?

Escuché que alguien habló, Voltee para ver de quien se trataba, vi a un vampiro colgar de la rama de un árbol. L gruñó.

ㅡNo dejaré que pases fácilmente, estás en nuestro territorio, debes saber que los lobos no son bienvenidos.

Tanto L como yo, no podíamos dejar de verlo, ambos somos uno mismo, aquel vampiro sonrió de lado y a los pocos segundos ya estaba de pie, parado a una distancia prudente, los vampiros son reconocidos por ser más ágiles que los lobos, pero nosotros ganamos en las fuerzas y unión de nuestras manadas, somos más humanos que ellos.

ㅡSi te vas por donde llegaste, no te haré nada, tú eliges, ve por donde saliste y no trataré de atacarte.

Me volví a mi forma humana, así pude saber mejor como era aquel, por su forma de hablar y decir las cosas, me di cuenta que al parecer había muerto a sus 24 años, por eso aquella apariencia,  los humanos que se hacen vampiros suelen tener la misma edad  desde el día en el que murieron, en finalización, ellos obtienen la inmortalidad, un tanto similar a nosotros, lo único es que nosotros somos como humanos, podemos hacer cosas que ellos no, como salir a plena luz del día, dar calor humano, entre otras cosas.

La forma en la que habla me da a entender que debe tener al menos más de 119 años, su cabello rubio y sus ojos marrones, daba una apariencia mucho más joven de la que tiene.

ㅡNo pienso dañar a nadie, sólo he venido a ver a alguien ㅡrespondi con toda tranquilidad y sin darle mucha importancia.

ㅡ¿A quién? ㅡél rubio se me acercó, yo sólo observaba cada movimiento que él hacía, un movimiento en falso y estaba seguro que él atacaría.

ㅡNo es asunto tuyo.

ㅡDado que estas en mi territorio, es más que obvio que es asunto mío, es más, un lobo como tú, no debería de estar en este lugar, aquí no hay nada para ti..

Él se detuvo, a cierta distancia y volvió a sonreír, yo no me iba a dejar intimidar así que avancé y le sonreí.

ㅡEn eso estás equivocado, aquí hay algo que me pertenece ㅡla palabra pertenecer es un tanto obsesivo, pero no tendría porque darle explicaciones a este vampiro.

ㅡ¿Pertenecer?, aquí no hay nada que pueda pertenecerte.

ㅡ¡Él sí.!

ㅡ¿Él?, ¿De qué hablas?, ¿Estás seguro que en un clan de vampiros haya algo que te pertenezca?