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Sumido en sus pensamientos, tomo rumbo fuera de su hogar, su familia como cada año organizaba una fiesta con colegas de trabajo, era halloween y él vestía con un traje de vampiro, algo que le parecía ciertamente incomodo a su edad pero por las multiples suplicas de su madre no tuvo otra opción, su padre, un hombre de poder y carisma el mas importante de su empresa, era el responsable de que aquella noche él se encontrara en las calles, hyakkimaru odiaba las criticas y burlas de su padre hacia él, por lo que había decidido marcharse para no oírlo.

Caminaba por calles oscuras y vacias, era muy noche para poder ver a pequeños pedir caramelos como usualmente se podía ver, anhelaba poder oír las risas de los pequeños pues le traían hermosos recuerdos de su niñez, momentos que por desgracia habían acabado hace mucho...caminando con paso lento pequeñas gotas de lluvia mojaron su camino, había comenzado a llover y su piel poco a poco se iba mojando.

La lluvia le parecía un hermoso llanto, era como si en esas pequeñas gotas pudiera reflejar todos los sentimientos que había callado, la lluvia lloraba por él, desahogaba todo su ser y le hacían sentir en calma.

La lluvia poco a poco se fue incrementando por lo que apresuro su paso para refugiarse en algún techo solitario y evitar mojarse más.

Fue allí que pudo verla, sentada bajo aquel solitario techo, una joven de hermosa piel y cabello azabache, con un hermoso traje de caperucita.

Con una mirada curiosa miro a la joven de mirada triste que comía una barra de chocolate, se acerco sin decir nada y se sentó a su lado.

Sentia su vida tan vacia, sus sueños siempre se veían interrumpidos por la críticas de sus familiares, aunque ello nunca lo hizo rendirse.

Intentando pensar en ello volteo su mirada hacia la chica, le era imposible no verla pues esta le parecía familiar no sabia su nombre, ni de de donde era pero sentía la necesidad de hablar con ella.

- estas...¿perdida? -pregunto con nerviosismo al no conocerla, sin embargo ella nego lentamente- ¿que haces aquí tan tarde? -la chica bajo su cabeza y apretó con fuerza su ropa, pronto escucho un pequeño sollozo proveniente de ella-

Supuso que ella estaba en una situación similar a la de él por lo que no pregunto más y observo la lluvia caer...mediante el rato paso la lluvia disminuyo hasta cesar totalmente.

-dejo de llover -dijo la chica a su lado llamando la atención del mayor-¿no seguirás tu camino? -pregunto aun con su cabeza agachada-

- no, por el momento no -dijo mas calmado, por dentro sintió un gran alivio de que ella le hablara- ¿que hay de ti? Te deben estar esperando en tu casa -el silencio se hizo nuevamente presente, lo que lo hizo levemente preocupar fue una de las lágrimas de la chica deslizarse por su mejilla-

- no quiero volver...-el tono triste en su voz hizo a hyakkimaru ponerse serio- en casa no hay nadie...Solo estoy yo- su voz se empezaba a quebrantar- por eso yo...-hyakkimaru no lo pensó más y abrazo con fuerza el cuerpo de la chica, ella abrió sus ojos sorprendida y aun sin saber el nombre del chico correspondió al abrazo y rompió en llanto.

hyakkimaru acariciaba su cabello intentando calmar su llanto, por alguna razón sintió algo familiar en ella que había despertado en él algo muy especial, él no sabia ni siquiera su nombre pero aun asi sin saber por que deseaba quedarse a su lado.

- pequeña caperucita...-susurro en el oido de la chica para luego separarse de ella- es momento que vuelvas a casa...-él le entrego un pequeño papel- es raro que un vampiro y una caperucita esten cerca pero si tu lo deseas me quedare a tu lado cuando lo necesites-le dijo con una cálida sonrisa haciendo sonrojar a la joven- nos vemos emm...-hizo una pequeña pausa-

- Dororo...me llamó dororo -dijo la chica sosteniendo con fuerza el papel en sus manos, él chico sonrio-

- nos vemos pronto, Dororo...

Agrego para luego darse la vuelta y marcharse, dororo vio como se iba por la oscura calle, cuando este ya se había ido recordó no haber preguntado su nombre, eso la desanimo un poco y recordó el papel en sus manos, este tenia un número y un nombre grabado en el

- hyakkimaru... -la chica sonrió inconscientemente y se levanto para volver a su hogar-

Mientras caminaba por esas frías calles sintiéndose levemente feliz por haber conocido a ese extraño chico noto en una de las vitrinas algo raro en su reflejo, en su cuello dos pequeños puntos rojos que marcaban su delicada piel, sin darse cuenta aquel vampiro había robado parte de su sangre y corazón.

El Dulce Olor de Tu sangreOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz