Capítulo 11

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El lado oeste de Ceres.

La luz del día luchaba por atravesar la oscuridad del bosque.

El escondite actual de Guy se extendía por debajo de las ramas.

Nadie más que Guy sabía de su existencia, el edificio en sí mismo fue eliminado de la memoria hace mucho tiempo, los niveles del sótano llegaban más allá del alcance de la luz del sol.

Guy caminó hasta la figura de Riki dormido en el colchón. Al despedirse, besó su mejilla.

Dejando escapar un profundo suspiro, resuelto, inquebrantable, abandonó el cuarto.

Ese mismo día.

Iason subió toda la información disponible sobre Dana-Burn a su memoria aumentada y tomó su vehículo aéreo por la red subterránea Karaza.

Iason sabía que podía tomar el vehículo aéreo en la superficie directamente a Dana-Burn, pero eso provocaría que el cuadrante de seguridad, trajera a las Fuerzas de Seguridad de Midas a él. Eso era lo que él quería evitar.

Este incidente era personal y no para ser visto por los ojos del público.

La red de Karaza eran pasajes secretos que atravesaban a lo largo y ancho de Tanagura, Refugios de emergencia y vías de evacuación, conocidos solo por unos pocos.

Con la elegancia de su altura, Iason subió al vehículo aéreo. La puerta desengancho el pestillo, un terminal holográfico esperó pacientemente la identificación. Como Iason agitó su mano sobre él, el vehículo aéreo capto el enlace de datos incrustado, confirmando la autorización para que el motor se echara a andar.

―Midas Área 7, Harvey.‖

Sentado, Iason emitió instrucciones a regañadientes. Las luces interiores se atenuaron y el vehículo aéreo avanzó mientras el asiento se reclinaba automáticamente.

De Tanagura a Midas, el vehículo fluyo por el oscuro túnel. Las luces con códigos de colores se encendieron en amarillo, luego cambió a azul, y finalmente terminaron en rojo. El vehículo se detuvo poco después.

Midas. Área 7, Harvey, el sistema de navegación entonó. La puerta se abrió.

Iason salió.

Área 7, Harvey, era un distrito especial reservado para recuperación, provisto de instalaciones médicas.

Con las máquinas dominando al hombre y a toda la humanidad, Tanagura era el símbolo del temor y la opresión. Incluso si el genocidio no era una realidad, la posibilidad de era latente. Las máquinas eran temidas, y destruían.

La Inteligencia Artificial dominaba la galaxia conocida en toda su extensión. No había vida posible para la humanidad sin ello.

Y así el miedo a una Inteligencia Artificial llamada ―El

Creador‖ se esparcía por la galaxia, mundos enteros aterrados ante eso.

La neutralidad declarada de Tanagura era más temible porque su fuerza no estaba en la milicia o en el poder político, sino que en el control de la tecnología y la manipulación de la vida misma.

Toda religión tiene leyes que rigen su conducta, una ideología propia. La negativa de Tanagura a creer en algo y dominar a través del puro poder de su control de la vida era innegable.

El no escatimar nada en la búsqueda de los secretos del universo era un hecho para los Blondies. Nada era para los gustos de Raoul descender a un mundo que se encontraba bajo una pandemia viral y traer la potencia total de la tecnología de Tanagura para soportarlo. Para los moribundos, sin duda, Raoul era verdaderamente divino.

Ai No Kusabi - Vol. 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora