The lone driver

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-¡Vier! ¡Vier, despierta!

El joven llamado Vier, se encontraba acostado sobre el césped artificial que había junto a uno de los parques de Yohei Gakko. De piel ligeramente morena y pelo corto del mismo color, no habría destacado mucho de no ser por su gran altura: unos dos metros aproximadamente.

Al escuchar la voz que le llamaba, abrió uno de sus ojos, casi cerrándolo de nuevo por el contraste de luz.

-¡Nos acaban de llamar para una misión! ¡Arriba, dormilón!

Una vez su visión se hubo ajustado al entorno, el rostro invertido de una chica se hizo visible. Tenía el pelo rubio, liso hasta los hombros, ojos verdes y rasgos finos. Su piel era considerablemente pálida. No a pocos les hubiese dado la impresión de que tenía alguna enfermedad.

En ese momento se encontraba haciendo pucheros con las mejillas, probablemente intentando mostrar su enfado, aunque el joven sabía que eso era algo difícil en ella.

-¿Una misión? ¿Ahora? –se quejó, levantando una ceja, sus manos se encontraba debajo de su cabeza y una de las piernas cruzada sobre la rodilla de la otra. Era la imagen de la pereza.

-Sí. Freude y Jeianne nos están esperando. ¡Así que vamos! –haciendo un gran esfuerzo, la chica intentó arrastrarle, pero no consiguió moverlo ni un centímetro-. ¿Se puede saber cuanto pesas?

-Hace tiempo que no lo miro, pero probablemente más de cien kilos. ¿Por qué?

-No... por nada... –respondió ella, decidiendo rendirse y apoyando su nuca sobre su hombro para recuperar un poco el aliento.

-¿Estás cómoda? –preguntó Vier.

-Sí...

-Sabes que así sólo vas a retrasarme más, ¿verdad?

-Deja que descanse un poco y ahora vamos.

Finalmente, se encaminaron hacia el centro de trabajo, donde se les asignaban las misiones a los miembros de Yohei Gakko.

-Mm... –Vier se desperezó mientras tanto, llevándose la mano a la boca para tapar un gran bostezo.

-Sé que no hace mucho de la última misión, pero no deberías tomarte las cosas con tanta calma.

-Me conviene estar lo más despierto posible para la acción. Al fin y al cabo, yo soy el que conduce, y no creo que queráis acabar estrellados contra una roca.

-Cuanto más duermas, más sueño tendrás.

-¿En serio? Yo creía que funcionaba al revés.

-Dormir mucho también es malo.

-Bah, no te preocupes tanto, Aqua.

-Claro que me preocupo. Llevamos dos años siendo compañeros de equipo, ¿cómo no me voy a preocupar?

Vier la miró en silencio y suspiró. Acto seguido puso una mano sobre su cabeza.

-Vale. Lo que tú digas.

Al cabo de un rato, llegaron al centro, donde sus otros dos compañeros les estaban esperando.

El chico se llamaba Freude, pelo rizado y castaño hasta el cuello, cejas ligeramente pobladas y ojos verde oscuro. Era de altura considerablemente menor que la de Vier, algo no muy difícil; de complexión media y musculatura ligeramente marcada. Solía ser el más sociable del grupo y el que mantenía arriba los ánimos.

En cuanto a la chica, Jeianne, era la líder del grupo. Normalmente serena, inteligente y carismática. Una de las mejores de su promoción. De cabello entre castaño y rubio, largo y recogido en una coleta, ojos pequeños e iris azul marino, delgada y, al igual que Freude, de musculatura ligeramente marcada. Al llegar Vier y Aqua, no dudó en mostrarse molesta por su tardanza.

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⏰ Last updated: Oct 13, 2019 ⏰

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