TUA

2.2K 45 1
                                    

Que pasaría si...

<Gwendoline no hubiera dejado la academia>

—El almuerzo está listo, despierta.- la suave voz de Uno suena-Dormilona, vamos, se enfriará.

—Ya voooy.- el ríe y antes de salir deja un beso en mi frente

Bostezo y me estiro para despabilarme, tallo mi rostro y camino al cuarto de baño para peinarme y enjuagar mi boca. Suspiro con tristeza al pasar por los cuartos abandonados de mis hermanos, no he visto ni hablado con ninguno desde que nos dejaron, ni siquiera con Klaus, quien prometió no dejarme nunca.

—¿Amaneciste con el pie izquierdo?- el rubio desliza mi plato hacia mi-¿O por qué esa cara?

—Solo es raro, aún no me acostumbro a que todo sea tan silencioso.- suspiro dando el primer bocado- Los extraño.

—Yo también, pero ellos quisieron irse.- encoge sus fornidos hombros- No son lo suficientemente buenos para estar aquí, son débiles.

—Ya no soportaban las torturas de papá.- los defiendo analizando el solitario comedor- La muérete de Ben fue el detonante.

Ese suceso nos marcó a toda, fue como perder la poca luz que tenía la familia, el primero en irse fue Diego, "No seré el siguiente" dijo e intento llevarme con él, Klaus nos dejó después de unos meses, el tiempo que necesito de mi consuelo.

"

—No lo soportó más, es un maldito tormento.- sus ojos, rojos por las lagrimas y la mariguana que consumió, me veían- Era soportable antes, pero él ya no está.

—También lo extraño pero necesitamos salir adelante.- sobo su espalda- Por él

—Lo único que necesito es largarme de este infierno.- exclamo con ira-Vámonos, lo dos, por favor.

—No, no, no tenemos nada más.- se levanta abruptamente de su colchón- Quedaríamos en la calle, sin dinero, sin nada

—Robamos lo suficiente para conseguir un lugar.- empieza a guardar sus cosas en una maleta- Conseguimos un trabajo y pagamos tus estudios.

—¿Un trabajo?- cuestiona con ironía- No puedes dejar esa mierda por más de una hora, ¿crees que te contrataría?

—Puedo dejarla, si me ayudas.- se inca frente a mi sujetando mis manos- Por favor, no puedo estar un segundo más aquí.

—No, Klaus, se fuerte.- se aparta de mi lado decepcionado- Quédate

—Incluso Diego podría ayudarnos.-intenta persuadirme- Él haría todo por ti, al igual que yo.

—Dije que no.

"

Después Vanya con el tiempo su tímida sonrisa se convirtió en ojos tristes y grandes ojeras, se fue sin siquiera despedirse. Y luego de unos años nos llegó la noticia de su libro, exhibiendo a cada Hargreeves. Allison fue la última, "Por favor, por favor, los necesito conmigo, vámonos, haremos una vida, puedo conseguirla para todos" nos dijo entre lágrimas "Bien, pero no me culpen por esto" fue lo último que escuché salir de sus labios antes de que cruzara la gran puerta.
Ni Luther ni yo tuvimos la fuerza de dejar a ese viejo que nos arruinó la infancia sin descaro, a ese hombre que se sienta detrás de su escritorio para darnos órdenes suicidas, al Hargreeves que no le interesa lo más mínimo la vida de sus hijos, de ninguno de ello. Y era simple la respuesta del porque seguíamos soportándolo, él nos dio todo, nos enseñó a controlarnos, nos dio una bonita casa y a una familia, disfuncional pero una después de todo eso era lo que era.

—¿Sigues aquí?- la mano de Spaceboy pasa por mi rostro

—¿Qué haremos hoy?- cuestiona intentado sonreír- ¿Crees que haya alguna misión?

—Espero que no.- se para sosteniendo nuestros platos y los deja en el fregadero- ¿Qué quieres hacer?

Sonrío traviesa antes de salir corriendo al garage, sujeto mi bicicleta y muevo el manubrio cuando Luther cruza la puerta sonriente.

—Si me ganas, hago la cena.- antes de que conteste pedaleo escuchándolo quejarse- ¡Eres un caracol, Hargreeves!

Su risa retumba por mis oídos junto al viento que choca contra mi cara, damos unas cuantas vueltas al patio y entro a mi hogar tocando la bocina que decora mi vehículo.

—Señorita Gwendoline y joven Luther al despacho de su padre, por favor.- ruedo los ojos siguiendo al ojiazul

—¿Todavía en pijama, número Ocho?- me ve negando- Tenemos una misión....

[...]

Mi respiración estaba tan acelerada que no escuchaba nada más que eso, veía como Papá y Pogo cargaban el cuerpo herido de mi hermano hasta el laboratorio, mamá los seguía con prisa y preocupación en sus ojos.

—¡Gwendoline!- el grito de Reginald me saca del trance- ¡¿Qué le pasó a tu hermano?!

—Yo...yo, el tipo que perseguíamos se lanzó...sobre mí y no..no pude esquivarlo.- intento explicar- No reaccione, es mi culpa.- lloro sobre su hombro- Luther me salvo pero no fue tan rapido...y calló en el ácido.

—Tenemos que hacer algo rápido.- se separa de mí dándole un apretón a mi hombro- ¡Vamos, muévanse!

No me dejaron estar presente en la operación, ni los días en lo que estuvo inconsciente. Papá se lamentaba diciendo que tenía que hacerlo para no perder a otro de sus hijos.

—¿Luther?- indago entrando a su cuarto- ¿Estas bien?

—Vete, no me veas.- la luz está completamente apagada y no lo diviso- ¡Largo!

—No, Luth, salvaste mi vida.- camino a ciegas hasta su cama-Por favor, déjame estar contigo, podremos con esto.

—No, no podemos.- solloza estirando de la manta- Soy un monstruo.

—No lo eres.- suspiro guiando mi mano al interruptor de la luz- Eres un héroe.

La claridad se hace presente junto a la imagen de un gran cuerpo peludo intentando cubrirse con miedo, pasó mis ojos sorprendidos por su complexión. Sujeto su mano y apoyo mi frente en la suya.

—Mi héroe.- repito besando sus labios.

🌂🌂🌂🌂🌂☂️
Si quieren que haga más de estos avísenme chikis

🌂🌂🌂🌂🌂☂️Si quieren que haga más de estos avísenme chikis

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora