»Cap2«Volver a mirar al cielo.

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Hace tiempo no sentía lo mismo que ahora, la sensación actual se sentía como a lo que los humanos llaman enamoramiento. Mi mente cada vez que la veía me pedía que la abrazara y dijera lo que siento pero volviendo al tema ¿Ella en verdad querría un demonio?

Estaba en el techo de mi casa aburrido como siempre no tenia nada que hacer, como son todos los domingos para mi. Recordé aquella ves que Layla me dijo que era un irresponsable y rebelde al instante me decepciono un poco que pensara eso de mi pero debo admitirlo tenia razón es eso –me eche a reír–

Me baje del techo y decidí ir un rato con mis amigos, pero en ese instante mi hermano apareció justamente cuando yo daba un gran salto hacía abajo.

–¿Que crees que estas haciendo enano? – me grito casi en la cara, sobresaltándome por su presencia.

–No molestes –le conteste enojado y empujándolo hacía un lado.

–Como dices no te escuche idiota – en ese momento voltee enojado y le repetí lo que le había dicho. Estaba en lo correcto diciendo que yo era un enano pero solía molestarme constantemente con mi estatura por cualquier cosa, solo por ser unos quince centímetros más alto que yo.

–¡Que no molestes!, ¿satisfecho? – respondí casi gritándole, estaba colmando mi paciencia y eso le encantaba.

–Jaja, anda lárgate y no  ¡regreses maldito "humano"! – Bufo, salí por la puerta y la cerré lo mas fuerte que pude.

En unos días iba ser el examen de auto-regularización de lo que suponía habíamos visto en la secundaria, que siendo sincero había faltado casi todos los bimestres. Muchos de mis compañeros van a la biblioteca de la Preparatoria para estudiar con mas facilidad los temas del examen, no me pareció tan mala idea ir a estudiar un poco para poder pasar los exámenes con una A.

Cuando llegue a la biblioteca, el típico pensamiento de inseguridad se paso por mi mente  "hay muchas personas esto es un poco incómodo", en parte era verdad, las personas no solían verme con una buena cara todo el tiempo, comúnmente era rechazado "tu rarez se nota a miles de kilómetros ¿crees que así encajaras?". 
Pero aun así trate que que esto no me incomodara ya que tenía que estudiar después de todo. Conmigo traía mi mochila así que con más facilidad empecé a buscar los temas que con lo poco que asistía a la secundaria recordaba, mi memoria no era tal mala después de todo,  en cuanto encontré el libro de la materia, me acerqué a una mesa y empecé a leerlo, en ese instante escuche que alguien hacía un sonido como "shssshss", me dio un poco de curiosidad y sin ningún problema voltee la cabeza hacía atrás. Y ahí estaba Layla viéndome con las manos en la boca, asiendo que el sonido se hiciera mas fuerte.

oye tú Ryoko ¡ven! – me dijo con la voz baja para no molestar a nadie.

–Eeeeh, ¿Yo? – cuestione  apuntándome a mi mismo.

–Si tu tonto –se río en bajo.

Yo solo tome mi libro y me pare de la mesa para dirigirme a la suya.

–Vaya me sorprendéis, ¿como es posible que un chico como tu este en la Biblioteca? – se burlo.

–A-amm la verdad no tengo acostumbrado por lo común venir pero dadas las circunstancias tengo la obligación de estudiar a fuerzas – dije un poco avergonzado.

Mm – hizo una pausa para apresurarse a añadir –...¿sabes? me agradas – 

Se hizo  un silencio incomodador y ella siguió leyendo su libro como si no hubiera dicho nada. En ese instante me anime a  querer decirle lo mismo.

Pero no fue así.

–Layla, ¡que crees! –una voz de hombre hizo que Layla y yo volteáramos al mismo tiempo. En ese instante entro corriendo un chico a los que llaman góticos o dark –eso creo–,  algunos de ellos se ven intimidadores, en cambio este es todo lo contrario, se ve  amigable.

¿Que pasa Charles?, oye un favor trata de no gritar aquí o te sacarán –le dijo un poco nerviosa, cerciorándose de no haber llamado la atención de los otros alumnos presentes.

–Oooh, ¡lo siento a todos! –grito a propósito para que todos escucharán su gran disculpa, algunos voltearon molestos y otros rieron por lo bajo, el tal Charles no se inmuto en lo absoluto y solo se limito a mostrar una brillante sonrisa.

–¡Charles te puedes callar!, ahora dime ¿qué quieres? – contesto Layla algo incomoda.

–¡Así! te tengo una gran sorpresa ¿quieres saber que es? – se acerco a ella tratando de no decirlo tan fuerte.

–¿Que es? –pregunto emocionada.

–¡Que he conseguido los boletos para el concierto de Guns And Roses, ¿no es genial?! – y no pudo evitar gritar ni un poco.

–¡¿Que?!, ¿es enserio?, ¡es genial! ¿dónde los conseguiste? – y tampoco ella evito gritar.

–Jaja,  ¡vamos!, si ya sabes que tengo mis contactos –contestó con aire sobresaliente.

–¡wouw eso es genial!, ¿y cuantos compraste? –pregunto emocionada. 

–Mmm... solo dos uno para ti y otro para mi– señalo a Layla y después así mismo.

–Y Violeta ¿que?, ¿no compraste uno para ella? – cuestiono inquisitiva.

Mmm ¡no! – la miro enojado –, ya sabes como es ella conmigo se la pasa insultándome, no quiero que este todo el concierto haciéndome lo mismo, además los boletos están muy caros solamente me alcanzó para ti y para mi– dijo un poco desanimado.

–¿Que?, no te hubieras molestado en comprar el mio ¿sabes?, yo tengo lo suficiente, y por cierto tu le comentas lo del boleto a Violeta o si no te golpearalo miro extrañada, este solo se limito a estirar los labios y a tragar saliva ásperamente.

¿Y yo?, yo veía todo con cierto excesivo interés... 

No, pero esta vez yo quería darte como recompensa de que los exámenes pasados me ayudaste a pasarlos eso me hizo muy feliz quería darte este gran detalle y lo de Violeta, mejor dile  tu o sí no terminaré sin piernas – miro a Layla con cierta desdicha y por lo pronto tenia puntos a su favor sobre la explicación a esa tal Violeta.

–No te preocupes yo le digo por ti ¿Ok? – este suspiro aliviado.

Gracias Layla, nos vemos me tengo que ir, cuídate – se despidió contento.

–Sí, adiós tu también – se despidió de abrazo y se fue.

Por lo pronto yo estaba ahí sentado a lado de Layla, abobado, pensando en lo genial que seria ir al concierto con ella 

–Hey – golpeo mi brazo con su codo riendo –... Ryoko, pareces un idiota viéndome así –se burló.

–A-aah... lo siento –me sonroje violentamente como solía pasarme en situaciones similares, ella solo cerró su libro.

–Ya me tengo que ir Ryoko espero verte mañana –

Puso sus cosas en su mochila y se fue...

– Igual yo Layla –solo que ella no me escucho, ya no se encontraba ahí. 

"Si tan sólo también yo pudiera ir con ella."

El Demonio Con Corazón de HumanoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant