Capitulo 8: Nat

90 10 0
                                    

Clint estaba muy preocupado, pero Tony, por el contrario pensaba en los gastos de reparar el edificio.
-Está bien- dijo Tony al teléfono- nos vemos mañana.
Con esa llamada ya había contratado la reparación de nuestra sede. Ya podíamos imaginarlo discutiendo con los empleados porque tardan demasiado, o por las alfombras, o porque el color de las paredes no es el mismo. En fin, Steve, Wanda, Nebula y Yo nos quedamos con Clint. Bruce, Thor y Rocket irían con Tony, y Sam y Bucky acordaron ir a la casa de Scott.
-Vayan a la habitación de arriba- nos dijo Clint a Steve y a mí- Ahora les traigo sábanas para el sofá-cama- les dijo a Wanda y Nebula.
Subimos a la habitación de huéspedes. Ese lugar me traía tan malos recuerdos. No sé en qué estaba pensando cuando en ese sitio, unos años antes, le conté a Bruce mi más profundo secreto y supliqué para que me dejara formar parte de su vida. Creo que por eso enamorarse siempre me pareció algo de torpes. ¿Para que confiarle a alguien tus mejores y peores momentos si luego puede acabarse y tener todo a tu contra? ¿Para que compartirlo todo? ¿Para que darle un blanco a tus enemigos?
Pero Steve derribaba cualquier argumento que tuviera en contra del amor.
De verdad, no podía creer que eso estaba pasando por mi mente, no podía creer que esa loca enamorada era yo, simplemente no cuadraba.
-¿Estás bien?- le pregunté- te diste un golpe muy fuerte.
-No te preocupes- contestó arrogante- no tengo ni un rasguño.
-¿Quien puede ser capaz de querer causar tanto daño?- le pregunté mientras acariciaba su pelo.
-No te pongas celosa- dijo- pero al parecer estoy solicitado.
-Tendrán que pasar sobre mi cadáver- le dije apagando la luz.
-Buenas noches- me dijo mientras me dió un largo abrazo- y por favor nada de cadáveres.
La luz de la mañana se filtraba por la ventana. A lo lejos se podían oír pájaros. Bueno, supongo, porque en ese momento los ronquidos de Steve no me dejaban escuchar nada más.
Con delicadeza saque su brazo de mi cuerpo, me levanté y cuidadosamente dejé la habitación.
Llegué al comedor. Nebula, Wanda y Clint ya estaban despiertos, me senté a su lado.
-¿Que tal la convivencia?- dijo Clint riendo.
-Aún puedo oír esos ronquidos- le dije
-Te acostumbras- dijo Wanda.
-No lo creo.
-Yo no lo creo- dijo Clint dándome una taza de café- no creo que seas la misma persona. Creo que todo esto de los viajes en el tiempo te afectó un poco.
Sigo siendo la misma.
-Creo q estoy del lado de Barton- dijo Wanda riendo.
-¿Quieren una demostración?- les dije.
Acto seguido le hice un gancho a Clint y lo dejé en el piso.
-Sí- dijo él riendo- aun es ella sin dudas.
-Barton- le dije ayudándolo a levantarse- ¿Cuando vas a aprender a librarte de un simple gancho?
Todos comenzamos a reír, aunque en voz muy baja, para no despertar a nadie.
-Buenos días- Dijo Steve entrando a la habitación.
Antes de que pudiera devolverle el saludo él ya estaba dándome un beso. Cuando se apartó pude ver la mirada atónita de Clint, y las risas de Wanda.
-Todo bien pareja feliz- Dijo Clint- Pero tenemos que buscar a la persona que ayer casi los hace explotar.
-No seas aguafiestas Barton- le dijo Wanda.
-Tony quiere vernos en media hora- Dijo Nebula- Dijo que vayamos al edificio.

Romanogers: una historia, dos miradas, mil posibilidades Donde viven las historias. Descúbrelo ahora