Prólogo

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Mi vida no es como la de otros; siempre ah estado en constante cambio, llena de vueltas y cambios tanto de escuelas como de casas. Al principio trate de entender a qué se debía esto. Pero tras un rato, me comenzó a cansar; no es mi culpa que mis padres se hallan separado.

Para una niña de 15 años esto fue un cambio importante, por qué ahora tenia que separarme en dos. Una mitad para mi mama; y la otra para mi papa. Poco a poco fui olvidándome de mis gustos y de mí, los planes que tenía, mis pasatiempos; todo quedo de lado para centrarme en ellos. A mi parecer aunque ellos eran los adultos, se siguen comportando como niños.

Intenté refugiarme en una persona que creí era el amor de mi vida. Error. Después de dos años de relación me dejo por otra chica que a su parecer se le hacia mejor que yo; que se vayan al demonio los dos.

Con las amistades desearía que me hubiera ido mejor de lo que esperaba; al mas mínimo rayo de confianza que depositaba en ellos. Al poco rato se burlaban de mí; y cómo no sabia callarme la boca, resulto en varias expulsiones. Para ellos soy la típica chica problema. Que crean lo que quieran, a mí me importa un comino.

Mi único refugio actualmente es mi habitación, o al menos así es antes de cambiarme de casa tan seguido. Mis padres intentan que salga más seguido. Pero se que es mas para que les sirva de psicóloga y que me cuenten sus problemas del otro; desde el divorcio se ah vuelto una rutina casi irrompible.

-¡Emma, ya baja niña!- grita desde el piso de abajo mi adorada madre.

-¡Ya voy!- le contesto de la misma forma en que lo hace ella.

Qué mal, ya no podré  seguir escribiendo en mi diario. Ojalá tuviera más tiempo para mi, y no para sus estupidos problemas. Pero qué se le puede hacer, por el momento no tengo otra opción, ya quiero ser mayor de edad para largarme de esta casa. Mientras tanto tengo que aguantarme.

EmmaWhere stories live. Discover now