Sinopsis.

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Todos tienen una cierta perspectiva de cómo debe ser un hombre lobo, sobre todo si se trata del hijo de un Alfa. Esperan que sea dominante, posesivo, atractivo, con buen físico, intimidante, y sobre todo... que sepa ser un líder. Digo, se supone que por ser hijo de un Alfa y haber nacido Alfa, deban de cumplir con la mayoría de esas expectativas. Lo último que esperas es que tu futuro líder sea tan diferente de los demás.

Sin embargo, ¿qué sucede cuando nace un Alfa que no cumple con ninguna de esas expectativas? En el mejor de los casos los destierran de su propia manada, pero en el peor de los casos, los hacen a un lado mientras lo tratan peor que una maldición.

Lastimosamente para Liam, no tuvo la suficiente suerte como para ser considerado un exiliado.

Liam es un chico tímido, poco atractivo, sin ninguna ambición que lo motivara pelear por su derecho de ser el líder de la manada. Y para rematar, con una anomalía en sus ojos que para los humanos era tal vez normal, pero para los hombres lobo —sobre todo para esta raza tan tradicional— era algo intolerable. Todos en su manada sentían vergüenza, horror, de que alguien como él llegara a ser su Alfa. Pertenecían a uno de los linajes con más poder y prestigio dentro del mundo sobrenatural, por ende, se espera que la persona que los guiará, que dará la cara por ellos ante las demás manadas y ante la sociedad sobrenatural; sea más que perfecto. Una lástima que la perfección para ellos lleve el nombre de Paul McCartney. Quien al parecer sí cumplía con todas esas expectativas.

¿Y que se supone que debía hacer Liam? Le arrebataron de las manos la oportunidad de demostrar su valía. ¿Cómo se supone que debía actuar, cuando su misma familia le recuerda a cada hora del día que hubiera sido mejor que nunca hubiera existido? Que tu propia manada, que son considerados como tu otra familia, te observen con decepción. Que no importa lo que hagas, lo que digas, siempre serás comparado con tu perfecto primo. Tener que soportar que te traten en todos los lugares a los que vayas como un ser insignificante.

Nadie, ni el ser más fuerte y capaz, lo podría afrontar con la frente en alto. Y con una buena salud mental.

Él, aprendió de la peor forma, que a veces resignarse es mejor que luchar. Que encerrarse en sí mismo es la mejor defensa ante miradas hostiles, ante palabras cargadas de odio y ante personas que nunca lo considerarán como uno de ellos. Pero... si algo iban aprender todos, hasta el propio Liam, es que no importa lo que digas o hagas, cuando los dioses deciden tu destino no hay ser capaz de cambiarlo. Y qué mejor forma que darle uno de los mayores desafíos: conocer a su alma gemela.

¿Podrá finalmente sentir lo que es amar y ser amado? ¿O también dejará que los demás decidan por él? Por eso te invito a conocer de Liam McCartney, un pobre Alfa que no cumplía con las expectativas de nadie. ¿Podrá cumplir las tuyas?

Linaje: McCartney © [NUEVA VERSIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora