#3. La lavadora

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¿Encender la lavadora o no encenderla?

He ahí el dilema.

JongIn no era muy bueno con las cosas de casa, por lo que siempre dejaba que KyungSoo se encargara de eso. Sin embargo, esta vez, quería sorprender a su novio. Después de tres años de relación, algo nuevo debía hacer para mantener viva la llama, ¿no?

—¿Cuánto detergente debería echarle?

Desafortunadamente, el manual venía escrito en inglés, chino y español, y él no sabía hablar ninguno de esos tres idiomas.

—Bueno, probemos.

Vertió el detergente hasta cubrir toda la ropa, supuso que eso estaría bien.

Listo. ¿Y ahora qué?

Apretó el botón de "regular" para el agua y lo dejó actuar solo, así se hacía, ¿cierto? Seguro que sí. Así que, lo dejó ahí, en el cuarto de lavado, y se fue a encender la televisión.

Cambiando de canal encontró su programa favorito, Knowing Bros; esta vez tenían como invitados a Super Junior. Cogió su manta, tomó los snacks de la alacena y se echó a ver el programa. Para cuando KyungSoo llegara, encontraría toda la ropa bien lavadita y extendida en el cordel.

Veinte minutos después, el teléfono de casa sonó. No tuvo que hacer mucho esfuerzo, ya que estaba al lado de este.

—¿Aló?

¡JongIn! —exclamó el hombre en la otra línea con esa voz ruidosa que lo caracterizaba—. ¿Cómo está mi idiota favorito?

—JongDae... —suspiró—. ¿Quién en pleno 2019 usa el teléfono fijo?

Entonces, ¿para qué lo tienes, tarado?

Buen punto.

—Como sea, ¿para qué llamas? —preguntó con la boca llena.

¿Estás viendo Knowing Bros?

—Eh... ¿Quizá...? —No le gustaba que otros se enteraran de sus preferencias personales. Para los demás, él debía mantener la imagen de chico cool poco interesado en programas de variedades con chistes poco graciosos —. ¿Por...?

Ay, no te hagas, sé que es tu programa favorito, KyungSoo me lo dijo.

Terrible traición.

Como sea, ¿viste el tinte de Eunhyuk? Parece un resaltador, ¿a poco no te da ganas de probar un look así?

Tal vez... Pero no se lo diría.

—Claro que no.

Ay, eres un aguafiestas. ¡Hagamos una apuesta!

—¿Qué? ¡No!

Ya, deja de ser quisquilloso y acepta. Mira, será fácil. Si logras hacer que KyungSoo no se enoje contigo por una semana, yo me teñiré de rosa el cabello. Si pierdes, entonces tú lo harás.

JongIn rodó los ojos. No era tan difícil el reto, contando con el hecho de que ya había comenzado a apoyarlo en las cosas de casa, KyungSoo estaría más que feliz con él.

—Trato.

Ambos amigos continuaron su amena conversación mientras veían el programa. Una hora y media después, la puerta principal se abrió, dejando ver a su pequeño novio con un montón de bolsas de papel encima. JongIn no se percató, debido a su larga y tendida conversación. KyungSoo dejó las llaves sobre la mesa y se dirigió a la cocina.

—¡Oh! Ya llegó —le comentó a su amigo, una vez que lo vio pasar—. Ya verás cómo te gano esta apue-

—¡KIM JONGIN!

El grito inhumano lo hizo saltar en el sillón. Pronto comenzó a sudar frío.

Uy... No suena muy feliz que digamos... —dijo JongDae, soltando una carcajada—. Eso fue más fácil de lo que pen-

Colgó antes de escucharlo y fue corriendo hacia KyungSoo.

—¿Qué pa...?

No necesitó preguntar nada más porque, en cuanto entró, vio toda la cocina inundada y a su novio de pie junto a la puerta del cuarto de lavado con una mirada furiosa y la cara toda roja.

—JongIn...

Pasó saliva. KyungSoo continuó.

—¿Por qué la lavadora está llena de espuma y la manguera no está conectada?

—¿Cuál... manguera?

KyungSoo se llevó una mano a la sien.

—¿Por dónde crees que sale el agua cuando está en el ciclo de centrifugación?

—¿Ce-Centrifugación?

En ese momento, KyungSoo se cuestionó la razón de seguir con alguien que no dejaba de darle motivos para asesinarlo. Tomó el cuchillo de cocina y pasó de largo hacia la sala ante la mirada aterrada de su novio.

—¿A dónde vas?

—A enterrar este cuchillo en la almohada —dijo en un tono sereno.

—¿Por qué?

—Porque de lo contrario, me veré en la necesidad de enterrarlo en tu cuello.

JongIn volvió a pasar la saliva, esta vez con dificultad.

—Ah, una cosa más —KyungSoo giró hacia él antes de irse por completo—. Cuando baje, quiero encontrar todo esto seco, y espero que mi ropa quede como si nunca la hubieras tocado, ¿entendido?

—¡S-Sí, señor! —respondió muy obediente, cual soldado recibiendo una orden.

—Bien.

—Uhm, ¿KyungSoo?

Este se giró de nuevo, sin ninguna expresión en particular.

—Qué.

—Te amo...

KyungSoo siguió su camino sin decir nada y JongIn lo escuchó azotar la puerta del cuarto. Acto seguido, gritos, golpes y más gritos provinieron de la habitación.

A pesar de eso, JongIn sonrió.

—Sí... Él también me ama.

Insufrible Amor  ❝καιѕοο⁀➷ [EDITANDO]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant