Cap. 50 - Nos vemos de nuevo.

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Pov Vane.

Hoy me levanté con ganas de ver a Calle y Poché, no sé es sábado y quiero ir a ver cómo están mis amigas.

Me levanté de la cama, me bañé, arregle y todo, quería comer con ellas, lo sé es loco que salga de la cama a las casi tres de la tarde, pero hoy era día de hueva.

Salí de mi apartamento para subir a mi coche y encaminarme a el departamento de Daniela.

(...)

Toque tres veces y esperé a que alguien abriera, pero pase más de cinco minutos tocando y nada, baje con el portero y le pregunté.

— oh, la señorita Daniela salió con la señorita Poché — me dijo amablemente.

— ¿A dónde? —

— mmhh, no sabría decirle señorita, solo se que salieron con maletas — ¿Maletas? ¿Se irán de viaje en pleno ciclo escolar y sin avisar? Fruncí las cejas y le di las gracias al portero para caminar hasta mi coche.

Intenté márcales, pero ninguna de las dos atendía el celular ¿Qué demonios? ¿Por qué no me contestan?  También llamé a Paula y a Vale, pero ninguna de las dos me contestó.

Esto me está comenzando a preocupar.

Ya no había opciones, bueno si una; llamar a Kim, con ella no hablo desde esa vez que crucé la puerta de su casa, no sé que me pasa, es cobardía lo que me impide hablarle, pero ella tampoco ha tenido interés para intentar arreglar las cosas.

Con miedo marque su número, no contestó, ahí me acordé que los sábados tiene concursos de tenis y... ¿Cómo lo sé? Pues tal vez la he estado espiando este mes, aclaró no es acoso, solo me hago la detective que busca encontrar la forma de pedirle disculpas a Kim.

Puse un poco de música y arranqué el coche con destino a la cancha de tenis.

Estacioné el coche donde siempre, me puse mis gafas de sol y caminé hasta una banca para ver a Kim.

— ¿Crees que no me he dado cuenta? — una voz muy familiar atrás de mí me sacó de mis pensamientos. Los nervios comenzaron en todo mis ser.

La miré y nos quedamos viendo segundos que parecieron horas hasta que levantó las cejas.

Negué con la cabeza.

— ¿De que hablas? — me hice la desentendida aunque ya sabía a lo que se refería.

— ¿Por qué vienes todas los sábados? Y de casualidad solo cuando me toca participar a mi — ¡Demonios! ¡Me ha descubierto!

— oh, ¿Piensas que vengo por ti? — reí y negué con la cabeza ¡Necesito buscarme una buena escusa! ¡Pero Yaaa!

Comencé a mirar hacia todas partes hasta que vi a Alejandra, Alejandra es mi compañera de natación, esta chica hace mucho deporte, y lo mejor de todo es que está muy buena (sexy)

Precisamente en ese momento Alejandra volteó y me miró, la verdad es que Alejandra es muy guapa, claro aparte de sexy jaja ¡Demonios! ¡Vanessa! ¡¿Qué estás pensando!?

Ella muy sonriente me saludo con la mano en el aire, también sonriente le devolví el saludo y miré a Kim.

— ehhmm... Solo vengo a saludar a mi amiga Alejandra — volteé a ver Kim.

Ella volteó los ojos y bufó.

Se dio la media vuelta e iba comenzar a caminar, pero mi mano lo impidió, sostuve su brazo con mi mano impidiendo que se alejara.

— aunque esta vez sí vine por ti...

— ¿Ah si? ¿Por qué? ¿Para que me necesitas? —

Se recargó sobre una pierna ¡Demonios! Hace mucho tiempo que no estaba así de cerca a Kim y me pone un poco nerviosa.

— ammm... Hoy fui al apartamento de Calle para comer con ellas, estuve tocando más de cinco minutos y nada, bajé con el portero para preguntar y me dijo que no estaban, que se habían ido con maletas...

— espera ¿Con maletas? ¿Acaso se irán de vacaciones en pleno ciclo escolar y sin avisar? — levantó las cejas.

— literalmente me pregunté lo mismo, y tampoco me contestan el celular — hice un puchero.

— le marcaré a Vale —

— eehh, yo ya lo hice, tampoco contestó, pero vuelve a intentar —

— nada, no contesta — dijo después de marcar.

— Entonces... —

— vamos con Paula —

Las dos subimos al auto y emprendimos el camino hacia la casa de Paula.

— ¡MIERDA! — gritó Kim haciendo que casi chocaramos.

— ¡Mierda! ¿Que demonios te pasa? — detuve el carro.

— ¡Mierda! ¡¿Qué que me pasa?! ¿Acaso no has visto las noticias? — dijo mostrandome su celular.

— ¡Mierda! ¡Por eso se fueron! —

— si, todo tiene sentido ¡Malditas 🦊's mal paridas hijas del huevo! — ¡Jajaja! Debo admitir que sus insultos me dieron demasiada risa — ¿De que demonios te ríes? — mi risa cesó.

— amm, no de nada hija del huevo — me miró mal — Ya, mejor vamos con Paula.

No dijo nada y continúe manejando.

En mi mente solo había una guerra de preguntas y cuestionamientos que necesitaba responderme ya, aunque no creo que pueda, estoy demasiado confundida.

¿Cómo es que esas hijas del huevo se escaparon de la cárcel? ¿Por qué Kim se ha portado un poco indiferente conmigo? ¿Aún quiero que estemos juntas? ¿Aún que me quiere? ¿Aún me gusta? ¿Por qué Calle y Poché se fueron sin avisar? ¡Demonios! Demasiadas preguntas que no puedo ni me pueden contestar.

Pov Kim.

Me quedé viendo un momento a Vane mientras ella seguía mandejando, siempre tan linda, sus gafas de sol la hacían ver más sexy de lo que ya es, y eso me trauma, me desespera el hecho de que no podamos estar juntas, bueno al menos de la manera que yo quiero no se va a poder, este mes he estado pensando mucho en eso y me he dado cuenta de que me atrae y me atrae demasiado creo que me he enamorado de ella.

— ¿Me seguirás mirando o vas a salir del auto? — su voz me hizo salir de mis pensamientos, jajaja que pena, me quede viéndola, pero es que es demasiado guapa ¿como para no mirarla?, simplemente me perdí en ella.

No dije nada y simplemente salí del auto para comenzar a caminar hacia la entrada de la casa de Paula.

Toque tres veces y Vanessa apareció a mi lado.

Paula abrió la puerta inmediatamente.

— ¡Mierda! ¿Ya vieron las noticias? ¿Cómo están ellas? ¿Dónde están? — dijo toda agitada.

— ¿Podemos pasar? — preguntó Vane levantando las cejas y señalando hacia adentro con las gafas en la mano.

— ¡Oh, si claro! — se hizo a un lado para que pasáramos.

Comenzamos a caminar hacia la sala hasta que dos toques se hicieron presentes, todas nos miramos.

— ¿Esperas a alguien? — Paula negó con la cabeza.

— bien, yo abro — comence a a caminar de regreso hasta abrir la puerta.

— nos vemos otras vez — dijo aquella voz femenina erizandome la piel.











Sólo Yo (Caché) | Terminada. Where stories live. Discover now