trece

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lo que ví apenas despertar fue de las cosas más tiernas del mundo, y es que con ali todo me parecía tan bonito.

coco estaba recostado en el medio de nosotros dos, estaba con el cuerpo en mi dirección y ali lo estaba abrazando. no sé en qué momento de la noche pasó que se quedaron así pero me pareció tan bonito que no podía no sacarles una foto.

me levanté de la cama y fui a hacer el desayuno, le serví la comida a coco y los fui a buscar.

ambos seguían dormidos en la misma posición, reí bajito y me acerqué a ali.

me agaché para quedar justo a su altura y dejé un beso en su cabeza.

-despierta, cariño. -le dije despacio.

ella se movió un poco, lo que hizo que coco despertara. él se bajó de la cama y se puso a mi lado, esperaba que lo acaricie. lo hice, se fue del cuarto y yo me quedé esperando a que ali despertara.

-ali. -la llamé nuevamente.

esta vez me contestó con un simple mmh.

-ya despierta, ali.

-no quiero.

-coco ya despertó, te está esperando para jugar.

-estoy cansada.

-¿de qué?

-no sé.

-vamos, ali. ¿quieres que te lleve en brazos hasta la cocina?

-sí.

reí y me levanté para poder agarrarla en mis brazos.

después de que desayunamos, ali se cambió de ropa para que podamos salir los tres juntos a algún lugar que no sea la casa.

terminamos yendo a un parque.

-javi, ¿crees que a coco le den miedo los columpios?

-reí. -no lo vas a subir, se puede caer.

-no creo, no es tan grande. lo subimos como si fuera un niño.

-reí más fuerte. -ali, no. se puede caer o algo, aparte seguro que no quiere. ¿qué tal que se asusta?

-no pasará nada, le va a gustar.

-reí. -bueno, está bien.

ali trajo a coco y fui yo quien lo alzó hasta ponerlo en el columpio, éramos los peores. ambos estábamos riendo mucho, no se veía asustado, parecía normal y hasta parecía disfrutarlo.

después de un rato, seguimos caminando y compramos helados. a ali se le cayó el suyo al piso y coco se aprovechó, tuve que darle el mío para que no se quede sin comer. fue gracioso.

apenas era el tercer día juntos y cada día superaba al anterior, no me quería imaginar cómo serían los próximos, no quería pensar en el momento en el que ya teníamos que volver a nuestra realidad y enfrentar las cosas que estaban pasando de verdad en nuestras vidas.

diana me había llamado un par de veces en estos días, solo le contesté una vez y me excuse diciéndole que estaba dormido y por eso no le contestaba, no quería arruinar los momentos con ali.

parecía un cuento de hadas, yo quería que fuera como un cuento porque siempre tienen finales felices. yo quería tener mi final feliz junto a ali, quería vivir el felices para siempre junto con ella.

el estar con ali me hacía sentir vivo, me hacía sentir cosas que no sabía que podía sentir, me causaba tantos sentimientos que no sabía si estaba enfermo o solo era que la amaba. no me cansaba de estar todo el día con ella porque ni siquiera veinticuatro horas juntos eran suficientes.

-javi, ¿en qué piensas? -preguntó ali, me estaba mirando.

-en ti.

-¿en mí?

-sí, pienso en lo mucho que te amo.

ella sonrió y bajó la mirada, yo la amaba y siempre trataba de que no se olvidase de ello porque sé que a veces puede sentirse muy mal y no decírmelo pero conocía la fuerza que tenían las palabras y sabía que con dos palabras la podía hacer muy feliz. también lo sabía porque me pasaba lo mismo, apenas ella abría la boca para hablarme yo era feliz, su simple existencia me hacía muy feliz.

-yo también te amo mucho.

seguimos en lo mismo, caminamos mucho y después volvimos a casa.

había sido un día muy divertido, habíamos jugado con coco, habíamos jugado entre los dos, habíamos molestado a coco. algo bonito de coco era que siempre pasaba por debajo de nuestras manos para que lo acariciemos, era tierno.

-¿hoy también vamos a dormir con coco? -pregunté. no me había molestado dormir con coco pero tampoco me había enloquecido la idea de volver a dormir y no poder darle besitos.

-rió. -¿ya no quieres dormir con el bebé? qué mal padre eres.

-reí. -sí me gustó dormir los tres juntos pero me gusta más dormir contigo, solos.

-está bien, está bien. él puede dormir aquí en la sala.

sonreí. -seguro que no le molestará.

-espero que no, a veces es rencoroso.

-le hago cariñitos y se le olvida, ya verás.

río. -yo también quiero que me hagas cariñitos.

la tomé de la mano y la llevé hasta la habitación, no necesitaba pedírmelo dos veces. cariñitos para ali era lo que más tenía, me gustaba estar con ella así cómo estábamos ahora. ella estaba acostada sobre mi pecho, dijo que estaba escuchando mi corazón, mientras que yo le hacía mimos en la cabeza.

todo lo que hagas, si lo haces con la persona correcta, será especial.

3:15 ❋ ; bnetDonde viven las historias. Descúbrelo ahora