25

1.8K 123 14
                                    

El comienzo del año escolar llegó más rápido de lo que esperaba.
No estaba lista para enfrentarme a la cual sería mi nueva vida aquí en Inglaterra. Pero debía hacerlo.

Guarde mis últimos objetos en el baúl que estaba sobre mi cama, y lo cerré para luego con un hechizo dejarlo en el suelo. Saltando, me recosté boca arriba en esta, quedando con una vista fija hacia el techo.
Muchas cosas pasan por mi cabeza. Son tantas, que no puedo concentrarme en tratar de descifrar una.
Pensé en todo lo que vendría, en lo nuevo.... y estaba muy nerviosa.
Me senté, pudiendo ver mi reflejo en el espejo frente a mi.
Veía lo que siempre vi. Mi rostro adornado de mi cabello largo. Sin contar los retoques a las puntas, nunca me había hecho un corte considerable de cabello. Me aterraba.
Pero no lo pensé ningún segundo cuando tome las tijeras en el escritorio y corte mi cabello hasta mis hombros.
¿Que había hecho?
Mis ojos se abrieron de par en par mientras una lagrima acompañada de una fuerte y sonora risa salieron de mi.
No puedo explicar porque, pero fue relajante, como si me hubiera liberado de algo.
Mamá se sorprendió al verme. A ella siempre le gusto mi cabello largo, y es obvio que recibí un regaño de su parte. Pero aun así me ayudo a acomodar las puntas que habían quedado desordenadas y, debo decir, que termino quedando bastante bien.

Al otro día mis padres me acompañaron a King Cross, la estación de donde salía el expreso a Hogwarts.
Mis padres se despidieron de mi con más de mil abrazos, y luego, subí al tren.

Me calmo un poco no haberme encontrado a Fred en la estación. Aunque sabía que ese moment llegaría, quisiera o no.
Encontré a Herms en un cubiculo junto a Bea, y ambas felizmente me preguntaron si quería acompañarlas, a lo que dije que si.
Las extrañaba mucho, y me alegraba que ahora podría verlas todos los días. Pasamos 30 minutos poniéndonos al día.
Bea me comentó que ella seguía con George, y había conocido a sus padres y visitado la madriguera, aunque el no lo hubiera hecho con los suyos.
Y Herms me contó que, básicamente, leyó todo el verano.

-¡No puedo creer que esto de veras esta pasado! Tu! En Hogwarts! Y con cabello corto!

Reí al lo que dijo Hermione asistiendo.

-Me alegra poder verlas de nuevo. Fue muy triste cuando me tuve que ir después del torneo...

Ambas nos miramos recordando el trágico accidente.

Bea tomó mi mano sonriéndome
-Ahora concentrémonos en que tú estás aquí, dale? -Yo asentí sonriendo- ¿no estás nerviosa por saber en qué casa estarás?

-¿nerviosa? ¿Porque estaría nerviosa?-dijo Herms- Es obvio que es una leona como yo.

-¿tú dices? -respondió Bea- apuesto que es de Ravenclaw.

Las tres reímos mientras decíamos más teorías sobre en qué casa estaría y porque, hasta que me agarro hambre y fui a buscar a las señora del carrito.

Al salir de mi cubiculo, me topé con la persona que menos quería ver. Fred Weasley.

-___..... Hola...

-Hola Fred -dije nerviosa- ¿como has estado?

-Bien, ¿y tu?

-Bien...

-Tu cabello.. te queda bien.

-Gracias.. -dije mirando al suelo-

Se formó un silencio incómodo hasta que George apareció y me sonrió ampliamente.

-_____! Que bueno que estás aquí!

Yo sonreí mirándolo.

-Es bueno verte... verlos, de nuevo.

Fred, que estaba mirando al suelo, subió la mirada cuando dije eso.
La señora con el carrito apareció, y rápidamente compré comida para luego despedirme de los gemelos e ir con las chicas.
Al llegar, les conté lo que había pasado, a lo que ellas gritaron de emoción.

-¿y que pasara? -dijo Bea- ¿planeas volver con el?

-No se.. talvez... las cosas no terminaron bien entre nosotros.

-Pero es obvio que ustedes dos se quieren! -exclamo Herms- ¡¿porque no solo vuelven a estar juntos y ya?!

Mire hacia la ventana, recostarme sobre esta.
-No se Herms... no es tan fácil.

¿Lo quería?
Obvio que lo quería!
Pero la pregunta era..
¿Acaso el todavía me querría a mi?

Por Arte de Magia- Fred WeasleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora