|4 - El lobo|

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Cerraron la puerta con seguro cuando entraron al cuarto de Victoria y Melissa, empujaron un gabetero frente a la puerta y la bloquearon mientras oían pisadas sobre el piso. Melissa hizo una seña para que nadie hablara ni tampoco hiciera ninguna especie de sonido, recordó que cuando era pequeña en el juego de las escondidas siempre ganaba quien se quedara en su escondite sin hacer ruido y eso pretendía que hicieran.

Tres golpes sobre la puerta los hicieron ponerse en alerta.

-¿Hay alguien aquí? -preguntó la distorsioanada voz de un niño.

Toco dos veces cuando nadie quiso responder.

-¡Abran la puerta!- pidió o más bien ordeno -¡Hay un lobo aquí afuera que le quita la ropa a las jóvenes bonitas!

Victoria se estremecio y Mikayla solo pudo hundir su rostro en el cuello se Andrew, este estaba molesto, apretaba los dientes con impotencia; quería salir y enfrentarse a lo que sea que había allá afuera pero temía por la seguridad de Mikayla y su hijo.

Seth estaba tenso, temía hacer ruido y que por culpa de él, la cosa que estaba del otro lado de la puerta entrara y los atacara.

El "niño" volvió a tocar la puerta pero solo dio un golpe, Melissa abrazo a Victoria y se alejaron de la puerta. Seth se apoyo de la pared y maldijo al encontrar un mensaje en el espejo del tocador.

,,opınɹ uɐɓɐɥ ou,,

Le parecía extraño que estuviera escrito al revés pero el mensaje era mas que claro. No había mas opción que dejarse llevar por extraños mensajes que aparecen en los espejos o ¿no?.

Dejaron de llamar a la puerta, pero eso aun no los hacia bajar la guardia. Mikayla se mordió el interior de la mejilla cuando el bebé la pateo con fuerzas. La patada era tan fuerte que hasta Andrew la sintió como si a él lo hubieran pateado.

La pobre mujer dejo salir un gemido lastimero, lo que fue suficiente para que golpearan de nuevo la puerta del otro lado.

-¡Vamos abran!- ordenaba una voz glutual, tosca y pastosa- Quiero probar un poco del néctar de una bella mujer -siguió golpeando y arañando la madera gruño -Quiero romperle el culo a esa preciosa castaña y morderle los senos a la deliciosa rubia ¡Déjenme entrar!

Victoria se estremecio y apretó la mano de Melissa quien parecía haber entrado en shock por las repulsivas palabras del adefesio que estaba fuera.

Mikayla gimió de dolor nuevamente cuando su hijo pateo con tanta fuerza que llego a creer que le desaceria las entrañas.

-¡Oh mujer!- gruño la bestia al otro lado -¡Quiero que gimas así mientras te folle!

Andrew se puso de pié cegado por la furia. Seth tuvo que detenerlo cuando este pretendía abrir la puerta y enfrentarse con lo que sea que estaba allá afuera.

-No seas impulsivo -siseó -Ese hijo de puta quiere que hagas eso.

-¡Suéltame! -exigió intentando quitarlo -Esta diciendo mierdas de mi mujer.

-El quiere que le abras la puerta -dijo conteniendolo. Andrew era alto, tenia un cuerpo definido gracias a las horas de ejercicio continuo y sus reflejos eran excelentes. Sabia pelear, eso nadie lo negaba, por otro lado Seth era bastante alto pero no como Andrew. A pesar de eso podía contener a Andrew sin problemas, pero no lo podía contener por mucho tiempo, la furia asesina de Andrew le daba mas impulso y una mayor razón de moler a patadas a Seth, el mobiliario y a la bestia que estaba fuera.

-¡Suéltame! -exigió apretando los dientes a la vez que la vena en su sien se marcaba por la cólera e impotencia.

-¡Óyeme maldita sea!- dijo aplicando más fuerza de la necesaria para empujarlo fuera del alcance de la puerta. -¡Si abres esa maldita puerta, ese hijo de puta va a entrar, nos matará y quien sabe que cosa le haga a tu esposa!- lo empujo otra vez cuando este quiso acercarse de nuevo- ¡Así que coopera y quédate quieto!- ordeno con autoridad.

Cuando Andrew al fin entendió le lanzo una mirada furibunda pero no hizo nada más que cruzar los brazos y exhalar con rudeza. Seth se dio cuenta que las tres mujeres presentes lo miraban con suma atención. Incluso Mikayla olvido por un instante el dolor cuando vio que Seth puso a Andrew a raya, nadie nunca lo habían hecho. Nadie mas que Mikayla estaba igual de sorprendida, ella vivía con él y conocía como se ponía cuando alguien le negaba algo o peor, cuando le prohibian hacer algo. Para muestra un botón, la pequeña cicatriz en su muslo izquierdo que quedo de un recuerdo amargo cuando el abuso de ella hace unos años y ella quiso resistirse.

La habitación quedo en silencio, Mikayla apretó la sabana cuando volvió a sentir otra fuerte patada de su hijo. Prefería no hacer ni el mas mínimo sonido para que la bestia no los oyera. Pasados unos minutos oyeron un gruñido similar a uno de placer,

-Siento el aroma de una dulce mujer- la voz estaba ahogando una especie de quejido -Con algo muy jugoso entre las piernas -Victoria cerro los ojos molesta y sintió a Melissa temblar aterrada -Quiero entrar -gruño con voz extremadamente ronca -Quiero morderle los pezones y entrar en ese estrecho coño -dijo babeando -Ábreme y te tomare con cariño para luego partirte en dos para castigar lo zorra que eres.

Esas palabras activaron una alarma en lo mas profundo de la mente de Victoria. Recuerdos asquerosos y dolorosos se reproducieron en milisegundos. "No eres mas que una golfa que le encanta chupar pollas" le gruñía su padrastro cuando la tocaba con lascivia.

Seth notó que Victoria empezó a llorar, Melissa seguía en shock y al parecer si hacia ruido la bestia entraría. Con rapidez la tomo de los hombros y la obligo a mirarlo a los ojos. Moviendo solo los labios le dijo "no llores, el nos oye".

Victoria apretó los dientes y asintió cubriendose la boca.

Pasaron tres minutos.

Mikayla sollozo aliviada cuando el bebé dejo de patearla y se acomodo.

Andrew ya estaba tranquilo, si así podía decirse, se acercó a Mikayla y poso sus labios sobre su cuero cabelludo mientras le acariciaba el vientre.

Se encerraron en una burbuja llena de silencio total por unos segundos.

-Cerditos- gruño la bestia -Déjenme entrar.

Todo quedo en silencio.

-Cerditos, quiero entrar -ordenó. Ellos se mantuvieron en silencio sin mover un solo músculo.

-Entonces, soplaré y soplaré y a su casa entraré -amenazó. Andrew abrazó a Mikayla y la cubrió con su cuerpo. Seth rodeo el cuerpo delgado de Victoria y esta aun sujetaba con fuerza la mano de Melissa.

El cuarto empezó a temblar, parecido a un terremoto de magnitud enorme.

A pesar de eso se mantuvieron en silencio.

Las paredes se desquebrajaban y las cosas caían al suelo. Una grieta se abrió en la pared que filtro un rayo de luz de sol.

Dejo de temblar.

Un reloj de pared fue lo único que quedo del fuerte movimiento.

Marcaba las 6:00 am.

Un avión de papel entro por una de las ventanas que se quebró minutos atrás.

Andrew tomó el papel y lo leyó con detenimiento.

"Tercer juego"

"Las escondidas"

Ese era el único mensaje, sin ninguna instrucción. Por la grieta de la pared vieron unos ojos rojos pequeños, hasta dónde se podía ver se podía apreciar un rostro parecido al de un animal con facciones humanas. Una nariz grande y unos dientes afilados, ese era el lobo.

-Tienen 5 minutos de ventaja cerditos -gruñó divertido.

Eso basto para que quitaran el mueble bloqueaba la puerta y salieran corriendo lo mas rápido que podían en dirección al bosque.








Hola, lamento mucho la tardanza. Espero lo disfruten y me apoyen con su valioso voto y sus comentarios.

Los quiero, Katheryn.

Sin salidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora