-Fire-

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El calor jamás formó parte de sus sensaciones favoritas, incluso si su apellido significaba 'verano'. Simplemente no era de su agrado.

Estar sudando como cerdo todo el día, necesitar hidratarse más de la cuenta, sentir irritación hasta por lo más mínimo... Dios. Lo único bueno que encontraba era lo de poder llevar constantemente sus gafas de sol sin ser visto como un loco o ciego.

La única ventaja, además de salidas en la playa, quizás.

Y había creído todo esto de manera ferviente... Hasta ahora, que un nuevo tipo de calor llegó a su vida, envolviéndolo ferozmente.

– ¡James...!

Era intenso, desde el primer roce de labios pudo notarlo. Con suerte lograba recuperar el aliento cada tanto, pero ni ello ayudaba a seguir el ritmo con el que sus prendas iban cayendo y su piel comenzaba a verse marcada.

¿Cómo llegó a esto? Se supone que detesta el calor, que no soporta a ese viejo terco. Pero aun así... ¿Cómo?

Estaban en una fiesta, se alejaron para beber un poco, una cosa llevó a la otra...

¿Cómo?

Su lado racional no dejaba de preguntárselo, incluso cuando sus brazos terminaron rodeando gentilmente el cuello ajeno, permitiendo a su propia calidez mezclarse con la contraria mientras un ligero empujón lo hacía sentir el tronco del árbol a sus espaldas.

Odiaba el verano, odiaba todas formas de calor durante éste... Excepto la que recibía de aquellos besos bruscos que nublaban su juicio y ahogaban su voz bajo el cielo nocturno.

La única calidez agradable que aprendió volver su adicción.

Shared Nights [Fictober 2019]Where stories live. Discover now