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"Melody"

Harry.

—¡Iremos a Jamaica! —soltó con emoción Jeff Bhasker—. ¿No es una buena idea? —movió sus cejas de arriba abajo.

Estiré mis labios de manera pensativa y sonreí ante su tan precipitada idea. Bhasker era así, un gran tipo con ideas locas, lo que me parecía realmente genial para poder realizar mi primer álbum como solista.

—¿Y cuándo nos iríamos? —pregunté.

—¿La otra semana? —sugirió Ryan—. Sería un mes completo, lo que nos ayudaría a tener más descanso mental e inspiración.

Miré a Jeff, mi manager tratando de buscar ayuda. No podía marcharme la semana siguiente, tenía el pequeño compromiso de asistir al primer ultrasonido para escuchar los latidos del bebé.

¡Melody me mataría si faltaba!

Pasé la mano por mi cabello con nerviosismo.

—Harry tiene otros compromisos en estas dos semanas, agenta apretada —explica Jeffrey ante mi mirada desesperada—. Podemos hacerlo luego de eso, así tenemos más tiempo de prepararnos y dejar libre ese mes.

—Buena idea, me parece bien —dijo Ryan.

En el momento en que dejamos el estudio, me dirigí donde Melody con rapidez, pensando en que quizá me llevaría algún regaño por su parte, ya que iba más tarde de lo que habíamos quedado en juntarnos en el aeropuerto. Sin embargo, no fue así. Ella se encontraba tan tranquila a como la había visto antes de salir de casa.

Al subirnos al avión, sentí algunas miradas por parte de personas, pero ni una de ellas trató de acercarse o tomar una fotografía, cosa que agradecía por mi privacidad.

Cuando observé a Melody, ella sonrió levemente y continuó con su vista fija en el libro que llevaba leyendo hace unos días. No me prestaba la mayor atención, por lo que me hacía querer hablarle cada ciertos minutos para comprobar si se encontraba bien. Aún así, solo respondía con pequeños monosílabos y asentimientos de cabeza.

Nueva York, era una ciudad grande, la capital de mundo. En donde Manhattan era la gran manzana y Times Square y Central Park eran su corazón y pulmón. Aquella ciudad, era un lugar de ensueño, en donde fácilmente podías dejarte seducir por sus alrededores.

Y Nueva York, era la ciudad en la cual habíamos comenzando una historia de amor junto con Melody, una historia que parecía no estar acabando bien mientras avanzaba.

Al llegar al hotel, Melody se durmió sin darme oportunidad de preguntar lo que le ocurría. Y, así como el primer día de llegados a Estados Unidos, se comportó hasta un día antes de la boda. Lo que me hizo salir de la habitación para recorrer la ciudad a pie, distrayéndome de mis pensamientos y de lo que le ocurriera a la mujer con la que estaba.

Por la noche, me quedé en una de las bancas, en donde podía apreciar la vista del puente de Brooklyn, mirándolo mientras me dejaba maravillar por las luces que habían alrededor de él.

—¿Eres Harry? —oí preguntar.

Alcé la mirada a un chico sentándose a mi lado.

—Mhm... creo que no lo eres —comenzó a decir mientras me analizaba.

Solté una risa.

—Lo soy, pero me gustaría mantener en secreto mi ubicación —le pedí con una sonrisa—. ¿Por favor?

—No es necesario que me lo pidas —estiró su mano hacia mí, queriendo estrecharla con la mía—. Soy Jonathan —se presentó—. Mi hermana pequeña es fan tuya o de la banda en la que estabas —explicó.

Vientre de alquiler [H.S]Where stories live. Discover now