Y apareces tú, en medio de mi madrugada robando una sonrisa a mi rostro serio.
Y apareces tú, de repente, inesperada, sorpresiva como siempre, para regalarle una chispa de vida a mis ojos tenues.
Y apareces tú, para con un guiño espantar mi melancolía un par de minutos.
Y apareces tú, y no se por qué como brisa fresca abrazas mi alma.
Y apareces tú, y yo en mi silencio, levanto mi vista y te doy las gracias.
Y apareces tú, se abre el cuaderno, el lápiz se mueve y nacen palabras.
Y apareces tú...
