She's the man•Ella es el chico •Olivia & Viola•

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El sol entraba por mi ventana, tan reluciente y tan limpia, el verano se acababa y eso se notaba en el movimiento de las ramas de los árboles del jardín, en la pantalla de mi ordenador apareció una notificación, un mensaje de mi hermano Sebastian.

Hermanita, necesito que me hagas un favor, me voy a ir con mi banda a tocar a un festival de música en Londres, sí Londres, Inglaterra.
Necesito que te hagas pasar por mamá para que llames al instituto y digas que no puedo ir las primeras 2 semanas porque tengo el mal de las vacas locas.

Ya te iré informando.

Te quiero, Sebastian.

¿En qué momento de su vida cree que voy a hacerme pasar por mamá para salvarle el culo?

Maldito Sebastian.

Parpadeé varias veces por si había malinterpretado sus palabras, pero no, mi hermano quería que me hiciera pasar por mamá para que él pudiese irse a tocar con su banda a Londres, Londres, Inglaterra.

Resoplé.

Somos hermanos y los hermanos están para ayudarse, pero ni de broma me haré pasar por mamá para que él se salga con la suya, si lo pillan la culpa será mía.

Decidí responderle de la manera más educada posible.

Hola Sebastian, no sé en qué momento de tu vida pensaste que te iba a ayudar con ese tema, si no quieres estudiar no estudies pero dilo en casa y sé feliz con tu banda de música, te apoyó en todo lo que quieras pero de ahí a mentirle a papá y a mamá.
Saludos desde USA

Por cierto ¿Sigues aquí?

                                                Viola

Empecé a dar vueltas en la silla de mi escritorio

¿qué voz pondría para la llamada?

Definitivamente era una locura hacerme pasar por mamá.

Me quedé quieta en aquella silla negra del escritorio, me sentía incómoda pero necesitaba que Sebastian me respondiese, necesitaba saber si seguía en la ciudad.

Los minutos pasaron y Sebastian no daba señales de vida, agarré el balón y salí a despejarme un poco, Sebastian me había quitado toda la tranquilidad que se puede tener unos días antes de empezar el instituto.

Salí de mi casa con mucho cuidado, no quería que mi madre me preguntase por Sebastian, no sabía mentir y ella se iba a dar cuenta de que Sebastian no estaba con papá, como ella cree.

Empecé a darle golpes al balón hasta que llegué a mi instituto, ahí me estaban esperando mis amigas, teníamos que practicar para la pretemporada.

Mi corazón se rompió cuando nos dijeron que no habría equipo de fútbol femenino este año, ya que tenían que usar el dinero para el equipo masculino, estaba derrotada  y con ganas de volver a casa, el camino se hizo demasiado agotado, fui pensando en todo lo que acababa de ocurrir, me quedaba sin equipo de fútbol y tenía qué buscar la excusa que pondría para llamar a Illyria.

Noté alguna que otra gota de agua y me coloqué la capucha, no podía permitir que se me mojasen los auriculares, no me comprarían otros.

En mi compact disc comenzó a sonar mi grupo favorito y me olvidé del mundo.

Noté como alguien me agarraba por detrás, ahora mismo estaba muy asustada, no sabía quién me había agarrado por detrás pero me había puesto de los nervios.