VI. Do you like the Riddle?

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Habían pasado ya varias semanas del ciclo escolar, dos meses en Hogwarts y los primeros años ya se sentían cómodos en el castillo.

Demasiado cómodos.

Draco juro por todos sus antepasados que su cabello tendría más canas que su padre si seguían pasando cosas asi. Miraba al pelinegro que tenía en frente como quien mira a un convicto en Azkaban o a alguien demente.

Créanme que Draco sabe cómo mirar a un demente.

La castaña no estaba mejor que Draco, miraba las manos del heredero Potter como quien mira una bomba a punto de explotar. podían culparla por tan exagerada expresión, no con eso en manos de Harry.

-Debes regresar eso- Exigió Draco mientras miraba a su amigo quien sólo hizo un puchero y agrando sus magníficos ojos verdes_ Nada de peros Harry, ¡Es la maldita piedra filosofal! ¿Cómo estás tan tranquilo? Oh morgana dame fuerzas.

¿Cómo habían llegado a este momento? Era curioso de responder esa pregunta. Para empezar Marvs no era un gato mágico común, era un dientes de sable mágico, una criatura sumamente curiosa e inteligente, que se creía estaban al borde de la extinción o por completo extintos, estás criaturas podían ser confundidas por un gato común pero eso es otro tema.

Estos tigres eran conocidos, o así se registró en los libros, como unas criaturas que en cuanto querían algo hacían hasta lo imposible para conseguirlo.

Marvs había seguido a Hagrid por qué le llamo la atención que estaba muy emocionado , el hombre llevaba lo que parecía un gran trozo de jamón en manos, pero Marvs iba siguiendo la magia que llevaba el hombre en el saco, al quitarse el saco de color marrón y dejarlo en la mesa, le llamo la atención un objeto envuelto en varios papeles que desprendía la magia extraña.

Como todo animal orgulloso de tener un amo agarró el paquete entre sus dientes y lo llevo en donde sentía el aura de Harry junto a los otros dos niños.

Fue así como Harry Potter, el niño que vivió, símbolo de la luz, y el héroe del mundo mágico, termino con un gato/tigre dormido entre sus piernas y la piedra filosofal en las manos.

La miraba con una admiración y cariño más allá de lo normal en un pequeño de tan solo once dulces años. Quien se suponía no tendría ambición alguna.

Estaban a la sombra de un árbol cerca del lago negro.

-Draco, ¿Te gustan los acertijos?-Murmuro mientras sonreía al sentir un calorcito invadirlo. la sensación de la magia de está piedra en contacto con la suya era sumamente gratificante, pero a Draco no le gustaba cuando su magia se movía así, después de tantos meses había aprendido a sentir la magia de Harry- A mi me fascinan, son misteriosos, te muestran una cara cuando tienen otra, no sabes que es verdad y que es mentira, me tientan a averiguar todo lo que son, de comprenderlos como nadie lo ha hecho.

Draco gimió en frustración al ver qué Harry no iba a devolver la piedra, cuando daba todo un discurso sobre un tema diferente es por qué no haría lo esperado, volteó a ver a la castaña en busca de apoyo para detener a Harry, pero se llevó la decepcionante imagen de que ella también giro a mírarlo buscando en el ayuda, sin saber que hacer en esta situación.

-¿Que vas a hacer con ella?- Pregunto temerosa de la respuesta Hermione, mientras miraba los ojos del niño brillar con intensidad, al igual que Draco sabía que eso significa problemas.

Oh Merlin salvará sus almas de la curiosidad de Harry.

-Guardarla claro, algo me da el sentimiento de que la usaré en un futuro- Acaricio con ternura a su gato quien ronroneo con gusto-No se preocupen Marvs es bueno para estás cosas.

*Editando* Lullaby (Tomarry)Where stories live. Discover now