Fiesta

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POV AOMINE

Nuestros hermanos habían llegado, estaban todos y hasta demás, al parecer eran amigos de Midorima y se quedarían a pasar las vacaciones aquí, todos eran guapos debía admitirlo, pero sobre todo le ponían mucha atención a Satsuki.

-Shin-chan  no nos dijiste que tenías una hermana tan bonita, dime que eres legal preciosa- dijo el joven llamado Takao, estaba demasiado cerca de ella, al igual que el que ahora reconocía como Reo, que perjuraba que Satsuki debería ser modelo.

-Oh no.. ella es Momoi-chan, es mejor amiga de nuestro hermano Kuroko y de todos en general, es como de la familia- interrumpió Midorima y Momoi le dió un pequeño abrazo, me alegraba que existiera ella en la vida de todos nosotros.

Momoi nacio unos meses después que Kuroko, su madre era mejor amiga de "ella" así que la veíamos seguido por la casa, éramos unos niños, pero éramos consientes de que ambas esperaban bebés,  era un deleite verlas tejer chambritas o contarse remedios para  las molestias, siempre traía dulces con fresas y chocolate y era una tía muy genial.

Después del nacimiento de Kuroko no hubo felicidad y brillo, más bien era tristeza y oscuridad, nuestro padre estaba destruido, lo escuchábamos llorar a menudo, ya fuera en los pies de la cuna de Kuroko o junto a la chimenea, Akashi era el único que se atrevía a acercarse y frotar su espalda, yo me moria de miedo, ver a el hombre de la casa llorar, ese que te da nalgadas cuando haces algo mal, shokea demasiado.

Fue la madre de Momoi quien cuidaba de nosotros y de Kuroko cuando estaba recién nacido, algo que nuestro padre necesitaba, pues no a cualquiera se le confían los hijos.

Un día mientras dejábamos a Mura en su cuna su fuente se rompió, ella no entro en pánico ni se alteró, bajo las escaleras, llamo a su doctor y 10 minutos más tarde los sirvientes la llevaban al hospital, fue esa misma tarde cuando conocí a Momoi.

Era plena primavera y el sol estaba en su esplendor, era una bebita hermosa, blanca como la nieve, sin ningún cabello o diente, sus pestañas eran diminutas y hermosas y sus ojos, eran los más lindos que había visto.

Kuroko y ella habían empezado a crecer juntos, igual que nosotros con ellos, las primeras palabras de ambos fueron "Momo" por parte de Kuroko y "Kuro" por parte de Momoi, a ese nivel están juntos.

Obvio nosotros siempre estábamos ahí, pero éramos más grandes depues de todo y un simple "onni-san" al final del nombre cambiaba toda la atmósfera. Con el paso de tiempo quedé prendado a ambos, Momoi era tan importante para mí como Kuroko, para mí éramos 7, no 6.

Obvio no podíamos seguir siendo niños corriendo descalzos en el pasto toda la vida, todos habíamos crecido, llegó un punto como en todo, Akashi y yo cambiamos las fiestas por libros gigantes, Midorima y Kise poco a poco se olvidaban de los videojuegos o de revolcarse en el lodo y empezaban a conocer las nuevas formas de diversión para adolescentes, hasta Murasakibara ahora ya no cabía en los uniformes y el básquet le hacía bien a su cuerpo, fue durante el segundo grado de secundaria de Murasakibara cuando el punto de quiebre se evidenció.

Akashi partió en verano, iría a Tokio a termina su carrera y a apoyar a nuestro padre con la empresa, no tenía fecha de regreso a casa, había sacado hasta sus discos de acetato que adornaban sus  paredes, Midorima quería seguirlo a Tokio cuando una mejor opcion se presentó, pues tenía una beca a Oxford iría a aprender a América, yo.. yo decidí quedarme en casa, pronto me graduaría como chef y quería abrir un restaurante en nuestra ciudad, Kise se quedaba al igual que Mura y los niños, fue un golpe duro para todos, el separarnos, pero era inevitable.

De repente éramos 5 incluyendo a Momoi, 4 con Kise haciendo giras por aquí y por haya y limitándose a Tokio y visitarnos de vez en cuando, 3 cuando Murasakibara descubrió su gusto por irse temprano y regresar hasta muy tarde, pronto solo me recibían Momoi y Kuroko para cenar.

Fue en un San Valentín, el restaurante hoy cerraria tarde,muchas novias y esposas se esforzaban al máximo hoy así que "Day" tenía que esforzarse, habíamos terminado a la 2 de la madrugada, yo llegue a casa a eso de 2:20 AM, en la sala reposaba un cuerpo conocido, era Momoi quien estaba ahí, tenía su pijama y una colcha encima, sus ojos estaban cerrados y solo hasta que me acerqué a ella despertó.

-Que haces Momoi.. ve a la cama con Kuroko hace frio.-

Ella se puso como tomate y se sentó en el sofá, escuche una envoltura y confirme aquello cuando sacó una bolsita color rosa de debajo de la colcha.

-Yo.. queria darte esto Ao-aniki.. chocolate..-

Estaba sorprendido, ella me había esperado solo para darme chocolate, junto a él una carta en un sobre amarillo con bordes rosa.

-Mmm.. me...me.. me gustas Ao-aniki!- luego corrió escaleras arriba, ahora entendía que pasaba.

Cuando Momoi se había enamorado de mi? Y sobre todo, cuando aquello me causaba conflicto? No.lo sabía, pero tampoco me negaba a la posibilidad.

Así después de cierto tiempo me deje llevar por las burbujas y por la brisa rosada de una niña de 15 años.

Yo nunca había hecho nada y hasta hace poco nos habíamos besado, solo me gustaba protegerla y estar junto a ella, hacerle sus pasteles favoritos y picar su nariz.

¡Deja a mi hermano!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora