Prologo

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No hace falta el decir el como ni el cuando, los detalles están demás, pues para nadie era novedad que los hermanos cada vez que se vieran batallaran a muerte... aunque a pesar de esto esta tuvo en desenlace diferente a las otras.

Un poderoso destello de luz que surgió de la cadera de Sesshomaru frenó la pelea iluminando la noche estrellada, segando con ello a todos los presentes y provocando que ambos hermanos cayeran inconscientes. Más tarde cuando se disipo el destello se aprecio una curiosa situación tomando por sorpresa al grupo de jóvenes que observaban expectantes lo sucedido, siendo sacados de sus pensamientos y preocupación por el grito de angustia de una pequeña niña que llegaba corriendo hacia el mayor de los hermanos.

-¡Señor Sesshomaru! - Exclamo mientras se acercaba y sus ojos se cristalizaban. Su pequeño acompañante y el dragón de dos cabezas que siempre la acompañaban la siguieron. El pequeño sirviente del nombrado miro a su amo inconsciente desde lo lejos, asustado y con lágrimas en los ojos temiendo lo peor.

-¡Estos niños insolentes, ya me las pagara ese tonto de Inuyasha! - Pataleaba Jaken mientras veía como la niña se alejaba de él para llegar hasta la trágica escena.

-Señor... - Susurro la pequeña antes de caer de rodillas junto al cuerpo de lo que pareciera ser su amo... se veía distinto - ¡El señor Sesshomaru está muerto! -Sollozo amargamente la chiquilla ignorando a los demás quienes la observaban fijamente. Ella lo quería como un padre, realmente sufría mucho con la idea de que ese demonio muriera, fue el único que la ayudo cuando no tenía a nadie.

-Tranquila pequeña -Tranquilizo una azabache, mientras se arrodillaba para tomar el pulso del mayor, encontrándolo por fortuna haciéndola suspirar de alivio -Él e Inuyasha solo están desmayados, despertaran más tarde... ¿Tu acompañas... a Sesshomaru? - Le cuestiono impresionada Aome, quien se había separado de Sesshomaru para poder revisar a Inuyasha. No podía imaginarse a una humana en compañía de ese terrorífico demonio ¿Qué hacia el temible Sesshomaru con una pequeña niña? Él les tiene un odio incondicional a todas las personas sin excepción, de hecho, las únicas pruebas de que esta lo acompañaba eran su preocupación por ese hombre y que es al parecer seguida y protegida por Jaken, que se veía a lo lejos como caminaba algo angustiado. No era para menos su preocupación, todos habían visto ese enorme destello. Y ahora los hermanos se veían... diferentes.

La chiquilla no quiso responder, ella no conocía a esas personas y desconfiaba de ellas por todo lo que una vez paso con los habitantes de su pueblo, además le habían hecho daño al señor Sesshomaru, definitivamente estaba aterrada, no podía hablar, aunque quisiera. Estaba perturbada por lo sucedido como para pensar en ello con claridad.

- Esta bien, no quieres decirnos, pero ¿puedes decirnos como te llamas? - Se le acerco Sango lentamente mientras le hablaba con dulzura. Nuevamente la niña solo los observo detenidamente a todos y desvió su mirada hacia Sesshomaru, abrazándolo, como si buscara un refugio. Todos la miraron con preocupación, pero la ternura no pudo evitar invadirlos, ella quería mucho a su amo al parecer.

-Tranquila, no te haremos nada - Le afirmo Shippo, que salto del hombro del monje para acercársele en un intento de calmarla pues nuevamente estaba empezando a llorar -Yo también soy un niño y mis amigos me han defendido de todos los peligros, no son malas personas -Continuo, tocándole un hombro a la chica frente a él consiguiendo únicamente que la chiquilla se alterara y se aferrara más al demonio mientras comenzaba a sollozar por el miedo mientras que apretaba fuertemente con sus deditos la esponjosa estola blanca de su señor.

-¡Oy! Niño insolente aléjate de Rin, no dejare que la toquen - Shippo se apartó rápidamente de la niña corriendo cerca de Kirara, la pequeña gatita. La niña al escuchar la voz del demonio se separó levemente del albino, o al menos del que lo era, se acercó gateando hasta él y le susurro.

-¿Qué pasara con el amo? ¿ya vio su extraña apariencia? -Apunto Rin al cuerpo de su señor.

-¡Ay caramba! Pero ¿Qué le hicieron a mi pobre amo bonito? - exclamo dramático el pobre Jaken abriendo los ojos como platos a la vez que se le humedecían por las ganas de llorar al notar el cambio en su amo apresurándose a abrazar la cabeza del ex albino. Si, ex albino, pues su bello cabello plateado se había obscurecido hasta llegar a un color carbón, así también cambiaron sus élficas orejas que se quedaron redondas, mientras que en su cara sus características marcas moradas en las mejillas y luna en la frente desaparecieron. Rápidamente el enano verde tomo una de las manos de su amo comprobando así que tampoco tenía garras, sino uñas.

Levanto la mirada hacia el medio hermano de su amo encontrándose a un hombre sumamente similar al padre de ambos guerreros, Inu No Taisho, lo único que quedaba del antiguo Inuyasha eran sus orejitas de perro, sin embargo, sus rasgos faciales se afilaron y pareciera que estuviera más alto, al contrario que el ahora azabache que mantenía su metro noventa y ocho. El menor seguía siendo un poco más bajo que su medio hermano, pero no dejo de crecer unos diez centímetros.

-¿Qué les habrá pasado? - Pregunto la viajera en el tiempo a su grupo de amigos mientras miraba extrañada a ambos chicos.

-No tengo idea señorita Aome, pero lo mejor será llevarlos a ambos a un lugar seguro -Respondió el monje preocupado por no saber la respuesta lo que estaba pasando con su amigo Inuyasha.

- ¡Antes muerto permitiré que se lleven a mi amo! - Desafío el enano demonio tras escuchar la conversación - ¡Quien sabe que atrocidades piensan hacerle a mi amo bonito mientras este inconsciente en forma de venganza, después de todo ustedes no podrían contra el fabuloso poder del gran Sesshomaru!

-Pero señor Jaken, quizás ellos puedan ayudarnos a que el señor Sesshomaru vuelva a la normalidad -Razono Rin en voz baja, solo quería que su amo estuviera bien, no confiaba en esas personas, pero quizás tenían una solución para la nueva apariencia de él, además podrían acompañarlos para asegurarse de que no le hicieran nada. Jaken la observo preparándose para regañarla siendo interrumpido por la caza demonios.

-Nosotros no lastimaremos a Sesshomaru, no se preocupen, después de todo esto pareciera que tiene relación con su lazo sanguíneo - Concluyo Sango luego de estar meditando lo sucedido.

-¿Lazo sanguíneo? - Le pregunto Shippo quien no paro de ver a los dos hermanos totalmente impactado.

-Esa es la impresión que me da, pues, si notan ambos son su contrario, Sesshomaru paso de ser un demonio de sangre pura a un humano, mientras que Inuyasha paso de ser un medio demonio a un demonio completo, es como si los poderes de Sesshomaru fueran cedidos a Inuyasha y el lado de humano de este haya pasado a su hermano.

-¡Excelente conclusión Sango! - Exclamo una pequeña criatura desde la cabeza pequeña gata mientras saltaba. Era la pulga Mioga quien al parecer acababa de llegar a la escena.

- ¡Anciano Mioga!- exclamo feliz el zorrito mirándolo.

-¿Entonces Sango tenía razón? - Pregunto Aome

-¿Sabe cómo solucionar esto? - Le siguió el monje Miroku.

-Tranquilos, tranquilos...

- ¿Qué nos calmemos? ¡Más vale que te apresures a explicar lo que pasa anciano! - Exigió Jaken alterado.

-Me sorprende como el joven Sesshomaru lo soporta... - Susurro para si la pulga

-¡¿Qué dijiste?! ¡Como te pille te aplastare! - Chillo de vuelta el verdoso.

-N-nada - Rio nervioso el insecto - Bueno, lo que paso fue que durante la pelea que ambos tuvieron hace unos minutos, lo más probable es que la espada del joven Sesshomaru se haya cansado de pelear con su espada hermana, pues como ya sabían estas espadas tienen personalidad y voluntad propia independiente de los pensamientos de su amo y al ser creadas para pelear aliadas la mayor, es decir el colmillo sagrado debió convencer a su hermana a que fusionaran sus poderes para así quizás convencer a sus dueños de reconciliarse dejándolos en su estado mas vulnerable, Inuyasha en una forma que no puede controlar y Sesshomaru en una forma en la cual por primera vez se vera desprotegido. Desconozco la solución a este problema, pero si esto es como pienso que es una forma de castigo, lo mejor será que permanezcan ambos chicos juntos porque están en grave peligro.

-¡¿Qué?! -Exclamaron todos espantados por el simple hecho de imaginarse a ambos hermanos, tan problemáticos como eran, conviviendo juntos.

-Esto será algo difícil... -Suspiro Aome cansada de solo pensar en lo que venía.

Colmillo Sagrado (corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora