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Ryan tuvo que ir a hacer un trabajo con una chica. Los niños fueron con una tía al parque de diversiones. Jack tenía dos boletos. Yo tenía la noche libre.

"Entramos" preguntó.

Asentí. Metí las manos en mi bolsillo y caminamos hacia el teatro. Al parecer veríamos una película de comedia.

Nuestras sillas estaban casi al frente, alejados de casi todas las personas quienes llenaban los asientos traseros.

"Gracias" sonreí. No obtuve respuesta alguna. La película transcurrió normalmente y mis ojos aprobaban el aburrimiento.

Sentí la mano gruesa de Jack tocando mi pierna. Cerré mis ojos y apoyé mi cabeza en la palma de mi mano.

"No estoy entendiendo nada" confesó. No respondí.

Tomó mi rostro en sus manos y besó mis labios, tal como lo hizo en la cocina y más lento que en la heladería.

"Vámonos" tomé su mano interrumpiendo la muestra de cariño.

"No, no" dijo pero hice oídos sordos.

Salimos gritando lo pésima que fue la mitad de la función. Tomamos un taxi y nos dirigimos a un hotel. Él no dijo nada.

"Buenas noches, una habitación con cama doble para Jack Grazer y su hijo Flick Grazer" firmamos la estadía y nos ofrecieron las llaves.

"Flick" rió, entrando al cuarto.

"Seudónimo desde hace tres años" caminé hacia él, desabotoné su camisa y quité mis zapatos.

Él detuvo mis manos.

"No pienso hacerlo, lo del correo era para... los años de diferencia... podría ser tu padre" se retiró de mi alcance.

"¿Y?" No me iba a rendir tan fácil "¿Por qué no serlo? Podría ser un juego o... algo pasajero" subí sobre su regazo y ataqué su labio inferior.

Sin embargo, él se negó.

"Sé que lo quieres, recuerda la cocina" cerré mis ojos. Empecé a despojarme las prendas de vestir.

"¿Tienes algo para vendarlos?"

Thirty; Fack [En Progreso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora