Es lo único que tenemos

II

Recuerdo tu sonrisa, recuerdo las miradas inocentes y tiernas que solias dedicarme, recuerdo muy claramente los besos que soliamos compartir, lo lindo que te veias cuando te atrapaba en un abrazo y nos quedábamos dormidos de esa manera.

Al igual que recuerdo tus lagrimas y lamentos, siempre fuiste alguien fuerte, guerrero por naturaleza, pero demasiado confiado. Por ello era fácil ganar tu afecto y hacerte daño, pero yo no estaba dispuesto a lastimarte.

Pero fui quien más daño causo.

Lo sé porque fuiste tu mismo quien me lo dijo, fuiste tu quien se quebró en el momento en que ya no pudo aguantar, porque sé que lo que te dolió, realmente no fue perder la guerra, fue perderla contra mi, porque no estabas dispuesto a dañarme realmente, ni yo a ti, pero a veces las cosas no salen como realmente queremos que salgan y las personas son seres que usualmente estan dispuestos a dañarse entre ellos y a veces involucran a quienes no deberían de meterse.

Dime Julio, ¿cuantas veces haz llorado hasta ahora?

Realmente espero que no muchas, porque una parte de mi quiere que olvides el recuerdo que tienes de mi matando a tu gente, quiere que no recuerdes que peleamos, quiere que no recuerdes los golpes que con todo el dolor de mi alma te di, quiere que no veas el daño que puedo causar, quiere que me olvides...

Pero otra no lo desea, y es más fuerte, porque extraño tenerte en mis brazos, extraño poder besar tus labios cada mañana, extraño probar tu comida casera, extraño abrazarte por la espalda y ver tu sonrojo, extraño nuestras tontas peleas de insultos que terminaban en besos, extraño poder echarme en cama contigo y saber que no te irías, que estarias ahí pase lo que pase, te extraño tanto.

Pero la vida no es así de fácil, tú no me perdonarías el hecho de no solo haberte dañado a ti, sino también a Miguel, creo que lo que realmente te daño, fue ver que no dude ni un segundo en atacarlos, pero lo hice, dude y temí, pero no me dejaba mostrarlo, porque no, yo no quería herirte, tu eres mi mundo.

¿Por qué dañaría algo que amo tanto?

Claro, porque todos pensamos más con el cerebro y no tanto con el corazón.

Lo más lógico en ese tiempo era matarte, era beneficioso para mi, ganaba mucho territorio y eliminaba a un enemigo, pero realmente no queria hacerlo, si me traias tanta alegría, no había  motivo para hacerlo.

Pero la ambición es peligrosa, y las personas saben mucho sobre eso, porque fueron quienes la inventaron.

En serio lamento mucho haberte dañado Julio, lamento seguir haciendolo, pero soy egoista y también ambicioso, por ello, no permitiré que me dejes totalmente aún.

-Quiero saber la ubicación de Julio Paz, mientras este en Chile, quiero saber donde esta.

Aún te necesito.