Capitulo 28

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Caminamos por los largos pasajes de New York y sus edificios interminables y antiguos, Gerard sabía que eso me encantaba, las luces navideñas en esa epoca adornaban cualquier hora del día, iba sosteniendo su brazo entre los míos intentando ocultarme del frío, él me abrazaba con una de las tantas razones que tenía para hacerlo.
-Oh Bee, ven aquí, quiero enseñarte algo- Me atrajo aun mas mientras caminabamos hacía uno de los callejones detrás de las avenidas principales, dónde eran cálidos por el vapor de las chimeneas en las azoteas y abundaban pequeñas y acojedoras cafeterías, ahí estaba 'Two grapes away from the kingdom'. Un edificio de ladrillo rojizo exactamente de tres pisos, de este colgaba un reloj purpura con la hora exacta, en lugar de luces utilizaban velas preciosas talladas con pequeños ornamentos.
-Gerard, es precioso- Dije en voz baja mientras entrabamos y la señorita se encargaba de acompañarnos a una de las mesas con dos tazas doradas de capuccino ya servidas y continuamente dejarnos solos con los amplios menús -¿Hiciste reservación?- Sabía que mi curiosidad no tardaría mucho así que sonrió
-Antes de que llegaras a mi habitación estuve buscando por todo New York que lugar podría gustarte- Pasó el borde de su mano por debajo de su nariz intentando retirar el frío -Y cuando vi que existía esta cafetería, supe que estaría bien para comenzar tu cumpleaños- Acarició mi mejilla -Te conozco, Bee- Besó mis nudillos -Y sé que te encantan los lugares como sacados de historias fantásticas-
-¿Me conoces?- Lo miré desafiante
-Puedo decirlo a los cuatro vientos- Ahora su sonrisa era desafiante
-Quiero escucharte- Me recargué sobre el respaldo
-Te conozco, Elise Bee- Rió tallando uno de sus ojos -Sé que adoras tocar el piano, sé que tu color favorito es el azul y por esa misma razón amabas pasar los fines de semana en las ciudades costeras como Galveston y sé que cuando decidieras casarte te hubiese encantado tener una casa blanca con vistas turquesa al mar, conozco el tipo de musica que te gusta escuchar dependiendo de como te estás sintiendo, puede ser Blink 182 y de un segundo a otro cambiar a The lumineers. Sé que adoras la pasta con queso pero pasando de las 10 de la noche es seguro que vas a inflamarte, adoras el café con canela o capuccino y por alguna extraña razón sé que odias las gaseosas sí no son Dr. Pepper- Reí porque cada cosa era cierta y parecía no terminar -Sé que cuando tenías 20 años adoraste con todo tu corazón a un pequeño gato gris que conociste de bebé a pesar de que no eran tu mascota favorita y lo llamaste Shazam , también sé que tus flores favoritas son las Periwinkle y debo admitir que odio esas malditas flores, tuve que buscar con cada florista en New York porque ninguna entendía a que me refería hasta que finalmente- Una de las meseras dejó el precioso ramo de pequeñas flores celestes envueltas en una delgada tela con destellos azules sobre la mesa -Hasta que finalmente una mencionó que no se llamaban Twinkies- Mis mejillas ardían con fuerza mientras él explicaba tontamente que había confundido unas flores con los panecillos suaves de vainilla que vendían en los supermercados
-Eres un tonto- Le abracé besando su rostro una y otra vez -Te amo, te amo Gerard- Suspiró inhalando el aroma de mi piel y vestido
-Oh y también olvidé decir un montón de cosas mas, entre ellas que tu perfume favorito es 'Vintage Bloom'- Sonrió sobre mi cuello -Y que antes, cuando recorría los pasillos de las elegantes tiendas de 'alta costura' solía aplicar ese perfume sobre las muestras de papel encerado que dan gratis y llevarmelas a casa porque me recordaban a ti-
-No debiste- Susurré sobre su cabello -Te amo, nunca evité eso-
-Debo decirte que te habría comprado esa casa con vistas turquesa en Galveston- Rodeó mi cintura con sus brazos -Y lo haré, pero primero debo asegurarme de que te quedes conmigo- Sonreí asintiendo
-Todo sea por esa casa- Le lancé un guiño bromeando y rió ofendido
-Oye-

Esa mañana asumí que Gerard pediría el almuerzo inglés, cuando solíamos vivir en Londres adoraba sus hotcakes bañados en miel de mapple y frambuesas a su alrededor. Siempre solía preguntarme a mi misma el porque él decidía dejar para al final el centro del panecillo, nunca lo supe, mientras estabamos juntos eran preguntas que salían sobrando entre tantos temas que abordabamos minuto tras minuto.

Hard to Love (Gerard Way) ADAPTACIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora