LA NUEVA SIRVIENTA

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Narra 't/n'

Me sentía confusa, me he enfermado de nuevo. Probablemente mamá no ha ido a trabajar por cuidarme, mi papá seguramente se fue a buscar a algún doctor para venir a verme y mis hermanas preparando algo que pueda comer.

Mi cabeza palpitaba por la fiebre alta, mi cuerpo se sentía débil, aún para acomodarme costaba trabajo, mi cama se sentía más dura y las sábanas un poco incómodas. Mis ojos los mantenía cerrados, apenas podía abrirlos y la luz es molesta, pero lo único que veía eran siluetas borrosas.

Un trapo mojado fue colocado en mi frente quitando las gotas de sudor.

-¿Cómo te encuentras?- una voz desconocida, usualmente mamá es la que hace este tipo de cosas.

Me moví un poco y pude escuchar varias voces más.

-¡Llamen al sacerdote Mahad! Y decirle que la joven a despertado al fin.- ¿Qué?¿Sacerdote?

Aún con dificultad y un dolor punsante en cada parte de mi cuerpo abrí mis ojos, por la luz a  estos les costó trabajo acostumbrarse. Muchas personas extrañas me miraban con asombro.

- así que... No ha sido un sueño- me reincorporé tocándo mi cabeza, temblando por frío a pesar de estar tapada con varías sábanas. -¿Dónde estoy?-

-hola, te encuentras en la habitación de las sirvientas, el sacerdote Mahad te trajo hace cinco días y pidió que te cuidaramos hasta que despertarás- una joven de piel bronceada y vestida de lino un poco sucio contesto amablemente.

-espera... ¿Me dices que he estado inconciente por cinco días?- todas asintieron.

YGOYGOYGOYGOYGO


Mahad

-su majestad, me han informado que la joven ha despertado, iré a verla y la traeré ante usted inmediatamente- arrodillandome le hago saber la noticia.

-esa es una noticia...- paro en seco. -Mahad, has que trabaje hoy como parte de la servidumbre, hoy es el día que recordamos a mi antigua reina, es el aniversario desde que partió para ser parte del Reino de Anubis y no quisiera trabajar hoy. Simplemente me dedicaré a rezar por ella-.

Cada que era el aniversario de la muerte de la reina, nuestro faraón ofrece rezos y un banquete en nombre de ella. Ciertamente la amaba demasiado.

Asientó ante la petición de su majestad, retirándome hacia el cuarto de los sirvientes.

-¡Dejarme sola porfavor!- casi llegando escuché un grito. Y al aproximarme muchas de las sirvientes salieron corriendo asustadas por una joven que gritaba.

-¿Porque han salido?- las sirvientas se sorprendieron por mi repentina presencia.

-cuando la joven que usted trajo y despertó, queríamos verificar que está de encontraba conciente, pero después de que se enteró que ha estado enferma e inconciente por cinco días, ella comenzó a alterarse. Nos pidió que la dejáramos sola sino comenzaría a romper todo-. Asustadas por que dijera algo solo les dije que se retiraran. Entre a la habitación, observando a la joven mirando sus manos y con lágrimas en los ojos.

-tú... Levantate y alistate, hoy es el banquete en honor de la reina y nuestro faraón quiere que seas de las que participen sirviendo- aunque llame su atención está parece que se enfureció.

-¿Porqué? Desde que llegué aquí he sido lastimada y tratada como una cualquiera, puede que no sea de aquí, pero no es razón para tratarme así. Yo jamás pedí que me trajeran a este lugar desconocido- por primera vez en mi vida alguien inferior a mi me contestó, con irá y dolor en sus palabras.

Viaje al Antiguo Egipto [Atem x Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora